Una región “mágica y sorprendente”. Así se presenta Antofagasta para tentarnos a conocer y disfrutar de su cultura, diversión, su agradable clima y una enorme diversidad de playas y paisajes que no dejarán de maravillarnos.
A sólo medio día de viaje en automóvil a través del Paso de Jama se encuentra la Segunda Región, donde el turista accede a un recorrido imperdible en el que podrá apreciar la majestuosidad de la Cordillera de los Andes, con sus macizos, salares y volcanes; pasando por San Pedro de Atacama, el Valle de la Luna y la imponente belleza del desierto más árido del mundo; el trayecto continúa, pasando por la pampa nortina y los vestigios de las oficinas salitreras como mudo testigo de la otrora bonanza de la época del “oro blanco”, para finalmente llegar a destino: la extensa zona costera, con su amplia oferta hotelera, gastronómica y con una infinidad de playas aptas para satisfacer los gustos más variados y exigentes. Es aquí donde la aventura recién comienza.
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Una región “mágica y sorprendente”. Así se presenta Antofagasta para tentarnos a conocer y disfrutar de su cultura, diversión, su agradable clima y una enorme diversidad de playas y paisajes que no dejarán de maravillarnos.
A sólo medio día de viaje en automóvil a través del Paso de Jama se encuentra la Segunda Región, donde el turista accede a un recorrido imperdible en el que podrá apreciar la majestuosidad de la Cordillera de los Andes, con sus macizos, salares y volcanes; pasando por San Pedro de Atacama, el Valle de la Luna y la imponente belleza del desierto más árido del mundo; el trayecto continúa, pasando por la pampa nortina y los vestigios de las oficinas salitreras como mudo testigo de la otrora bonanza de la época del “oro blanco”, para finalmente llegar a destino: la extensa zona costera, con su amplia oferta hotelera, gastronómica y con una infinidad de playas aptas para satisfacer los gustos más variados y exigentes. Es aquí donde la aventura recién comienza.
Playas para todos los gustos
Playa Paraíso, El Trocadero y el Balneario Municipal son las tres playas artificiales con que cuenta la capital regional. Diseñadas especialmente para aprovechar las bondades del Océano Pacífico y ubicadas muy cerca de la zona céntrica de la ciudad, con arenas suaves, aguas templadas y especialmente tranquilas para garantizar el esparcimiento relajado y seguro de toda la familia.
Estos lugares, además de contar con acceso directo a locales de expendio de alimentos se caracterizan por estar rodeados de una extensa costanera con máquinas de ejercicios y en la que además existen ciclovías y canchas para la práctica de deportes.
Pero si de hacer deportes se trata, la variedad de playas es directamente proporcional con la diversidad de deportes que se pueden practicar: body, surf, kite surf, parapente, kayak, pesca y buceo son sólo algunos ejemplos.
Un poco más al Sur
Playa Llacolén, situada en el sector sur de la ciudad es una muestra de ello, pues se ha ganado un espacio como parte de los circuitos para el desarrollo de campeonatos nacionales y mundiales de surf y bodyboard. Avanzando hacia el norte, en las cercanías de Antofagasta también se encuentran el imponente monumento natural de La Portada; playa La Rinconada, que es punto de encuentro para los amantes del kite surf y el Balneario Juan López, una tranquila bahía con cabañas y hospedaje al borde del mar.
Pero esto no es todo lo que puede ofrecer Antofagasta al viajero ni mucho menos.