Comerlos es una costumbre añeja de Semana Santa. Sin embargo, los huevos de Pascua de este año ostentan innovaciones que funcionan como gancho para atraer a los niños y niñas. Al romper uno, aparece un poster de Bart Simpson. Una locomotora transporta mini chocolates y otros tantos lucen vistosos envoltorios con caras de Barby, personajes de Disney y otros programas de la televisión. Hasta rompecabezas crocantes se ofrecen como golosinas pascuales.
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Comerlos es una costumbre añeja de Semana Santa. Sin embargo, los huevos de Pascua de este año ostentan innovaciones que funcionan como gancho para atraer a los niños y niñas. Al romper uno, aparece un poster de Bart Simpson. Una locomotora transporta mini chocolates y otros tantos lucen vistosos envoltorios con caras de Barby, personajes de Disney y otros programas de la televisión. Hasta rompecabezas crocantes se ofrecen como golosinas pascuales.
“Los de antes” también siguen en las vidrieras: las canastas con gallinas y conejos; los huevos decorados con merengue coloreado y relleno con confites; y aquellos gigantes para las familias numerosas o los fanáticos del dulce.
Los locales de golosinas, chocolaterías o supermercados de la capital salteña fueron invadidos por familias enteras. De todas formas, la mayoría de los propietarios sostuvo que el nivel de ventas se mantuvo en comparación al año pasado. Otro síntoma del actual enfriamiento del crecimiento económico del país.
“No creció ni bajó la cantidad de clientes y productos. Eso, nos deja conforme”, apreció Daniel, responsable de una chocolatería de peatonal Alberdi.
Para Pablo Díaz, el movimiento es “aceptable y tranquilo. Claro que habrá gente que llegará a último momento, el sábado. Siempre ocurre”, señaló a El Tribuno.
Todos los bolsillos
En el contexto de la Argentina inflacionaria, los huevos de Pascua subieron entre un 10% y un 15% en 12 meses.
Los precios pueden marear. Una unidad de 100 gramos se comercializa entre $19 y $38. Querer saborear un poco más y animarse a $250 gramos, demanda entre $43 y $65.
Para las familias con varios niños se despliega un abanico de opciones. Las canastas con huevos pequeños van de $39 a casi $200, en un local de calle Alberdi. La lógica se respeta: más alto el costo, más unidades para llevar a casa.
En otro comercio del macrocentro, una caja con forma de reloj y 12 huevos por 132 gramos cuesta $20,50.
Más productos económicos se suman a la oferta. Tan solo $2,75 hay que abonar por un artículo de 20 gramos. Mientras que para uno artesanal, de 40 gramos, se requiere $8.
En los supermercados, los huevos con ilustraciones de personajes del mundo animado o marcas conocidas son los más buscados. Un Kinder 150 gramos varía entre 46,50 y 51,90.