Una mujer fue despedida de una distribuidora de ropa interior, después de que los dueños consideraran que tenía unos pechos demasidados exhuberantes y que por ello distraía a los clientes.
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Una mujer fue despedida de una distribuidora de ropa interior, después de que los dueños consideraran que tenía unos pechos demasidados exhuberantes y que por ello distraía a los clientes.
La afectada es Laura Odes, de sólo 29 años, quien en conferencia de prensa denunció la acción junto a su abogada.
"Cuando me dijeron primero que era demasiado caliente y que mis pechos eran demasiado grandes, me quedé de piedra", dijo. "Pensé que estaba vestida de manera adecuada todos los días por mi trabajo como asistente de producción."
La denuncia, recogida por el New York Daily News, señala que la joven fue contratada en abril, pero que a los dos días se le informó que no había conformidad con su vestimenta.
Ella se defiende relatando que cuando fue a la entrevista de trabajo iba con una mini y nadie cuestionó en ese momento su apariencia.
"Ella fue despedida simplemente por ser atractiva y porque no se ajustaba a las restricciones religiosas impuestas por la alta dirección", afirmó su abogada.
En la singular denuncia, Odes señaló que uno de los jefes le sugirió que tratara de aplastar sus pechos para que no fueran tan llamativos.