Hollande marcó el tono del debate desde su primera intervención: “Seré el presidente de la justicia. La crisis ha golpeado a los más débiles. Los privilegiados ya han estado demasiado protegidos; seré el presidente de la recuperación económica, porque el país necesita ajustar sus cuentas públicas y volver a crecer; y seré el presidente de la unidad, porque hemos vivido demasiada división”, dijo.
Sarkozy replicó: “Quiero que se diga la verdad. Estamos ante una decisión histórica. No podemos errar”. El presidente dio sensación de ir perdiendo fuelle con el paso de los minutos: “No soy el único culpable. He sufrido la violencia de la izquierda, de la CGT que pide el voto para usted, violando la tradición. Me han comparado con Franco, con Petain, con Laval, con Hitler y usted no ha dicho nada”.
“No se haga la víctima, señor Sarkozy”, contestó Hollande. “Francia está herida, dividida, y muchas veces en estos cinco años se ha sentido así por sus palabras, por su actitud”, finalizó.
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Hollande marcó el tono del debate desde su primera intervención: “Seré el presidente de la justicia. La crisis ha golpeado a los más débiles. Los privilegiados ya han estado demasiado protegidos; seré el presidente de la recuperación económica, porque el país necesita ajustar sus cuentas públicas y volver a crecer; y seré el presidente de la unidad, porque hemos vivido demasiada división”, dijo.
Sarkozy replicó: “Quiero que se diga la verdad. Estamos ante una decisión histórica. No podemos errar”. El presidente dio sensación de ir perdiendo fuelle con el paso de los minutos: “No soy el único culpable. He sufrido la violencia de la izquierda, de la CGT que pide el voto para usted, violando la tradición. Me han comparado con Franco, con Petain, con Laval, con Hitler y usted no ha dicho nada”.
“No se haga la víctima, señor Sarkozy”, contestó Hollande. “Francia está herida, dividida, y muchas veces en estos cinco años se ha sentido así por sus palabras, por su actitud”, finalizó.