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19 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Los pedidos, escuela por escuela

Martes, 01 de mayo de 2012 10:20

Una de las dos más grandes

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Una de las dos más grandes

La escuela 4334 “Independencia Argentina” está en el corazón de La Unión. Tiene 690  alumnos, de los cuales un 30 
% es aborigen. Su matrícula aumenta exponencialmente por lo que en el presente ciclo lectivo sus 17 aulas no dan más  en su capacidad.
Su directora mandó construir un aula de machimbre que es usada por un prejardín.
Sucede que esta “solución aúlica” está en un lugar donde  no debería estar, en medio de un carredor cerca de un acceso al edificio. Por lo que los niños de 4 años en verano sufren del intenso calor del Chaco salteño y en invierno, al estar frente a  la puerta, padecen del frío sin ningún resguardo.
Otro problema es que tiene ocho computadoras, pero éstas están embaladas sin usar. 
Sucede que la escuela no tienen una sala de computación o un lugar que sea apto para las clases de informática.
 

Un albergue para Pozo Verde
Beatriz Salinas es la directora de la escuela 4598 del paraje de Pozo Verde. La directiva pide la construcción urgente de un albergue  para que los chicos se queden toda la semana. Actualmente tiene dos chicos de los parajes El Yacarecito y Ensenada por lo que tienen que caminar unas cuantas horas de ida y vuelta. Otro problema son los costos de la alimentación. Una garrafa de 10 kilos cuesta 45 pesos y  se utiliza para el freezer y una camioneta cobra entre 400 y 500 pesos para llevar los alimentos desde La Unión hasta  el lugar.

Ruegan por un salón multiuso
El paraje San José cuenta con la escuela 4269 “Eduardo Alberto Abalos”. La institución no tiene directora aún porque la que estaba se  jubiló. De directiva hace Feliciana León que actualmente está organizando todo lo burocrático y 
organizativo de una escuela. La institución tiene una matrícula de 33 alumnos y de ellos 17 se quedan en el albergue.
Actualmente los chicos tienen un precario comedor hecho de quebrachos y techo de paja que usan como espacio de socialización. Feliciana pide un salón de usos múltiples. También necesita una bomba de agua.

Sin luz desde hace 15 años
En El Vinalar funciona el anexo de la escuela Independencia Argentina de La Unión. Entre las más pobres que se tenga memoria, la escuelita recibe a 15 niños. Hace 15 años inauguraron las pantallas solares, pero alguien 
enchufó un grabador que no  era apto y quemó todo el sistema por lo que desde ese día no tienen luz; por lo tanto no funciona la bomba. Entonces los baños funcionan como depósitos y agua que usan es la que recolectan en tanques en tiempos de lluvia;  cuando se acaba usan la del madrejón cercano.

Le pide un camino al primo
La 4298 “25 de Mayo”, del paraje San Manuel, es una de las escuelas que presentan mejor condiciones edilicias.
Con una matricula de 19 alumnos sufren la carencia de docentes especiales. Ya se abrió  el cuadro y nadie quiere ir a  trabajar al monte chaqueño. En realidad, la directora tiene  un solo drama y que exede a su función directiva; su problema  es el camino. La escuelita está a 12 km de La Unión pero cuando llueve el camino se vuelve el mismísimo  seno de Abraham y nadie pasa. Ahora bien, Leticia es prima hermana del intendente Leopoldo “Polo” Cuenca. El jefe 
Comunal ni para su prima le arregló el camino, menos lo hará para otras.

Los aborígenes, sin alimentos
A 5 km al norte de Rivadavia está el paraje El Breal donde funciona la escuela 4680. Con 33 niños wichi, los 3 docentes y el cocinero luchan una  guerra despareja contra la desnutrición. El comedor es una lágrima y la 
plata que le dan no alcanza para llegar al 20 de cada mes; ya por este extremo del mapa una  garrafa de 10 kg. cuesta $60. El comedor es como el de San José, a la intemperie y hecho de troncos de quebracho y cañas. La diferencia es que el de El Breal no tien e ni sillas ni mesas ni vasos ni platos ni nada. El cocinero mira derrotado su cocina y pide en su idioma que la gente le mande mercadería. Además, a la escuela, no le  funciona el baño, se rompió el mobiliario y faltan aulas.
 

Donde no hay comunicación

Si llueve dos gotas es imposible  entrar o salir. A 15 km de La Unión está El Divisadero con su escuela 4230  “Fortín Argentino”. El Tribuno llegó cuando Ingrid Cañizares y Angela López hacía dos días había asumido en  sus cargos docentes. Estaban asustadas porque, siendo de Salta capital, en el  lugar no tenían ningún tipo de comunicación.
Además se enteraron de que el Bermejo pasaba a 1 km de la escuela y que cuando crecía inundaba todo.
Una camioneta les cobró 250 pesos para entrar y el chofer les preguntó en qué fecha del siguiente mes quería que vuelva; salir por una emergencia es una utopía.

Nunca le dieron mobiliario
Entre La Unión y Rivadavia, por la provincial 14, está la localidad de Santa Rosa con una escuela fuerte por su matrícula de 170 almas. A la institución asiste un 80 % de niños wichi y por eso trabajan con 3 maestros bilingües.
La 4609 es una escuela NN  porque no tiene nombre.
Su directora Gloria Vázquez  aseguró que tiene un déficit de dos aulas que las hicieron albergue. Necesitan más grados y sobre  todo los mobiliarios ya que no recuerdan cuándo se los renovaron.

Otro pedido de albergue
La Toma es un puesto en medio del monte a 18 km de La Unión. Allí funciona la escuela 4594 Martín Miguel de Güemes que recibe a 17 niños. El gran problema que tiene el director Néstor Figueroa es muchos de esos chicos vienen de parajes como La Laguna, El Simbolar o de la misión La Purísima y tienen que caminar varias horas.
En ir y volver pierden mucho tiempo por lo que la tarea pedagógica se reduce al mínimo y por eso pide a las autoridades ministeriales la habilitación de un albergue.

Urge un auxiliar bilingüe

A 10 km de Rivadavia, rumbo al Bermejo, está El Cocal donde funciona otra escuela NN, la 4308. La directora Dilma Lamas está sola frente a los 28 niños wichi sin el auxiliar bilingüe. Cocina, sirve la comida, limpia pero no puede enseñar porque los más chiquitos no entienden nada de castellano.
Pero Dilma tiene un pedido especial. Ella ruega que alguien done tres bicicletas para los trillizos Ramirez, unos criollitos  de 6 años que tienen que caminar seis horas por los peligros del monte chaqueño para llegar a la escuela.
 

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