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El aumento del empleo público potenció el rojo fiscal

Domingo, 08 de julio de 2012 21:21

Por Daniel Sticco, analista económico

Las finanzas de la administración nacional, de las provincias y municipios tienen en común la alta expansión de la nómina. Superó con creces al comportamiento del secto r privado. En el orden federal los nuevos puestos se habrían pactado en $17.800 por mes con datos del Indec.
 

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Por Daniel Sticco, analista económico

Las finanzas de la administración nacional, de las provincias y municipios tienen en común la alta expansión de la nómina. Superó con creces al comportamiento del secto r privado. En el orden federal los nuevos puestos se habrían pactado en $17.800 por mes con datos del Indec.
 

No se trata de un tema menor, dado que el fenómeno no es reciente, sino que fue constante en los últimos cinco años, pese a la singular bonanza que favoreció a la mayor parte del ámbito privado, que debería haberse constituido en el principal generador de puestos, no solo en cantidad, sino también como porcentaje de la dotación. Es decir, en medio de un escenario que se presentó propicio para que en los tres órdenes de gobierno se fortalecieran las finanzas públicas, con la mayor recaudación, y se encararan profusas obras de infraestructura para mejorar la calidad de vida del conjunto de los residentes y también para reducir el “costo argentino”, se asistió a una agresiva política expansiva del gasto fijo, con poca o nula capacidad de generar riqueza.
 

Números contundentes


En los últimos 12 meses a marzo, los datos de la Dirección Nacional de Cuentas Nacionales reflejaron que mientras el conjunto del sector privado amplió el empleo registrado a una tasa no despreciable de 2,9%, porque virtualmente triplicó al ritmo de crecimiento vegetativo de la población, en el total del sector público saltó 6%. Los casos más notables correspondieron a las empresas públicas con 15,8% y los medios de comunicación 15%, seguidos en el rango del 8% el agregado de los municipios, las gobernaciones, la administración central y el personal civil de las Fuerzas Armadas, y 4,1% el sector público nacional.
 

Por el contrario, optaron por una política contractiva el Poder Legislativo 1,8% y el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires 0,4%.
 

Pero lo más notable, justo cuando el mundo comenzó a mostrar singular apetito por las materias primas que produce la Argentina, desde alimentos hasta minerales y biocombustibles, fue la reducción en 4,5% del personal en las embajadas. El achique se amplió a 6,1% para él último lustro, al limitarse a 1.725 diplomáticos.
En la política salarial se observó mayor cautela en el sector público, con 27,4% de aumento promedio de las remuneraciones entre marzo de 2011 y marzo de 2012, que en el privado, que ascendió a 31%. Sin embargo, la comparación de la evolución de la masa salarial que en dicho período informó la Secretaría de Hacienda de la Nación, con la correspondiente a la tasa de variación promedio de los haberes, arrojó que los 18.668 puestos generados por el sector público nacional recibieron una remuneración media de $17.800 por mes, frente a una media para el total de 476.302 puestos declarados de 9.833 pesos. En lo referente al Poder Ejecutivo Nacional, los últimos datos a julio de 2011 muestran que un quinto de la nómina, unos 20.000 empleados, percibían un ingreso de más de $21.000, de los cuales 14.423 registraban un salario promedio de $32.698. Hoy ascenderían al rango de $26.000 y $40.000.
 

El último Boletín Fiscal de la Secretaría de Hacienda permitió advertir que el total de personal contratado por el PEN se elevó de 16.674 a fines de 2001, equivalente a 6,4% del total de la dotación, a 50.939 en julio 2011; significó 13,9% de la nómina.


Una constante del quinquenio

El fenómeno de la creación de empleo público a una tasa que, en algunos casos, duplicó a la que tuvo la actividad privada, no fue circunstancial en los últimos doce meses, sino que fue una constante desde 2007, pese a que, con excepción de la minirrecesión de 2009, se caracterizó por un ciclo de singular aumento del PBI, en la medición del Indec.
 

Así, de una media de 15,2% en el sector privado, a un ritmo de 2,9% por año, en el conjunto del sector público ascendió 27,3%, equivalente a 4,95% acumulativo anual.
 

Los casos extremos se verificaron en las franjas donde aparecieron las mayores restricciones de caja para poder pagar no solo los salarios, sino también a los proveedores, y que hasta llevaron a frenar el ritmo de ejecución de obras públicas: administración central 40,6%, provincias 40,3% y municipios 34,5 por ciento. Las excepciones, según el Indec, fueron la Ciudad de Buenos Aires, donde la nómina se redujo 0,4% en el lustro.
 

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