Es sabido ya que en La Salada, la feria de compras más grande de Buenos Aires, se pueden encontrar todo tipo de imitaciones. A tal punto, que la realidad, logra superar a la ficción.
Un ciudadano catamarqueño denunció en las últimas horas de ayer que fue estafado en la feria de compras La Salada, en el partido bonaerense de Lomas de Zamora, luego de que le vendieran dos ratas brasileñas como si fueran perros caniche toy.
El denunciante, oriundo de la localidad de Tinogasta, radicó la denuncia en una fiscalía de turno, porque había pagado 400 pesos por cada uno de los dos “perritos”.
El hombre consideró que era un precio muy barato por ambos canes de esa raza y los compró, para luego volver a Catamarca.
Una vez llegado a su provincia natal fue a un veterinario para darles las primeras vacunas, cuando el veterinario le confirmó la desagradable sorpresa.
El profesional le advirtió que no eran perros y la presunta víctima de la estafa relató al diario El Ancasti de Catamarca que el veterinario le explicó que eran “ratas brasileñas que, a base de anabólicos, durante los primeros meses de vida se parecen a los caniche toy”.
¿Será entonces que debajo de los bellos rulos de las adorables mascotas se esconden unos animales bastante más destetados por el común de la gente?
Un informe periodístico también mostró que estos animalitos eran vendidos entre 200 y 300 pesos, lejos de un valor real, de un caniche toy, que llega a costar $1.500.
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Es sabido ya que en La Salada, la feria de compras más grande de Buenos Aires, se pueden encontrar todo tipo de imitaciones. A tal punto, que la realidad, logra superar a la ficción.
Un ciudadano catamarqueño denunció en las últimas horas de ayer que fue estafado en la feria de compras La Salada, en el partido bonaerense de Lomas de Zamora, luego de que le vendieran dos ratas brasileñas como si fueran perros caniche toy.
El denunciante, oriundo de la localidad de Tinogasta, radicó la denuncia en una fiscalía de turno, porque había pagado 400 pesos por cada uno de los dos “perritos”.
El hombre consideró que era un precio muy barato por ambos canes de esa raza y los compró, para luego volver a Catamarca.
Una vez llegado a su provincia natal fue a un veterinario para darles las primeras vacunas, cuando el veterinario le confirmó la desagradable sorpresa.
El profesional le advirtió que no eran perros y la presunta víctima de la estafa relató al diario El Ancasti de Catamarca que el veterinario le explicó que eran “ratas brasileñas que, a base de anabólicos, durante los primeros meses de vida se parecen a los caniche toy”.
¿Será entonces que debajo de los bellos rulos de las adorables mascotas se esconden unos animales bastante más destetados por el común de la gente?
Un informe periodístico también mostró que estos animalitos eran vendidos entre 200 y 300 pesos, lejos de un valor real, de un caniche toy, que llega a costar $1.500.