Llegó dispuesto a enderezar la nave en medio de la turbulencia. Así como lo hizo en 2009 con Racing Club, Ricardo Caruso Lombardi se animó a aceptar el desafío de “salvar” a San Lorenzo de la promoción, y luego de muchas negociaciones fue presentado ayer en conferencia de prensa.
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Llegó dispuesto a enderezar la nave en medio de la turbulencia. Así como lo hizo en 2009 con Racing Club, Ricardo Caruso Lombardi se animó a aceptar el desafío de “salvar” a San Lorenzo de la promoción, y luego de muchas negociaciones fue presentado ayer en conferencia de prensa.
El verborrágico técnico que dirigió la primera práctica reconoció que llegó al club en un momento muy complicado. “Estamos en una situación límite. Tengo once fechas para dejarlo en Primera”, admitió, y reconoció que será más complicado de lo que fue afrontar la salvación de Racing por haber agarrado al equipo mucho antes del final del torneo.
En cuanto a los conflictos internos, dijo que no pide que los futbolistas sean amigos, “sí, muy buenos compañeros” dentro de la cancha.
Caruso llegó a primera hora de la tarde de ayer para dirigir la primera práctica en el Nuevo Gasómetro, pero antes mantuvo una reunión con los futbolistas. “Tenemos muy buenos jugadores”, confió, y dejó en claro que afrontará el compromiso de salvar a San Lorenzo con los jugadores de experiencia.
“No es momento para los chicos, que pueden acompañar. La responsabilidad es de los grandes”, sostuvo en la conferencia de presentación.
El nuevo técnico tendrá que anestesiar y cicatrizar las heridas que hay entre los distintos sectores en que está dividido el plantel.
Por lo pronto, una de las medidas sería mantener a Pablo Migliore en el arco y a Jonathan Bottinelli -ayer se entrenó con normalidad- en el equipo titular. Estos jugadores son dos de los líderes que están enfrentados.
El presidente del ciclón, Carlos Abdo, había blanqueado más temprano en declaraciones radiales que hay jugadores que “no se llevan bien”, y pidió que “en la cancha no deben notarse los problemas y sí el compromiso”. Y agregó: “No pretendemos que sean amigos sino que sean profesionales, ganan dinero y deben dejar todo en la cancha”.