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18 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Sobrefacturación del servicio

Lunes, 11 de junio de 2012 14:56

Al igual que en el resto de las ciudades, la mayoría de los usuarios de Güemes calificó el servicio como deficiente. El principal reclamo es por la mala señal en las comunicaciones. La mayoría de los consultados dijo que existen puntos ciegos en la ciudad, además de numerosos sectores, desde Cobos hasta Salta y desde Cabeza de Buey hasta el Juramento, donde directamente no hay cobertura.

En segundo lugar los usuarios destacaron la mala atención al cliente: dificultad para lograr que atienda un operador, esperas prolongadas en línea y ausencia de soluciones para quienes finalmente pueden comunicarse con un representante telefónico. “Las contestadoras son irritantes y te tienen un montón de tiempo esperando”, destacó una vecina.

La facturación es otro problema. El 90% de quienes cuentan con un teléfono prepago destacó que el cobro es mayor al uso. Otros afirmaron que a pesar de realizar recargas, el saldo continúa en rojo sin haber realizado llamadas o enviado mensajes de texto.

Siguen en el listado de quejas el consumo de pulsos, al pasar directamente al contestador, cortes durante las llamadas y caída de las líneas.

Con respecto al cambio de prestadoras, solo el 25% señaló que se pasó a otra empresa, con el objetivo de encontrar mejoras en el servicio.

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Al igual que en el resto de las ciudades, la mayoría de los usuarios de Güemes calificó el servicio como deficiente. El principal reclamo es por la mala señal en las comunicaciones. La mayoría de los consultados dijo que existen puntos ciegos en la ciudad, además de numerosos sectores, desde Cobos hasta Salta y desde Cabeza de Buey hasta el Juramento, donde directamente no hay cobertura.

En segundo lugar los usuarios destacaron la mala atención al cliente: dificultad para lograr que atienda un operador, esperas prolongadas en línea y ausencia de soluciones para quienes finalmente pueden comunicarse con un representante telefónico. “Las contestadoras son irritantes y te tienen un montón de tiempo esperando”, destacó una vecina.

La facturación es otro problema. El 90% de quienes cuentan con un teléfono prepago destacó que el cobro es mayor al uso. Otros afirmaron que a pesar de realizar recargas, el saldo continúa en rojo sin haber realizado llamadas o enviado mensajes de texto.

Siguen en el listado de quejas el consumo de pulsos, al pasar directamente al contestador, cortes durante las llamadas y caída de las líneas.

Con respecto al cambio de prestadoras, solo el 25% señaló que se pasó a otra empresa, con el objetivo de encontrar mejoras en el servicio.

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