Matías Almeyda se plantó. Decidió dar la cara una vez más y dejar bien en claro que de River no se irá fácilmente, pese a los malos resultados.
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Matías Almeyda se plantó. Decidió dar la cara una vez más y dejar bien en claro que de River no se irá fácilmente, pese a los malos resultados.
El actual entrenador millonario aseguró que no piensa renunciar a su cargo y que está al margen de los rumores que mencionan su posible alejamiento en caso de perder con Racing, el domingo (a las 15.10), por la octava fecha del torneo Inicial.
“Ni se me pasa por la cabeza renunciar. Este lugar no se lo regalo a nadie y si quieren que me vaya, me van a tener que sacar. Estoy al margen de lo que digan”, manifestó Almeyda a la salida del entrenamiento.
Respecto de la sorpresiva visita del presidente del club, Daniel Passarella, que recibió el Pelado ayer en horas del mediodía, el DT indicó: “Tuvimos una charla de fútbol. Siempre es bueno que venga, tanto para mí como para los futbolistas”.
Tras la serie de rumores que comenzaron a circular en los últimos días, el estratega del millonario decidió hablar con el periodismo y aclarar algunos puntos referidos a su continuidad al frente del elenco de Núñez. “Sé que se hablaron muchas cosas y se armaron muchas historias, pero estoy al margen de todo eso”, comenzó por relatar el Pelado, siempre desde arriba de su camioneta, cuando se aprestaba a salir del estadio Monumental.
“No es fácil dirigir a River y voy a defender mi puesto a muerte. Yo no bajo nunca los brazos, me costó mucho llevar a este equipo a Primera División, por eso este mando no se lo regalo a nadie, me van a tener que sacar de acá”, manifestó el conductor del equipo de Núñez con un tono enérgico y que rozaba lo desafiante.
“Llevo 50 partidos como entrenador y hemos ganado más de 20, los resultados fueron buenos. Me gustaría estar peleando arriba, pero venimos de un año complicado en la B Nacional”, se excusó Almeyda. El exmediocampista de River se definió como una persona obsesiva y con convicciones, por eso resaltó que no se le pasó por la cabeza renunciar.
“Amo a River incondicionalmente. Quiero lo mejor para el club. Soy un eterno agradecido a la gente y al cariño lo sigo sintiendo. De ellos (los hinchas) no puedo decir absolutamente nada”', explicó el DT, quien el domingo pasado en Liniers escuchó gritos de hostilidad y cánticos a favor de Ramón Díaz, quien siempre aparece como el candidato de la gente.