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14 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Emocionada, la presidenta de Brasil instaló una comisión que investigará los crímenes de la dictadura

Miércoles, 16 de mayo de 2012 18:04

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, que fue torturada y detenida durante el régimen militar que gobernó el país de 1964 a 1985, instaló hoy la Comisión de la Verdad, que tendrá la responsabilidad de investigar violaciones de los derechos humanos durante la dictadura pero no de juzgar a los responsables.
Rousseff, que lloró al recordar el sufrimiento de los familiares de los muertos y desaparecidos durante la dictadura, le dio posesión a los siete integrantes de la comisión en un acto al que asistieron todos los expresidentes brasileños, así como los comandantes de las Fuerzas Armadas.
En un acto simbólico, la jefa de Estado llegó a la ceremonia acompañada de los exmandatarios José Sarney (1985-1990), Fernando Collor de Mello (1990-1992), Fernando Henrique Cardoso (1995-2002) y Lula da Silva (2003-2010). Itamar Franco (1992-1995) falleció el 2 de julio de 2011.
La Presidenta aseguró que el propósito de la comisión será recuperar la verdad sin revanchismo para poder alcanzar la reconciliación nacional.
“Brasil merece la verdad, las nuevas generaciones merecen la verdad y especialmente merecen la verdad quienes perdieron amigos y parientes y que continúan sufriendo como si ellos muriesen de nuevo cada día”, afirmó la mandataria, que tuvo que interrumpir su discurso por los aplausos y para secarse las lágrimas.
La comisión tendrá un plazo de dos años para investigar crímenes contra los derechos humanos ocurridos entre 1946 y 1988, aunque se centrará sobre todo en el último régimen militar (1964-1985).
“No nos mueve el revanchismo, el odio o el deseo de escribir la historia de una forma diferente a lo que ocurrió sino la necesidad de conocer sin ocultamientos lo que ocurrió”, agregó la gobernante, que estuvo presa dos años por su militancia en un movimiento de izquierda que combatió la dictadura.
Sin citar específicamente la Ley de Amnistía de 1979 que impide llevar ante la Justicia a los sospechosos de haber torturado, secuestrado o asesinado durante la dictadura, Rousseff recordó que Brasil recuperó la democracia gracias a pactos políticos que pretende respetar y que serán honrados por la Comisión de la Verdad.
“Así como respeto a quienes lucharon por la democracia también respeto los pactos políticos que nos llevaron a la redemocratización”, afirmó.
 

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La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, que fue torturada y detenida durante el régimen militar que gobernó el país de 1964 a 1985, instaló hoy la Comisión de la Verdad, que tendrá la responsabilidad de investigar violaciones de los derechos humanos durante la dictadura pero no de juzgar a los responsables.
Rousseff, que lloró al recordar el sufrimiento de los familiares de los muertos y desaparecidos durante la dictadura, le dio posesión a los siete integrantes de la comisión en un acto al que asistieron todos los expresidentes brasileños, así como los comandantes de las Fuerzas Armadas.
En un acto simbólico, la jefa de Estado llegó a la ceremonia acompañada de los exmandatarios José Sarney (1985-1990), Fernando Collor de Mello (1990-1992), Fernando Henrique Cardoso (1995-2002) y Lula da Silva (2003-2010). Itamar Franco (1992-1995) falleció el 2 de julio de 2011.
La Presidenta aseguró que el propósito de la comisión será recuperar la verdad sin revanchismo para poder alcanzar la reconciliación nacional.
“Brasil merece la verdad, las nuevas generaciones merecen la verdad y especialmente merecen la verdad quienes perdieron amigos y parientes y que continúan sufriendo como si ellos muriesen de nuevo cada día”, afirmó la mandataria, que tuvo que interrumpir su discurso por los aplausos y para secarse las lágrimas.
La comisión tendrá un plazo de dos años para investigar crímenes contra los derechos humanos ocurridos entre 1946 y 1988, aunque se centrará sobre todo en el último régimen militar (1964-1985).
“No nos mueve el revanchismo, el odio o el deseo de escribir la historia de una forma diferente a lo que ocurrió sino la necesidad de conocer sin ocultamientos lo que ocurrió”, agregó la gobernante, que estuvo presa dos años por su militancia en un movimiento de izquierda que combatió la dictadura.
Sin citar específicamente la Ley de Amnistía de 1979 que impide llevar ante la Justicia a los sospechosos de haber torturado, secuestrado o asesinado durante la dictadura, Rousseff recordó que Brasil recuperó la democracia gracias a pactos políticos que pretende respetar y que serán honrados por la Comisión de la Verdad.
“Así como respeto a quienes lucharon por la democracia también respeto los pactos políticos que nos llevaron a la redemocratización”, afirmó.
 

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