Un año después del escándalo por el millonario fraude, los hermanos Schoklender fueron citados y detenidos. Llamativo, pero luego de idas y vueltas, el juez federal Norberto Oyarbide citó a los Tribunales de Retiro al exapoderado de Madres de Plaza de Mayo y le “entregó” el pasaje a prisión, acusado de ser jefe de una asociación ilícita, defraudación y lavado de dinero, al desviar fondos originalmente destinados para la construcción de viviendas sociales de la Fundación que lidera Hebe de Bonafini, por más de $263 millones.
Su hermano Pablo se entregó cuando concluía la tarde en una comisaría del barrio porteño de Palermo, mientras que Alejandro Gotkin, dueño de la implicada empresa Meldorek, fue apresado en su casa.
Antes de ingresar, Sergio Schoklender dijo a los periodistas apostados en Comodoro Py que contestaría toda la requisitoria del magistrado. Las versiones indicaron que finalmente no declaró en la causa, que salió a la luz el 25 de mayo de 2011 y que causó un gran revuelo.
Según el argumento judicial, Sergio quedó detenido ante el riesgo de que “entorpezca la causa” y después fue trasladado al penal de Ezeiza.
Explicaron además que la imputación del juez “es más gravosa para los acusados respecto de la que hizo el fiscal”, pues Oyarbide ha logrado recoger “mayor cantidad de pruebas” que el Ministerio Público.
En esa línea, se supo que el juez logró comprobar que en cuatro de las cinco cuentas de Madres se hacían desvíos de fondos para supuesto beneficio de los acusados.
Cabe destacar que el magistrado había pedido también la detención de Pablo Schoklender, hermano de Sergio y también exapoderado de Madres, y la de Alejandro Gotkin, exempleado de la entidad y presidente de las empresas Antártica Argentina y Meldorek SA, a través de las cuales se habría realizado el desvío de fondos.
Pablo, a diferencia de Gotkin, quien fue detenido en su vivienda, no fue encontrado en su domicilio y se llegó a especular que se declararía prófugo, hasta que finalmente se entregó en horas de la tarde.
Gotkin quedó preso en la División de Investigaciones Federales de Organizaciones Criminales, ubicada frente al Jardín Botánico, a la espera de ser indagado hoy o mañana.
Sergio, por su parte, llegó a tribunales y tras entrevistarse con su defensora oficial, Perla Martínez de Buck, ingresó al Juzgado a las 10.30 a cumplir con la declaración.
“Voy a declarar y contestar todo lo que me pregunten”, había anunciado Sergio, pero todo indica que no lo hizo. La acusación en su contra fue por otras causas y de mayor gravedad que las que en diciembre del año le había imputado el fiscal Di Lello. Por ese motivo se habría negado a declarar y dijo que lo haría más adelante.
El juez le detalló a Schoklender en 22 hojas cada una de las acusaciones.
Parte del texto señala que “habría formado parte, en calidad de jefe, de una asociación ilícita de tres o más personas desde 2005, cuando se creó la Fundación Madres de la Plaza de Mayo, hasta el 30 de mayo del pasado año, cuando se inició la causa”.
Por ese motivo “se le imputa el manejo irregular de las distintas cuentas de la Fundación Madres de Plaza de Mayo a los fines de desviar diversas sumas de dinero entregadas por el Estado nacional y/o provinciales y/o de la ciudad Autónoma de Buenos Aires a la Fundación, las cuales habrían sido destinadas a personas y/o empresas vinculadas que no habrían realizado contraprestación alguna que pudiera justificar tales erogaciones”, remarcó el texto.
Cabe destacar que la mayor causa económica que se le imputa a Schoklender es por $51.944.695,76 que el Ministerio de Planificación le dio para construir 780 viviendas en la villa porteña de El Cartón.
Lo grave es que se descubrió que las firmas de las personas del lugar, a las que Schoklender había ido a ver para crear la ONG “Esperanzas de un cambio”, eran falsas.
