Un llamado telefónico. Tras diez interminables días para 900 mil usuarios en Buenos Aires se levantó anteanoche el paro de los trabajadores de subte, y el gobierno porteño adjudicó ayer el repliegue de la medida a la “gestión y llamadas” de la Casa Rosada.
Pese a que los metrodelegados permanecían a la espera de un llamado de Metrovías con la perspectiva de acercar posiciones con la empresa concesionaria, los sindicalistas decidieron firmar el mismo acuerdo que la UTA había firmado días atrás por un aumento salarial del 23%. Es aquí donde apuntan a un llamado del Gobierno nacional.
Es que a diferencia del gremio que conduce Roberto Fernández, los metrodelegados lograron que se reconozca la licencia por maternidad y vacaciones, es decir reivindicaciones poco relevante teniendo en cuenta la magnitud de la protesta.
“La situación, laboralmente, no era tan compleja, pero había otros intereses que hicieron que las partes estuvieran muy rígidas y no estuvieran dispuestas a ceder” evaluó el subsecretario de Trabajo porteño, Ezequiel Sabor.
En este marco es en que el secretario general de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro, Roberto Pianelli, insistió ayer en calificar como “mínimo y ultraprecario” el acuerdo “transitorio” alcanzado. Pese a esto la presión habría sido tal que los dirigentes sindicales decidieron levantar la medida de fuerza.
Asimismo, ya adelantaron que ahora seguirá la pelea por abrir las paritarias y terminar con el congelamiento salarial reclamo a que el gobierno porteño ya se adelantó y dijo no tener injerencia en el conflicto laboral colectivo ni en las paritarias ni en el tema de salarios, atribución que debe tener y se debe tratar en el Ministerio de Trabajo de la Nación.
La puja al terreno judicial
Los subterráneos de Buenos Aires volvieron a funcionar con normalidad. Pero el impacto de semejante medida de fuerza todavía es analizada por los gobiernos de la Ciudad y de la Nación. Desde el PRO ya salieron a reclamar nuevamente la reapertura de las negociaciones.
Según las estadísticas que manejan ambos gobiernos, los usuarios no lograron distinguir con suma claridad quién fue el culpable de lo que sucedió, por lo que ambos gobierno se vieron perjudicados en sus imágenes positivas y también en los niveles de aprobación de sus respectivas gestiones.
De esta manera, la vicejefa de Gobierno porteño, María Eugenia Vidal, dijo que “lo razonable es resolver el traspaso a través del diálogo y la mejor manera es llegar a un acuerdo donde cada parte ceda un poco”. Esto dejo a las claras el cambio de perfil del gobierno que conduce Mauricio Macri más cercano a la conciliación y el diálogo. Y agregó en esta tónica: “Si queremos que la gente viaje segura y bien, sentémonos todos a una mesa”.
No obstante, en cuanto al traspaso del subte, la Justicia determinaría quien es el responsable de su mantenimiento.
Inconvenientes en el servicio
El servicio tuvo algunos inconvenientes en algunas líneas y el Premetro.
Cinco de las seis líneas del subte y el Premetro reanudaron el servicio a las 5, aunque la E, que une las estaciones Bolívar y Plaza de los Virreyes, comenzó a circular una hora después porque “no se habían terminado anoche los trabajos de alistamiento” informaron fuentes de la empresa Metrovías.
La Línea A, por su parte, prestó un servicio limitado entre las estaciones Primera Junta y Plaza de Mayo entre las 13 y las 13.15 a raíz de “un pasajero descompuesto por un ataque de epilepsia en una formación en Primera Junta”.
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Un llamado telefónico. Tras diez interminables días para 900 mil usuarios en Buenos Aires se levantó anteanoche el paro de los trabajadores de subte, y el gobierno porteño adjudicó ayer el repliegue de la medida a la “gestión y llamadas” de la Casa Rosada.
Pese a que los metrodelegados permanecían a la espera de un llamado de Metrovías con la perspectiva de acercar posiciones con la empresa concesionaria, los sindicalistas decidieron firmar el mismo acuerdo que la UTA había firmado días atrás por un aumento salarial del 23%. Es aquí donde apuntan a un llamado del Gobierno nacional.
Es que a diferencia del gremio que conduce Roberto Fernández, los metrodelegados lograron que se reconozca la licencia por maternidad y vacaciones, es decir reivindicaciones poco relevante teniendo en cuenta la magnitud de la protesta.
“La situación, laboralmente, no era tan compleja, pero había otros intereses que hicieron que las partes estuvieran muy rígidas y no estuvieran dispuestas a ceder” evaluó el subsecretario de Trabajo porteño, Ezequiel Sabor.
En este marco es en que el secretario general de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro, Roberto Pianelli, insistió ayer en calificar como “mínimo y ultraprecario” el acuerdo “transitorio” alcanzado. Pese a esto la presión habría sido tal que los dirigentes sindicales decidieron levantar la medida de fuerza.
Asimismo, ya adelantaron que ahora seguirá la pelea por abrir las paritarias y terminar con el congelamiento salarial reclamo a que el gobierno porteño ya se adelantó y dijo no tener injerencia en el conflicto laboral colectivo ni en las paritarias ni en el tema de salarios, atribución que debe tener y se debe tratar en el Ministerio de Trabajo de la Nación.
La puja al terreno judicial
Los subterráneos de Buenos Aires volvieron a funcionar con normalidad. Pero el impacto de semejante medida de fuerza todavía es analizada por los gobiernos de la Ciudad y de la Nación. Desde el PRO ya salieron a reclamar nuevamente la reapertura de las negociaciones.
Según las estadísticas que manejan ambos gobiernos, los usuarios no lograron distinguir con suma claridad quién fue el culpable de lo que sucedió, por lo que ambos gobierno se vieron perjudicados en sus imágenes positivas y también en los niveles de aprobación de sus respectivas gestiones.
De esta manera, la vicejefa de Gobierno porteño, María Eugenia Vidal, dijo que “lo razonable es resolver el traspaso a través del diálogo y la mejor manera es llegar a un acuerdo donde cada parte ceda un poco”. Esto dejo a las claras el cambio de perfil del gobierno que conduce Mauricio Macri más cercano a la conciliación y el diálogo. Y agregó en esta tónica: “Si queremos que la gente viaje segura y bien, sentémonos todos a una mesa”.
No obstante, en cuanto al traspaso del subte, la Justicia determinaría quien es el responsable de su mantenimiento.
Inconvenientes en el servicio
El servicio tuvo algunos inconvenientes en algunas líneas y el Premetro.
Cinco de las seis líneas del subte y el Premetro reanudaron el servicio a las 5, aunque la E, que une las estaciones Bolívar y Plaza de los Virreyes, comenzó a circular una hora después porque “no se habían terminado anoche los trabajos de alistamiento” informaron fuentes de la empresa Metrovías.
La Línea A, por su parte, prestó un servicio limitado entre las estaciones Primera Junta y Plaza de Mayo entre las 13 y las 13.15 a raíz de “un pasajero descompuesto por un ataque de epilepsia en una formación en Primera Junta”.