Los concejales pretenden una segunda vuelta respecto a la prohibición del ingreso de camiones en la ciudad durante el día. El proyecto de ordenanza fue aprobado por unanimidad un mes atrás, pero la polémica se levantó esta semana cuando el Ejecutivo municipal vetó la iniciativa con el argumento de que ello representará un incremento en los costos de los comerciantes, que éstos luego trasladarán al consumidor.
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Los concejales pretenden una segunda vuelta respecto a la prohibición del ingreso de camiones en la ciudad durante el día. El proyecto de ordenanza fue aprobado por unanimidad un mes atrás, pero la polémica se levantó esta semana cuando el Ejecutivo municipal vetó la iniciativa con el argumento de que ello representará un incremento en los costos de los comerciantes, que éstos luego trasladarán al consumidor.
Pocos eran los ediles que esperaban que el intendente Miguel Isa podría vetar una medida que el mismo oficialismo apoyó; incluso uno de los coautores responde a la Municipalidad.
Ahora apareció en escena un actor que no había sido consultado en el momento en que se elaboró el proyecto: la Cámara de Comercio e Industria de Salta. “No le consultamos en esta oportunidad a la Cámara, como sí lo hicimos el año pasado, porque seguro que no iba a apoyar la medida. Se ampara en la suba de costos cuando la seguridad está primero. Refleja una irresponsabilidad muy grande”, sostuvo el concejal Aroldo Tonini (SF).
Por su parte, la Cámara comunicó que la medida pretendía que los camiones ingresen al microcentro de 22 a 6, lo que para los comerciantes implicaba el pago de turnos extras y expondrían a los trabajadores a situaciones de inseguridad.
En diálogo con El Tribuno, el presidente de la institución, Daniel Betzel, sostuvo: “Estamos de acuerdo con que se vete el proyecto de ordenanza porque creaba un radio de circulación que alejaba a los camiones de los depósitos. Sí queremos que se cuiden las calles, pero el problema estaba en que el circuito autorizado para que circulen en el día no guardaba relación con el problema”, sostuvo Betzel.
El proyecto original buscaba que los camiones no ingresen al casco céntrico con el fin de evitar el deterioro de las calles, cloacas y preservar la seguridad de los peatones. Fijaba un único horario permitido de ingreso: de 22 a 6. Para la circulación diurna, en cambio, creaba un anillo que los camiones tenían que respetar y que evitaba que circulen cerca del centro. Varios concejales apuestan a que se revea el proyecto y se incorporen otras opiniones.