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Un año después del escándalo por el millonario fraude, los hermanos Schoklender fueron citados y detenidos. Llamativo, pero luego de idas y vueltas, el juez federal Norberto Oyarbide citó a los Tribunales de Retiro al exapoderado de Madres de Plaza de Mayo y le “entregó” el pasaje a prisión, acusado de ser jefe de una asociación ilícita, defraudación y lavado de dinero, al desviar fondos originalmente destinados para la construcción de viviendas sociales de la Fundación que lidera Hebe de Bonafini, por más de $263 millones.
Su hermano Pablo se entregó cuando concluía la tarde en una comisaría del barrio porteño de Palermo, mientras que Alejandro Gotkin, dueño de la implicada empresa Meldorek, fue apresado en su casa.
Antes de ingresar, Sergio Schoklender dijo a los periodistas apostados en Comodoro Py que contestaría toda la requisitoria del magistrado. Las versiones indicaron que finalmente no declaró en la causa, que salió a la luz el 25 de mayo de 2011 y que causó un gran revuelo.
Según el argumento judicial, Sergio quedó detenido ante el riesgo de que “entorpezca la causa” y después fue trasladado al penal de Ezeiza.
Explicaron además que la imputación del juez “es más gravosa para los acusados respecto de la que hizo el fiscal”, pues Oyarbide ha logrado recoger “mayor cantidad de pruebas” que el Ministerio Público.
En esa línea, se supo que el juez logró comprobar que en cuatro de las cinco cuentas de Madres se hacían desvíos de fondos para supuesto beneficio de los acusados.
Cabe destacar que el magistrado había pedido también la detención de Pablo Schoklender, hermano de Sergio y también exapoderado de Madres, y la de Alejandro Gotkin, exempleado de la entidad y presidente de las empresas Antártica Argentina y Meldorek SA, a través de las cuales se habría realizado el desvío de fondos.
Pablo, a diferencia de Gotkin, quien fue detenido en su vivienda, no fue encontrado en su domicilio y se llegó a especular que se declararía prófugo, hasta que finalmente se entregó en horas de la tarde.
Gotkin quedó preso en la División de Investigaciones Federales de Organizaciones Criminales, ubicada frente al Jardín Botánico, a la espera de ser indagado hoy o mañana.
Sergio, por su parte, llegó a tribunales y tras entrevistarse con su defensora oficial, Perla Martínez de Buck, ingresó al Juzgado a las 10.30 a cumplir con la declaración.
“Voy a declarar y contestar todo lo que me pregunten”, había anunciado Sergio, pero todo indica que no lo hizo. La acusación en su contra fue por otras causas y de mayor gravedad que las que en diciembre del año le había imputado el fiscal Di Lello. Por ese motivo se habría negado a declarar y dijo que lo haría más adelante.
El juez le detalló a Schoklender en 22 hojas cada una de las acusaciones.
Parte del texto señala que “habría formado parte, en calidad de jefe, de una asociación ilícita de tres o más personas desde 2005, cuando se creó la Fundación Madres de la Plaza de Mayo, hasta el 30 de mayo del pasado año, cuando se inició la causa”.
Por ese motivo “se le imputa el manejo irregular de las distintas cuentas de la Fundación Madres de Plaza de Mayo a los fines de desviar diversas sumas de dinero entregadas por el Estado nacional y/o provinciales y/o de la ciudad Autónoma de Buenos Aires a la Fundación, las cuales habrían sido destinadas a personas y/o empresas vinculadas que no habrían realizado contraprestación alguna que pudiera justificar tales erogaciones”, remarcó el texto.
Cabe destacar que la mayor causa económica que se le imputa a Schoklender es por $51.944.695,76 que el Ministerio de Planificación le dio para construir 780 viviendas en la villa porteña de El Cartón.
Lo grave es que se descubrió que las firmas de las personas del lugar, a las que Schoklender había ido a ver para crear la ONG “Esperanzas de un cambio”, eran falsas.