Tras una jornada de incertidumbre, los choferes de colectivos de larga distancia levantaron el paro que habían convocado, justo en el inicio de las vacaciones de invierto. Lo cierto es que los pasajeros estuvieron varados en la terminal de Salta hasta más de cuatro horas.
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Tras una jornada de incertidumbre, los choferes de colectivos de larga distancia levantaron el paro que habían convocado, justo en el inicio de las vacaciones de invierto. Lo cierto es que los pasajeros estuvieron varados en la terminal de Salta hasta más de cuatro horas.
Pasadas las 21.30, el titular del gremio de la UTA, Roberto Fernández, explicó que acordaron un aumento salarial del 23% a partir del mes de agosto, pero quedó por resolverse un retroactivo solicitado por la UTA y que por el momento las empresas del sector no están dispuestas a abonar.
‘Levantamos la medida de fuerza porque mucha gente viajaba y son trabajadores, igual que nosotros. Esperamos hasta el martes para ver si tenemos una solución, hubo un compromiso de parte del gobierno en ese sentido‘, señaló Fernández.
Lo cierto es que durante la tarde el Gobierno nacional había informado que se había llegado a un acuerdo, cuando en realidad la negociación estaba trunca y los choferes comenzaban a cercar las terminales de distintos puntos del país.
El Tribuno realizó una recorrida por la terminal de ómnibus de Salta y palpó una sensación de malestar que se reflejaba en las caras de las personas, mientras aguardaban que los choferes les comunicaran novedades acerca de la medida.
Muchos estaban parados mientras que otros se recostaban sobre los bolsos esperando una respuesta favorable. Tanto el ingreso y egreso de colectivos estaba bloqueado.
Los delegados de UTA y los choferes sostenían banderas al grito de “un 25% es lo que nos merecemos”.
Oscar Cruz, titular del gremio, informó a este diario el cese de la medida ya que los empresarios se comprometieron en Buenos Aires a dar el aumento.