Luego de marchas y contramarchas, justo cuando comenzaba el éxodo por las vacaciones de invierno, y luego de arduas negociaciones contrarreloj, finalmente quedó sin efecto el paro de transporte automotor de larga distancia que ya había comenzado por la tarde en las principales ciudades del país.
inicia sesión o regístrate.
Luego de marchas y contramarchas, justo cuando comenzaba el éxodo por las vacaciones de invierno, y luego de arduas negociaciones contrarreloj, finalmente quedó sin efecto el paro de transporte automotor de larga distancia que ya había comenzado por la tarde en las principales ciudades del país.
El gremio anunció que había una tregua hasta el martes, donde esperan resolver un acuerdo solicitado el año pasado.
Es que ayer, y luego de la medida de fuerza anunciada hace varios días por la Unión Tranviaria Automotor, la protesta por tiempo indeterminado se había iniciado en casi todas las empresas de transporte de larga distancia.
Si bien el paro iba a comenzar a la medianoche, los micros quedaron paralizados desde las 18 de ayer y en las boleterías de las terminales de ómnibus optaron por devolver el monto de los pasajes que ya habían sido adquiridos.
Cabe destacar que ayer a la tarde, a pocas horas del inicio de la protesta, desde el Ministerio del Interior habían anunciado un acuerdo entre las compañías y el gremio.
De esta manera, los empresarios habían accedido a otorgar un incremento salarial del 23, que se abonaría en tres cuotas escalonadas e iguales y sería remunerativo y retroactivo a enero de este año.
Cabe destacar que si bien el gremio reclamaba un aumento salarial del 24 por ciento, contra un 22 por ciento que ofrecía el sector empresarial, el acuerdo tuvo un punto medio, el 23%, aunque aún está pendiente el retroactivo que, según fuentes sindicales, ya habían acordado en 2011.
Lo cierto es que con el guiño del propio titular del Ministerio del Interior y Transporte, los empresarios salieron a anunciar el acuerdo, que ellos mismos debieron desmentir horas más tarde, al reconocer que el gremio se había retirado de la mesa de negociaciones.
Pero anoche, pasadas las 21, nuevamente se logró desactivar el paro y comenzaron a salir, al menos desde Retiro, los servicios para diferentes puntos turísticos. Fue un caos.
De todos modos, si bien hubo “silencio” por parte de muchos dirigentes provinciales, se supo que, de acuerdo a lo que reclamaba el titular de la UTA, Roberto Fernández, una de las principales causas de la medida de fuerza se debía a una diferencia salarial de $ 700 que los empresarios no pagan a los colectiveros desde hace tres meses y que debía abonarse “a cuenta de futuros aumentos acordados en enero último”.
Fernández había advertido ayer a la mañana que, en caso de no haber acuerdo, se iniciaría un paro a la medianoche. “A las 24 iniciaremos el paro ante el fracaso en las negociaciones con el sector empleador que se niega a conceder un aumento salarial del 24 por ciento para más de 25 mil choferes”, decía.
Cabe destacar que en el marco del conflicto, el Ministerio de Trabajo había dictado la conciliación obligatoria, que se prolongó por más de tres semanas, pero, en ese lapso, “no hubo un peso de aumento”, se quejó el titular de la UTA.
Los antimoyanistas, a la espera
Encabezados por el metalúrgico Antonio Caló, los sindicalistas del frente antimoyanista que crearán en octubre una CGT propia aguardan una convocatoria a una reunión con la presidenta Cristina Kirchner, que servirá como claro mensaje de que ese sector será reconocido como interlocutor válido ante el Gobierno.
Luego de que este jueves Moyano fuera proclamado como titular de la CGT por tercer mandato seguido sin el reconocimiento del Gobierno ni la participación de los grandes gremios, los sindicalistas de este último sector buscan un aval del Ejecutivo para seguir adelante con su proceso electoral que consagrará a Caló como titular de esa central.
Según se pudo saber, el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, y el ministro de Planificación, Julio De Vido, hablaron con dirigentes del sector antimoyanista sobre la posibilidad de concretar el encuentro.
Ambos funcionarios están de acuerdo en concretar la reunión con los dirigentes antimoyanistas y aguardan que Cristina Kirchner les dé la aprobación. Incluso no se descarta que además de obtener una foto con la Presidenta, en ese encuentro ya se comiencen a abordar algunos de los reclamos de los gremialistas. La mayoría de los pedidos son los mismos que viene planteando Moyano -aumento del piso del impuesto a las Ganancias, actualización de las asignaciones familiares, deudas con las obras sociales sindicales- pero que la mandataria no estaba dispuesta a tratarlos con el camionero tras el fuerte conflicto que llevan adelante desde hace casi un año.
Se espera que el Gobierno haga lugar a algunas de las demandas frente a los opositores a Moyano.