Los manteros volvieron a manifestarse. Lo hicieron ayer al mediodía, en pleno centro de la capital salteña (Ituzaingó esquina San Martín) lo que ocasionó caos en el tránsito. Con la nueva protesta le dieron continuidad a su reclamo de que les otorguen permiso oficial para seguir trabajando en las peatonales todos los días, de 14 a 16 y de 22 a 00.
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Los manteros volvieron a manifestarse. Lo hicieron ayer al mediodía, en pleno centro de la capital salteña (Ituzaingó esquina San Martín) lo que ocasionó caos en el tránsito. Con la nueva protesta le dieron continuidad a su reclamo de que les otorguen permiso oficial para seguir trabajando en las peatonales todos los días, de 14 a 16 y de 22 a 00.
Además, levantaron firmas que les sirvan de aval para presentar un proyecto que los habilite a mejorar sus condiciones laborales.
El proyecto consiste en formar una asociación a través de la cual se les dicten cursos a los vendedores para que puedan realizar su propia mercadería y de esa manera puedan pagar un monotributo social, entre otros puntos.
“Este es un reclamo que ya viene desde hace bastante tiempo y al que distintos funcionarios han hecho oídos sordos. Nosotros no somos feriantes, vivimos el día a día y no tenemos un capital. Nos sentimos marginados y discriminados”, dijo Julio Gaitán, uno de los delegados del grupo de manteros.
“Vender para comer”
Claudia Liendro pertenece a una familia que siempre se dedicó a esta actividad. Comentó que su abuela vendía allí, al igual que su mamá y que ella hace lo mismo desde que es muy pequeña. “Me molesta cuando mucha gente nos tilda de vagos o nos dicen que vayamos a estudiar. A mí me hubiese encantado hacerlo, pero trabajo desde chiquita y yo ahora tengo mis propios hijos y es lo único que, por ahora, puedo ofrecerles”, dijo la mujer.
“La plata que hacemos vendiendo esas cuatro horitas es con la que vivimos el día a día. Somos muchísimas las personas que trabajamos de esto. No queremos quedarnos sin nuestra fuente de trabajo porque es nuestro único modo de darle de comer a nuestros hijos”, dijo Claudia, mientras ayudaba a recolectar firmas.