La defensa de Osvaldo Martínez, karateca y uno de los dos imputados por el cuádruple crimen de La Plata, presentó un pedido de nulidad de la resolución de la Cámara Penal que avaló su detención y lo actuado durante la instrucción del caso.
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La defensa de Osvaldo Martínez, karateca y uno de los dos imputados por el cuádruple crimen de La Plata, presentó un pedido de nulidad de la resolución de la Cámara Penal que avaló su detención y lo actuado durante la instrucción del caso.
El principal cuestionamiento presentado por el abogado de Martínez, Julio Beley, contra la instrucción llevada adelante por el fiscal Alvaro Garganta se da porque, argumenta, el funcionario judicial no hizo lugar a una serie de medidas, pericias y testimonios pedidos por la defensa del acusado.
Beley denunció, en ese sentido, que a su entender existe “parcialidad” por parte de los encargados de llevar adelante la investigación del aberrante hecho, ocurrido en una vivienda del barrio platense de La Loma.
La semana pasada, la Sala III de la Cámara Penal platense ratificó lo actuado por el fiscal Garganta y el juez de Instrucción Guillermo Atencio, mientras que rechazó un hábeas corpus presentado por la defensa del imputado.
Martínez había sido detenido poco después de que ocurrieran los crímenes en noviembre pasado, en el barrio de La Loma, que tuvieron como víctimas a tres mujeres y a una niña de 11 años.
El karateca Martínez, novio de una de las víctimas, recuperó la libertad en los primeros días de enero porque no se encontraron rastros genéticos suyos en la escena del crimen, pero volvió a ser detenido el 2 de mayo pasado, poco después de que cayera preso el albañil Javier “la Hiena” Quiroga.
Quiroga, con quien se corresponden varios de los rastros encontrados en el lugar, sindicó a Martínez como el autor de los asesinatos y quien supuestamente lo obligó a dejar las huellas en el lugar.
El 26 de noviembre último fueron halladas asesinadas a puñaladas y golpes la novia de Martínez, Bárbara Santos, de 29 años; su hija Micaela Galle, de 11; su madre, Susana de Barttole, de 63, y una amiga de la familia, Marisol Pereyra, de 35.