La ministra de Seguridad de la Nación, Nilda Garré, aseguró ayer que intentará prohibir que los policías utilicen armas reglamentarias durante sus días de franco, con el fin de evitar casos de “gatillo fácil”.
“Es absurdo que una persona que está de franco se vea obligada a disparar”, consideró Garré al referirse al trágico episodio en el que falleció el joven futbolista Lautaro Bugatto, tras recibir un disparo de un efectivo que intentó evitar un robo a su hija en la localidad bonaerense de Burzaco.
“Todo salió mal; el policía que tenía franco de servicio vio el robo y entendió que podía sacar el arma y disparar. Aparentemente las balas que se encontraron son solamente del policía, por lo que los delincuentes no estaban armados ni dispararon”, explicó.
Garré sostuvo que el policía “podría” no haber accionado su arma y adelantó: “Tenemos que avanzar más, y que cuando estén de franco, no porten armas”.
En ese sentido, la ministra Garré indicó que para realizar la reforma no hace falta aprobar una ley en el Congreso de la Nación, sino modificar reglamentos internos de las fuerzas de seguridad.
Esta intención ya generó repercusiones negativas en los efectivos policiales, porque según ellos cuando están de franco portan el arma para resguardarse de hechos delictivos, que por ser integrantes de alguna fuerza terminan con represalias para ellos.
“Hay una cultura propia del policía de tener que estar todo el tiempo reaccionando como policía y hay que ir destruyéndola porque, lejos de estar más protegido de una eventual venganza, está más inseguro cuando actúa de franco”, agregó Garré.
Y concluyó: “Desde los 90 se impulsó esta iniciativa y siempre me encontré con esta misma resistencia. Hay varios casos de muertes de policías durante este año, y en todos los casos se trató de uniformados que en franco de servicio deciden resistir”.
Por la provincia de Buenos Aires, el gobernador Daniel Scioli se sumó a las críticas por lo ocurrido con el futbolista del club Banfield.
Aseguró que sentía “indignación, consternación, mucha bronca, porque obviamente no es la policía que queremos ni es nuestra política de seguridad”. Scioli despegó el hecho criminal de su política de seguridad -que recibe críticas desde amplios sectores del kirchnerismo- al considerar que “esto no es inseguridad, es un asesinato. Como tal hay que tratarlo, con todo el peso de la fuerza de la ley”. El futbolista fue asesinado el domingo de un tiro en la puerta de su casa, en Burzaco.
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La ministra de Seguridad de la Nación, Nilda Garré, aseguró ayer que intentará prohibir que los policías utilicen armas reglamentarias durante sus días de franco, con el fin de evitar casos de “gatillo fácil”.
“Es absurdo que una persona que está de franco se vea obligada a disparar”, consideró Garré al referirse al trágico episodio en el que falleció el joven futbolista Lautaro Bugatto, tras recibir un disparo de un efectivo que intentó evitar un robo a su hija en la localidad bonaerense de Burzaco.
“Todo salió mal; el policía que tenía franco de servicio vio el robo y entendió que podía sacar el arma y disparar. Aparentemente las balas que se encontraron son solamente del policía, por lo que los delincuentes no estaban armados ni dispararon”, explicó.
Garré sostuvo que el policía “podría” no haber accionado su arma y adelantó: “Tenemos que avanzar más, y que cuando estén de franco, no porten armas”.
En ese sentido, la ministra Garré indicó que para realizar la reforma no hace falta aprobar una ley en el Congreso de la Nación, sino modificar reglamentos internos de las fuerzas de seguridad.
Esta intención ya generó repercusiones negativas en los efectivos policiales, porque según ellos cuando están de franco portan el arma para resguardarse de hechos delictivos, que por ser integrantes de alguna fuerza terminan con represalias para ellos.
“Hay una cultura propia del policía de tener que estar todo el tiempo reaccionando como policía y hay que ir destruyéndola porque, lejos de estar más protegido de una eventual venganza, está más inseguro cuando actúa de franco”, agregó Garré.
Y concluyó: “Desde los 90 se impulsó esta iniciativa y siempre me encontré con esta misma resistencia. Hay varios casos de muertes de policías durante este año, y en todos los casos se trató de uniformados que en franco de servicio deciden resistir”.
Por la provincia de Buenos Aires, el gobernador Daniel Scioli se sumó a las críticas por lo ocurrido con el futbolista del club Banfield.
Aseguró que sentía “indignación, consternación, mucha bronca, porque obviamente no es la policía que queremos ni es nuestra política de seguridad”. Scioli despegó el hecho criminal de su política de seguridad -que recibe críticas desde amplios sectores del kirchnerismo- al considerar que “esto no es inseguridad, es un asesinato. Como tal hay que tratarlo, con todo el peso de la fuerza de la ley”. El futbolista fue asesinado el domingo de un tiro en la puerta de su casa, en Burzaco.