La prohibición de hacer campaña entró en vigor ayer en Grecia, 24 horas antes de celebrarse, hoy, las elecciones más inciertas y críticas desde hace décadas, en las que se pone en juego el futuro del país en la Unión Europea (UE).
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La prohibición de hacer campaña entró en vigor ayer en Grecia, 24 horas antes de celebrarse, hoy, las elecciones más inciertas y críticas desde hace décadas, en las que se pone en juego el futuro del país en la Unión Europea (UE).
La ciudadanía griega elegirá al nuevo parlamento, entre candidatos de 32 formaciones políticas y temores de que sea necesario un gobierno de coalición y se concrete el ascenso de la extrema derecha y la extrema izquierda en medio de una profundización de la crisis económica.
“Con el duro dilema de permanecer en el euro o la quiebra, los votantes acudirán a las urnas en el enfrentamiento electoral más crucial en las últimas décadas”, según el diario de centro-izquierda Ta Nea.
La izquierda radical podría anotarse el 30% de los sufragios. Y los neonazis de Chrysi Avgi (Amanecer Dorado), un partido liderado por un ex militar, podría lograr más de un 5%, es decir, ubicar unos 15 diputados en un Parlamento con 300 escaños. Las elecciones son el producto de la caída del gobierno de George Papandreu, en noviembre, por la aceptación de fuertes medidas de ajuste impuestas para recibir ayuda de la UE y el FMI.
Ese mes asumió de manera interina la jefatura de gobierno Lucas Papademos, de 64 años, economista ex vicegobernador del Banco Central Europeo (BCE), que es visto por los mercados como un tecnócrata.
El nuevo gobierno se encargó de adoptar y aplicar las medidas de ajuste necesarias para recibir el respaldo financiero y evitar profundizar una crisis que crece día a día por el remedio del recorte en todas las áreas sociales, que resulta peor que la enfermedad.
Respaldo contraproducente
El rechazo ciudadano a esas medidas erosionó también a las tradicionales formaciones políticas griegas, el Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK) y el conservador Nueva Democracia, que de manera obligada respaldan a Papademos.
En la perspectiva de los comicios de hoy se prevé que ninguna de esas dos organizaciones logre por sí misma la mayoría para formar gobierno y, además, que su voto termine dificultando la formación de una coalición de gobierno.
De hecho, se vislumbra que parte del electorado griego volverá la mirada hacia la extrema derecha. En este sentido el actual líder del PASOK, Evangelos Venizelos, llamó en la última semana a evitar que el neonazismo entre al parlamento saludando con el brazo en alto como lo hacían los nacionalsocialistas alemanes.
Papademos destacó, por su parte, que las elecciones determinarán el futuro de Grecia por décadas. “Confío en que la decisión de los ciudadanos sea mirando el futuro y no el pasado”, señaló el primer ministro.