Un travesti denunció ayer en la comisaría 9, que un joven, de quien no aportó mayores datos, lo había estafado, al convencerlo de que estaba muy necesitado de dinero y que, por ello mismo, había salido a vender su notebook “al precio que usted quiera”.
Dijo que el rápido diálogo ocurrió en la madrugada de ayer, en la intersección de avenida Hipólito Yrigoyen y Carmen Puch.
“Le di $200 porque me dio pena y porque, además, me pareció un buen negocio. Sin embargo -añadió-, cuando abrí el estuche, que era perfecto, advertí que en el interior sólo había una plancha de vidrio. Cuando levanté la vista, el estafador ya había desaparecido”, contó la víctima, quien pese a poseer documentos masculinos, se identificó como Belén Correa.
Los efectivos de la comisaría 9 salieron a patrullar la zona en procura de dar con el delincuente, pero sin resultados positivos. “Se hizo humo como por arte de magia”, dijeron.
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Un travesti denunció ayer en la comisaría 9, que un joven, de quien no aportó mayores datos, lo había estafado, al convencerlo de que estaba muy necesitado de dinero y que, por ello mismo, había salido a vender su notebook “al precio que usted quiera”.
Dijo que el rápido diálogo ocurrió en la madrugada de ayer, en la intersección de avenida Hipólito Yrigoyen y Carmen Puch.
“Le di $200 porque me dio pena y porque, además, me pareció un buen negocio. Sin embargo -añadió-, cuando abrí el estuche, que era perfecto, advertí que en el interior sólo había una plancha de vidrio. Cuando levanté la vista, el estafador ya había desaparecido”, contó la víctima, quien pese a poseer documentos masculinos, se identificó como Belén Correa.
Los efectivos de la comisaría 9 salieron a patrullar la zona en procura de dar con el delincuente, pero sin resultados positivos. “Se hizo humo como por arte de magia”, dijeron.