El conflicto entre la Nación y la Provincia de Buenos Aires, por el envío de fondos, disparó anticipadamente las especulaciones sobre quiénes serán los principales jugadores en los comicios legislativos del próximo año en el principal distrito del país.
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El conflicto entre la Nación y la Provincia de Buenos Aires, por el envío de fondos, disparó anticipadamente las especulaciones sobre quiénes serán los principales jugadores en los comicios legislativos del próximo año en el principal distrito del país.
Cristina Fernández sabe que Daniel Scioli es un candidato presidencial con chances si mañana fueran las elecciones generales, y que utiliza la gestión en la provincia como trampolín. Sin embargo, hasta ahora no ha sabido cómo dañarlo políticamente.
“Las conspiraciones contra Scioli terminan generándole un costo a Cristina”, razonó un crítico dirigente kirchnerista, que observa “falta de conducción” y una suerte de “anarquía de la gestión política” a nivel nacional, en relación con la etapa en la que Néstor Kirchner “estaba en todo”.
Hay quienes hablan de la existencia de mediciones, cada vez que el kirchnerismo embiste contra Scioli, y aseguran que esas situaciones “le suman puntos” al gobernador.
Pero la Casa Rosada tampoco sabe cómo manejar la sucesión de Scioli en la provincia. Los dos principales dirigentes bendecidos por Cristina Fernández vienen en caída libre en ese territorio. El vicepresidente Amado Boudou tiene una imagen negativa del 48 por ciento y el otro vice, Gabriel Mariotto, 39 por ciento negativo, según estadísticas en manos del kirchnerismo y del sciolismo.
Otros dirigentes con aspiraciones a ocupar el sillón de La Plata son el ministro del Interior Florencio Randazzo o el presidente de la Cámara de Diputados Julián Domínguez.
Distintos intendentes del conurbano bonaerense sostienen que “hay demora” en el envío de fondos, lo que en realidad provoca, y es lo que más les preocupa, el encarecimiento de las obras que deciden encarar. Aunque algunos jefes comunales kirchneristas admiten que hay municipios que son “castigados políticamente” o bien no se les envía dinero por “una menor disponibilidad de fondos” de la Casa Rosada.
Silenciosamente, la puja peronista en la provincia de Buenos Aires está abierta. Algunos sondeos en manos de los distintos operadores políticos bonaerenses dan cuenta de que Sergio Massa supera por una cómoda ventaja a Alicia Kirchner, a quien el Gobierno nacional está probando para competir como cabeza de lista en las elecciones legislativas del próximo año.
La sorpresa es que, en algún sondeo, inmediatamente detrás de la ministra de Desarrollo Social se ubica el intendente de Almirante Brown, Darío Giustozzi, quien no oculta su aspiración de gobernar la provincia en el 2015.
Pero la coyuntura económica comienza a ser observada de cerca, por el Conurbano. Los intendentes peronistas reconocen que el Gobierno nacional continúa con la estrategia de “puentear” a La Plata en el envío de fondos, haciéndolo directamente vía Julio de Vido.
Pero deslizan otros problemas. El año pasado, recuerdan, la Casa Rosada eliminó el Fondo de Seguridad Ciudadana que distribuía unos 500 millones de pesos anuales -aproximadamente unos 20 millones por cada comuna- para mejorar los sistemas de seguridad con cámaras, patrulleros.
Nadie se precipita sobre el futuro inmediato del conflicto entre Cristina y Scioli. Saben los intendentes, sin embargo, que en algunos meses deberán definirse, porque el armado de las listas no alcanzará para todos.