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Querido: esto no es lo que parece

Lunes, 20 de agosto de 2012 18:04

 Yo te pongo los cuernos pero si vos lo hacés no te perdono

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 Yo te pongo los cuernos pero si vos lo hacés no te perdono

Sin  distinción de sexos, en Colombia, 6 de cada 10 colombianos admiten haber sido infieles al menos una vez en su vida, de acuerdo con una encuesta realizada por el diario El Tiempo de Bogotá,en 13 ciudades de ese país por la firma Datexco.

La cifra es bastante alta sobre todo si tomamos en cuenta que muchos que han sido infieles no lo admiten. Pero el dato más sorprendente es que los que dicen ser fieles, afirman  que aceptarían incurrir en una infidelidad si estuvieran seguros de que no los van a descubrir. Es decir que la fidelidad no se debe al amor, ni a la lealtad, sino simplemente al temor a ser descubierto.

Para 9 de cada 10 encuestados, la infidelidad se consuma cuando hay encuentros sexuales con otra persona que no es la pareja, sin embargo hay unos cuantos que creen que la infidelidad se da con solo sentir atracción por otra persona. Pero hay muchos que consideran que aunque haya encuentros íntimos con otros individuos, no hay infidelidad cuando no se involucran sentimientos.
Por lo general este tipo de relación se da entre amigos o  compañeros de trabajo o estudio. Los exnovios, jefes y secretarias son casi inexistentes en términos de riesgos, según esta encuesta.

Los motivos de la infidelidad

Las motivaciones abren un capítulo sumamente interesante, pues aunque uno de cada cuatro se escuda en el argumento de que lo hizo porque su pareja no le presta atención, la mitad de los colombianos admiten que lo hacen para aprovechar la oportunidad, o por “curiosidad” o para “buscar emociones nuevas”.
Por otro lado la mayoría de las infidelidades en Colombia no son aventuras casuales, sino que por lo general duran meses y un 12 % admite que han sido años.

Dos datos para concluir, uno francamente paradójico y otro para reflexionar. El primero es que los infieles están menos dispuestos a perdonar un engaño que los fieles, y el segundo, que el 60 por ciento de los engañados dice que tras sufrir esta amarga experiencia no hubo forma de salvar la relación.

Ahora, la pregunta es, ¿por casa cómo andamos?

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