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Cristina Kirchner entre los barrasbravas, Evita, y su fallido escaneo de su huella digital

Martes, 31 de julio de 2012 08:51

El nuevo torneo Inicial y Final 2012/2013 se llamaría “Torneo Eva Perón, Copa Evita Capitana”, según sugirió la presidenta Cristiana Kirchner, tras anunciar un nuevo sistema para controlar el acceso a los estadios, mediante un acuerdo con la AFA.
Evita Capitana es una marcha argentina utilizada por las mujeres peronistas, en lo que significa una versión femenina de la conocida Los muchachos peronistas.

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El nuevo torneo Inicial y Final 2012/2013 se llamaría “Torneo Eva Perón, Copa Evita Capitana”, según sugirió la presidenta Cristiana Kirchner, tras anunciar un nuevo sistema para controlar el acceso a los estadios, mediante un acuerdo con la AFA.
Evita Capitana es una marcha argentina utilizada por las mujeres peronistas, en lo que significa una versión femenina de la conocida Los muchachos peronistas.

Así, se sigue con el estilo del gobierno de darle un nombre relacionado a la historia del país a cada torneo del fútbol argentino, desde que Fútbol para Todos emite todos los encuentros. El último certamen del fútbol argentino se llamó Torneo Crucero General Belgrano, Copa Gaucho Rivero, en relación a los 30 años de la Guerra de Malvinas.

El pedido de la Presidente a Julio Huberto Grondona de que el campeonato se llame “Torneo Eva Perón, Copa Evita Capitana” es casi un hecho, ya que la AFA siempre aceptó las sugerencias del Gobierno nacional.

Mis amigos los barras

Al presentar un nuevo sistema de seguridad para el ingreso a los estadios, la Presidente Kirchner afirmó que “generalmente, los hechos más graves se dan afuera” de éstos y consideró que “no debe recargarse todo el tema de la violencia sobre las barras”.

“Muchos de los hechos de violencia tienen una clara intencionalidad política”, consideró la jefa de Estado, al tiempo que rememoró viejas anécdotas de inseguridad en los estadios para graficar que estos casos son de vieja data.
Asimismo, consideró que “muchas personas que son serias y circunspectas en sus vidas particulares, en las canchas se convierten y arman un lío bárbaro. La violencia en el fútbol no debe circunscribirse a un grupito, además las cosas más graves no pasan dentro de la cancha, sino afuera”, agregó.

Y siguió: “En la cancha colgado de la paraavalancha y con la bandera, nunca mirando el partido, porque (los barras) no miran el partido. Arengan y arengan y arengan, la verdad mi respeto para todos ellos. Porque la verdad que sentir pasión por algo, sentir pasión por un club, es también, ¿sabés qué?, estar vivo. Los que no tienen pasión por nada -la verdad- yo siempre desconfío de los que no tienen pasión por nada. Por algo hay que tener pasión, por la política, por el fútbol, por la literatura, por la educación, por la ciencia, por lo qué fuera. Pero esa gente que todo ‘se gual’ (sic), a mí personalmente no me gusta; a mí me gusta mucho la gente pasional”.

Se enojó porque el sistema no funcionó con ella

La presidenta Cristina Fernández no puede entrar a las canchas de fútbol porque el nuevo sistema para prevenir la violencia en los estadios no reconoció su huella.
Con bombos y platillos, el gobierno anunció en la Casa Rosada la implementación del SUBED (Sistema de Acceso biométrico para espectáculos deportivos) con el objetivo de evitar el ingreso de aquellas personas que tengan causas judiciales, antecedentes de violencia o vedados por los propios clubes.

Sin embargo, el aparato no lo habilitó. “Me cargaron como barrabrava”, comentó el ministro ante una presidenta que no podía contener la risa por el blooper de su funcionario.
Entonces, la jefa del Estado apoyó su dedo. El lector no reconoció la huella. Insistió varias veces y la máquina siguió sin dar respuesta.
Randazzo llamó al experto en el software y volvieron a probar, y a fallar. “Me dice que tiene baja calidad mi huella, éste no dura ni cinco minutos”, comentó risueña Cristina Fernández ante la mirada inquieta de Randazzo y del “experto” que, muy nervioso, intentaba resolver el problema.
Nuevos intentos y nuevos fracasos. La huella presidencial seguía sin ser reconocida.

“Ahora me dice que tengo mucha crema en las manos, así no puede ser”, dijo la Presidenta y pareció darse por vencida. Pero no se olvidó del aparato: Terminado su mensaje, anunció que volvería a probar.
Así lo hizo; con un pañuelo de papel limpió sus manos para retirar ‘a crema pero, ¡oh sorpresa!, la huella presidencial nunca fue reconocida.
Conclusión: Cristina Fernández no está autorizada a entrar a las canchas de fútbol.
 

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