La cesárea nació en la antigua Roma como una práctica médica de emergencia para salvar la vida de la madre y/o el hijo. Pero hoy se la usa más por razones mayormente sociales y hasta económicas.
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La cesárea nació en la antigua Roma como una práctica médica de emergencia para salvar la vida de la madre y/o el hijo. Pero hoy se la usa más por razones mayormente sociales y hasta económicas.
En la maternidad pública el año pasado el promedio de esas prácticas fue de 23,6% y en la parte privada, para el Instituto Provincial de Salud (IPS), fue de 73,5%.
En el primer semestre de este año la obra social aumentó a 75,5% el índice de cesáreas, lo que implica que de cada 4 partos asistidos en clínicas, uno fue normal y 3 quirúrgicos.
El IPS tiene casi 250 mil afiliados y es la obra social mayoritaria en Salta. Representa alrededor del 70% de total de los servicios privados que se brindan en la provincia.
En el origen del término cesárea, la bibliografía coincide en que no estaría relacionado con Julio César (49 AC - 44 DC). Más bien derivaría del verbo latino caedere (cortar). La ley romana lo describe como un procedimiento que debía llevarse a cabo “al final del embarazo en una moribunda para salvar ese hijo”.
Se trata de una práctica médica que nació para casos extremos y que tras unos 2.000 años de evolución, no solo continúa vigente sino que registra un aumento sostenido en todas partes. “Es un gran avance para la medicina y la seguridad del feto y la madre en partos complicados, pero se trata de una opción a la que se recurre en demasiadas ocasiones, y no siempre con motivos fundados” advierten los expertos.
La Organización Mundial de la salud (OMS) recomienda promover el nacimiento por la vía natural, que es la vaginal, y que las cesáreas no sobrepasen el 15% de los partos totales.
Relación invertida
Según donde se realice el parto en Salta las estadísticas están invertidas. Como promedio actual general, mientras en la Maternidad Pública el 75% son normales (vaginales o espontáneos), para el IPS en el sector privado el índice es el mismo pero en cesáreas.
Otro dato: Osprera, la obra social de los trabajadores rurales (la tercera en cantidad de afiliados en la provincia), tuvo en las clínicas este primer semestre un 70,7 % de partos quirúrgicos.
El aumento de las prácticas genera preocupación en los organismos sanitarios porque, aparentemente, esta cirugía cada vez más se realiza por razones no médicas.
Por ejemplo, “da trabajo. Económicamente da más utilidad a la institución y al equipo médico. O porque una cesárea rápida es más conveniente para un obstetra que un largo parto vaginal”, confió una especialista a El Tribuno.
La profesional comentó que el mes pasado el IPS pagó al médico obstetra $888.33, brutos, por parto “sin diferenciar si fue normal o cesárea”. En este último caso se agregaban $175,33 para el ayudante, “más anestesista, instrumentadora, dos días más de internación (como promedio) y controles postquirúrgicos, entre otros gastos”.
Causas sociales
Si bien quien decide la cesárea es el médico, lo cierto es que por nuevas pautas socioculturales “la madre cada vez lo pide más”. En estos casos, uno de los principales argumentos son miedos, desde imprevistos que pudieran poner en riesgo la vida de su hijo y/o de ella, hasta temores, fobias y dolor físico.
La obstetra reveló que, en algunos casos, hay quienes buscan que coincida la fecha del nacimiento con algún acontecimiento y hasta con su número de la suerte. Contó que el año pasado, una mujer con fecha probable de parto para el 25 de diciembre le planteó que ese día no era adecuado “y que por razones de cábala, quería que sea el 7 o el 17”.