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Reconocieron los restos de una mujer desaparecida en Tucumán

Sabado, 23 de junio de 2012 15:18

Familiares de Marcela Chiaro, quien estaba desaparecida desde febrero en Tucumán, reconocieron que restos hallados hace una semana en cañaverales de Lules correspondían a la mujer, tras lo cual la fiscalía llevará el lunes a Buenos Aires muestras del cadáver y cabellos para un análisis genético.
El caso es investigado por el fiscal Guillermo Herrera, quien imputó por homicidio al marido de Chiaro, Luis Corral, y a la aparente amante de éste, Paola Corral, luego de hallar restos de sangre en la veterinaria del hombre y un cuchillo ensangrentado en casa de la mujer.
Rosana y Jaquelina Chiaro, hermanas de la víctima, admitieron haber reconocido que las ropas encontradas en el cañaveral de la localidad tucumana de Leales y los cabellos correspondían a Marcela. "Saber que mi hermana estuvo meses tirada ahí es horrible, nadie se merece eso", dijo Rosana Chiaro recientemente al diario La Gaceta.
Las Chiaro, oriundas de la ciudad santafesina de Esperanza, reconocieron en los tribunales cabellos y un vestido que fueron encontrados con partes del esqueleto de la mujer desaparecida y que era madre de un niño.
Rosana Chiaro relató que cuando vio las prendas "de cerca descubrí que era un vestido gris que le había comprado yo en Esperanza; ahí caí en que era ella, fue un momento horrible". "No tenía manchas de sangre, pero tenía algo seco, como una sal" acotó la mujer y relató que la forense "dijo que era muy sospechoso, como si le hubieran tirado alguna sustancia o hubieran fumigado el lugar, porque el pelo y los dientes también estaban así y se rompían fácilmente". En ese marco, señaló que sus padres "están muy mal; saber que mi hermana estuvo meses tirada ahí es horrible, nadie se merece eso".
El fiscal Herrera, en tanto, anunció que "el lunes o el martes voy a llevar personalmente las muestras al laboratorio en Buenos Aires y no tengo fecha para el resultado".
Respecto a los avances en la investigación señaló que tras el allanamiento a la veterinaria de Corral "analizamos una vía de escape rápida, trabajamos con informantes y hay quienes reconocerían el auto de él" cerca de los cañaverales.
"Pero el lugar es de difícil acceso y los perros de búsqueda tenían problemas por la caña de azúcar, que afecta el olfato", indicó el fiscal.
Herrera aclaró que necesitaba el análisis de ADN para confirmar la identidad de Chiaro y señaló que "aunque no sean sus restos estoy en condiciones de acusar a los imputados porque hay muchos indicios que forman un cuadro presuncional contundente".
Y, en cuanto a la situación de los imputados, dijo que "no hace falta indagarlos de nuevo" pero indicó que volverá a llamarlos "para que argumenten sobre las nuevas pruebas y se defiendan, que den una explicación".
"En este caso tenemos sangre en la casa de la amante de Corral, en la veterinaria y en la camioneta", recordó Herrera.
Chiaro tenía 38 años y vivía con su marido y la hija de ambos de dos años en Tucumán, pero el 13 de febrero el esposo denunció la desaparición de la mujer.
Días después, restos de sangre fueron hallados por los investigadores en la veterinaria y en la camioneta de Corral, por lo que quedó detenido. Otras pruebas y rastros de sangre en un cuchillo en el departamento de Paola Castro, complicaron la situación de ambos que quedaron detenidos.

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Familiares de Marcela Chiaro, quien estaba desaparecida desde febrero en Tucumán, reconocieron que restos hallados hace una semana en cañaverales de Lules correspondían a la mujer, tras lo cual la fiscalía llevará el lunes a Buenos Aires muestras del cadáver y cabellos para un análisis genético.
El caso es investigado por el fiscal Guillermo Herrera, quien imputó por homicidio al marido de Chiaro, Luis Corral, y a la aparente amante de éste, Paola Corral, luego de hallar restos de sangre en la veterinaria del hombre y un cuchillo ensangrentado en casa de la mujer.
Rosana y Jaquelina Chiaro, hermanas de la víctima, admitieron haber reconocido que las ropas encontradas en el cañaveral de la localidad tucumana de Leales y los cabellos correspondían a Marcela. "Saber que mi hermana estuvo meses tirada ahí es horrible, nadie se merece eso", dijo Rosana Chiaro recientemente al diario La Gaceta.
Las Chiaro, oriundas de la ciudad santafesina de Esperanza, reconocieron en los tribunales cabellos y un vestido que fueron encontrados con partes del esqueleto de la mujer desaparecida y que era madre de un niño.
Rosana Chiaro relató que cuando vio las prendas "de cerca descubrí que era un vestido gris que le había comprado yo en Esperanza; ahí caí en que era ella, fue un momento horrible". "No tenía manchas de sangre, pero tenía algo seco, como una sal" acotó la mujer y relató que la forense "dijo que era muy sospechoso, como si le hubieran tirado alguna sustancia o hubieran fumigado el lugar, porque el pelo y los dientes también estaban así y se rompían fácilmente". En ese marco, señaló que sus padres "están muy mal; saber que mi hermana estuvo meses tirada ahí es horrible, nadie se merece eso".
El fiscal Herrera, en tanto, anunció que "el lunes o el martes voy a llevar personalmente las muestras al laboratorio en Buenos Aires y no tengo fecha para el resultado".
Respecto a los avances en la investigación señaló que tras el allanamiento a la veterinaria de Corral "analizamos una vía de escape rápida, trabajamos con informantes y hay quienes reconocerían el auto de él" cerca de los cañaverales.
"Pero el lugar es de difícil acceso y los perros de búsqueda tenían problemas por la caña de azúcar, que afecta el olfato", indicó el fiscal.
Herrera aclaró que necesitaba el análisis de ADN para confirmar la identidad de Chiaro y señaló que "aunque no sean sus restos estoy en condiciones de acusar a los imputados porque hay muchos indicios que forman un cuadro presuncional contundente".
Y, en cuanto a la situación de los imputados, dijo que "no hace falta indagarlos de nuevo" pero indicó que volverá a llamarlos "para que argumenten sobre las nuevas pruebas y se defiendan, que den una explicación".
"En este caso tenemos sangre en la casa de la amante de Corral, en la veterinaria y en la camioneta", recordó Herrera.
Chiaro tenía 38 años y vivía con su marido y la hija de ambos de dos años en Tucumán, pero el 13 de febrero el esposo denunció la desaparición de la mujer.
Días después, restos de sangre fueron hallados por los investigadores en la veterinaria y en la camioneta de Corral, por lo que quedó detenido. Otras pruebas y rastros de sangre en un cuchillo en el departamento de Paola Castro, complicaron la situación de ambos que quedaron detenidos.

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