Otra decepción vivió el hincha antoniano al ver cómo el equipo no responde adentro de la cancha. Juventud necesitaba ganar en el compromiso que cumplió ayer frente a Tiro Federal y se tuvo que conformar con un pobre empate en un gol.
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Otra decepción vivió el hincha antoniano al ver cómo el equipo no responde adentro de la cancha. Juventud necesitaba ganar en el compromiso que cumplió ayer frente a Tiro Federal y se tuvo que conformar con un pobre empate en un gol.
Este resultado para el once antoniano, aunque todavía le queda una chance, complicó su objetivo de seguir en carrera en el torneo Argentino A. Ahora, con la única opción de ganar, deberá viajar para enfrentar a Unión, en Sunchales.
Pero lo más llamativo de Juventud es que todavía no logra recuperarse de una racha negativa que lo persigue desde que comenzó el año. Da la sensación de que se producirá un cambio y nuevamente cae en un pronunciado vacío, en el que se muestra como una formación tímida, sin el patrón de juego adecuado para asumir el partido de turno.
El santo, otra vez careció de un orden táctico para sobreponerse al planteo de juego que armó un rival conformado por algunos juveniles. Con el transcurrir de los minutos, la mayor presión la sentía el equipo antoniano, con jugadores confundidos en el terreno de juego y sin hacer pie. Lejos se estacionaba el Beto Acosta, sin contacto con sus compañeros.
Durante la primera etapa, a Juventud le faltó volumen de juego y con un trabajo desordenado no pudo inquietar a Miguel Cárdenas.
La más clara la tuvo Tiro Federal en los pies de Cháves, respondió con acierto Pedroso y, en segunda instancia, Bernardo Cuesta no le dio fuerza al golpe de cabeza y dejó la pelota en manos del arquero. En el arco de enfrente, Claudio Acosta cabeceó, pero con todo el sol sobre su rostro, no pudo darle la dirección esperada.
El equipo rosarino triangulaba mejor cerca del área antoniana sacando una clara ventaja de lo que intentaba Juventud en campo contrario.
En algo cambió el santo en el complemento. Elvio Martínez intentó aprovechar mejor los espacios.
Juan Perillo se encontró con la pelota dentro del área, se sacó la marca de encima y cuando iba a definir no le pudo dar dirección.
En seguida, Lucio Gómez se fue por derecha, lanzó un centro bajo que complicó al arquero Cárdenas, y Perillo, de atropellada, aseguró la conversión.
El DT Delfino cambió el esquema sobre la marcha, con el ingreso de Marcelo Barreña por Enzo Maidana, trató de cubrir algunos sectores libres en defensa. El juvenil Gustavo Ortiz vio la roja y esta baja agrandó al rival. Desde su propio terreno los jugadores de Tiro armaron un avance profundo. Marcelo Barreña no cortó la jugada en la línea central y los rosarinos aprovecharon el callejón libre por izquierda, depositaron el pase al corazón del área, donde Bernardo Cuesta definió sin problema. Castigo para el santo por la mala imagen que dejó y la decepción que se hizo carne en su gente.