Dieciséis músicos tocando diferentes instrumentos, en su mayoría de viento, proponen una exploración sensorial por las raíces jamaiquinas, como el ska y el reggae, fusionados con clásicos del jazz, rock y hasta música de películas. Libertad interpretativa es la base de la propuesta de Dancing Mood, una banda formada en 2001 por el trompetista y arreglador Hugo Lobo con el único fin de incorporar el ska a la música argentina. La agrupación, que por primera vez tocará en nuestro medio, será la figura principal del Saltá Reggae, un festival que también reunirá a músicos locales y de Tucumán, hoy en La Estación Mega Disco (Balcarce 864). El encuentro comenzará a las 18.30 con Skaces de Tucumán, continuará a las 19 con La Vizcacha y cerrará a las 20 con Dancing Mood.
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Dieciséis músicos tocando diferentes instrumentos, en su mayoría de viento, proponen una exploración sensorial por las raíces jamaiquinas, como el ska y el reggae, fusionados con clásicos del jazz, rock y hasta música de películas. Libertad interpretativa es la base de la propuesta de Dancing Mood, una banda formada en 2001 por el trompetista y arreglador Hugo Lobo con el único fin de incorporar el ska a la música argentina. La agrupación, que por primera vez tocará en nuestro medio, será la figura principal del Saltá Reggae, un festival que también reunirá a músicos locales y de Tucumán, hoy en La Estación Mega Disco (Balcarce 864). El encuentro comenzará a las 18.30 con Skaces de Tucumán, continuará a las 19 con La Vizcacha y cerrará a las 20 con Dancing Mood.
Con su ideología de barrio intacta, Dancing Mood es una banda que elige y disfruta romper los esquemas. Su propuesta se cimienta en el ska, un género musical que para su líder Hugo Lobo y el resto de los quince integrantes que la conforman es tan abierto que permite la experimentación y la fusión con otros estilos. “Tenemos la suerte de ser una banda con muchos integrantes y que cada uno venga de diferentes estilos, no solamente del reggae y del ska. En Dancing Mood intervienen siete vientos, así que imaginate la apertura musical que hay en la banda”, explica el cerebro del grupo.
Lo interesante de Dancing Mood es que conserva una característica esencial del ska: es una orquesta instrumental en la que intervienen, entre otros, siete vientos.
Lobo, quien también tocó en otras bandas como Los Fabulosos Cadillacs y Los Cafres, sostiene que decidió formar Dancing Mood en una época en la que el ska instrumental en Argentina no era escuchado ni tenía difusión y que la idea siempre fue hacer una banda diferente y meterla dentro del rock nacional. “El ska es una música que se fusiona desde sus orígenes en los 40 y eso es lo que nosotros queremos recrear. Por eso lo mezclamos con el jazz o el soul, aunque también tocamos con músicos de otros estilos”, agregó.