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Solo una luz de ventaja

Viernes, 18 de mayo de 2012 12:17

Boca, que jugó casi una hora en superioridad numérica, venció   anoche Fluminense de Brasil por 1 a 0 en el partido de ida por los cuartos de final de la Copa Libertadores de América. El único gol del encuentro, jugado en una Bombonera colmada, lo marcó el delantero Pablo Mouche a los 6 minutos del segundo tiempo. La victoria de Boca fue incuestionable, aunque exigua de cara a la revancha, que se jugará el miércoles venidero en Río de Janeiro. Más allá de esto, el equipo auriazul hilvanó su séptimo triunfo consecutivo en la Copa e igualó su propio récord de 2003, cuando se alzó con el título.
 

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Boca, que jugó casi una hora en superioridad numérica, venció   anoche Fluminense de Brasil por 1 a 0 en el partido de ida por los cuartos de final de la Copa Libertadores de América. El único gol del encuentro, jugado en una Bombonera colmada, lo marcó el delantero Pablo Mouche a los 6 minutos del segundo tiempo. La victoria de Boca fue incuestionable, aunque exigua de cara a la revancha, que se jugará el miércoles venidero en Río de Janeiro. Más allá de esto, el equipo auriazul hilvanó su séptimo triunfo consecutivo en la Copa e igualó su propio récord de 2003, cuando se alzó con el título.
 

Salvo en los primeros minutos, cuando Fluminense equlibró el trámite, a partir del cuarto de hora inicial Boca tomó la iniciativa, que se acentuó tras la expulsión de Carlinhos. Sin embargo, en el comienzo, el equipo brasileño estuvo a punto de abrir el marcador luego de un error de Erviti dentro del área, Jean no pudo aprovechar y remató defectuosamente solo frente a Orion. Después, Boca empezó a inclinar el terreno con la presión de los volantes, las subidas de los laterales y algunos estiletazos de Riquelme.Precisamente, de un tiro libre del capitán surgió la primera llegada clara de Boca: Roncaglia tocó en el primer palo y Bruno Cavalieri sacó al córner. Enseguida, apareció nuevamente Roncaglia en función ofensiva, pero se encontró con otra buena contención del arquero. Boca seguía buscando y tuvo otra situación propicia tras un centro de Mouche, que Cvitanich cabeceó apenas desviado.

Luego, Carlinhos vio la tarjeta roja y Boca acentuó su dominio ante un rival confundido, que se defendía como podía en inferioridad numérica. En los últimos cinco minutos, Boca generó otras tres oportunidades con sendos remates de Mouche, Riquelme y Schiavi, pero en todos los casos con buena espuesta del arquero. Tras un córner para Fluminense quedó instalada la polémica, ya que Roncaglia tocó la pelota con un brazo -aparentemente sin intención- mientras intentaba despejar un cabezazo de Sobis. Para la segunda parte, Falcioni puso un delantero más, en este caso Blandi, por un volante, en busca del desequlibrio ofensivo, que llegó a los 6. Cvitanich, otra vez más importante en las inmediaciones que dentro del área, habilitó a Mouche, quien venció al arquero con un zurdazo cruzado.
 

Sin embargo, tras el gol bajó el ímpetu de Boca, más allá de que mantuvo la iniciativa, pero sin demasiada profundidad. Fluminense hizo lo que se esperaba: se refugió en su propia área e intentó acertar con algún contragolpe, pero no inquietó demasiado. Boca tuvo algunas pocas oportunidades, la más clara a través de
Schiavi, quien rompió el fuera de juego del visitante y remató desviado cara a cara con el arquero.

 

 


 

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