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Magda Goebbels: de musa nazi a asesina de sus 6 hijos

Sabado, 22 de septiembre de 2012 22:05

La noche del 1 de mayo de 1945, Johanna María Magdalena Ritschel, más conocida como Magda Goebbels, la musa inspiradora de Hitler y paradigma de la mujer aria, acostó a sus seis hijos como lo hacía todas las noches, pero esta vez les dio un narcótico para asegurarse de que se durmieran rápidamente. Luego les puso una cápsula de cianuro en la boca a cada uno. Así asesinó a Helga, Hildegard, Helmut, Holdine, Hedwig y Heidrun, nombres cuya inicial correspondía a la H de Hitler, hombre a quien admiraba y de quien algunos historiadores sostienen que estaba enamorada. “Es mejor que mis hijos mueran a que vivan en la vergenza y el oprobio. Nuestros hijos no tienen sitio en una Alemania como la que habrá después de la guerra”, le escucharon decir para justificar el crimen. Ella les había dado la vida y consideraba que ella se las podía quitar. El mayor de los hijos tenía 12 años y el menor 4. Eran cinco niñas y un varón.

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La noche del 1 de mayo de 1945, Johanna María Magdalena Ritschel, más conocida como Magda Goebbels, la musa inspiradora de Hitler y paradigma de la mujer aria, acostó a sus seis hijos como lo hacía todas las noches, pero esta vez les dio un narcótico para asegurarse de que se durmieran rápidamente. Luego les puso una cápsula de cianuro en la boca a cada uno. Así asesinó a Helga, Hildegard, Helmut, Holdine, Hedwig y Heidrun, nombres cuya inicial correspondía a la H de Hitler, hombre a quien admiraba y de quien algunos historiadores sostienen que estaba enamorada. “Es mejor que mis hijos mueran a que vivan en la vergenza y el oprobio. Nuestros hijos no tienen sitio en una Alemania como la que habrá después de la guerra”, le escucharon decir para justificar el crimen. Ella les había dado la vida y consideraba que ella se las podía quitar. El mayor de los hijos tenía 12 años y el menor 4. Eran cinco niñas y un varón.

Después de esto, Joseph Goebbels, su marido y ministro de Propaganda del Tercer Reich, quien la estaba esperando en una sala contigua, se acomodó su uniforme y con Magda salieron al exterior del búnker en el que habían vivido junto al Fhrer durante los últimos ocho días, y concluyeron la faena. El se disparó en la cabeza y ella tomó una cápsula de cianuro. Previamente, el matrimonio Goebbels había dado la orden por escrito de que sus cuerpos fueran incinerados para no ser trofeo de guerra de los enemigos.

Cuando el Ejército soviético llegó al búnker, en una Berlín totalmente desvastada, los cuerpos de la familia Goebbels todavía estaban reconocibles. Los soldados embalaron los cadáveres semiquemados y se los llevaron. Fueron conservados en la sede de la KGB hasta que, en los años 70, se dio la orden de incinerar por completo los restos de la familia, para luego ser arrojados en un alcantarillado, de acuerdo a algunas versiones. Otros dicen que en las aguas del río Elba.

Así terminaba la seguidilla de suicidios que había comenzado el día anterior (30 de abril), cuando Adolf Hitler y Eva Braun (su amante durante 14 años y su esposa por un día) se pegaron un tiro; sus cuerpos también fueron incinerados.

La musa del nazismo

Johanna María Magdalena Ritschel, nacida el 11 de noviembre de 1901, era una mujer hermosa y ambiciosa, al punto que con solo 20 años (1921) se casó con un industrial millonario que la doblaba en edad, Gnther Quandt, con el que tuvo un hijo, Harald, quien luego sería piloto de Luftwaffe. En 1929 se divorció y el 1 de septiembre de 1930 se afilió al partido nazi. A poco andar, se transformó en la secretaria de Joseph Goebbels, ministro de Propaganda del Tercer Reich. Especialista en letras, hábil orador y mujeriego empedernido, a pesar de su aspecto enfermizo y de ser rengo de una pierna, por lo que debía usar un zapato ortopédico. Las aspirantes a actrices, modelos y otras mujeres relacionadas al mundo del arte se acercaban a él más que por su aspecto conquistador por el extremo poder que irradiaba en el régimen hitlerista. Centenas pasaron por su cama. Sin embargo, el 19 de diciembre de 1931, Magda y él se casaron. El principal testigo de la boda fue el mismísimo Fhrer, quien, por otro lado, se ocupó durante los 14 años que duró el matrimonio de evitar que terminara en divorcio.

Magda Goebbels no era solo una mujer muy bella sino que, fundamentalmente, era inteligente y considerada por Hitler como el modelo de mujer aria y un ejemplo para las familias de la Alemania del nazismo. Por su mansión pasaron los más altos jerarcas del nacionalsocialismo, pero lo más importante es que logró que Hitler hiciera de los Goebbles su propia familia. En definitiva, fue no solo el paradigma de la mujer nazi sino también una virtual primera dama, ya que si bien Eva Braun era la amante del Fhrer, muy pocas veces se la veía en público, acompañándolo.

 Una pareja ejemplar y una checa subyugante

Magda y Joseph formaron una familia aparentemente perfecta. Ella misma dijo no recordarse a sí misma en otro estado que no fuera el de gravidez. Sin embargo, ese matrimonio ejemplar para el pueblo alemán varias veces se vio desestabilizado por las permanentes infidelidades de Goebbels. Pero nada fue tan grave como la vez cuando él decidió abandonarla para ir tras una actriz checa, Lida Baroova, una hermosa mujer de cabellera castaña y finos rasgos que lo envolvió con su sensualidad. El ministro se dirigió al Fhrer y le pidió que lo enviara al Japón como embajador, país en el que podría vivir junto a su nuevo amor.

Magda decidió que hasta allí llegaba su paciencia y le pidió el divorcio, sin embargo fue Hitler quien se opuso y le ordenó a Goebbels que se abocara a su mujer e hijos y a su responsabilidad dentro del partido. No estaba dispuesto a permitirle que echara por tierra la imagen de la familia aria perfecta por una simple conquista amorosa. Goebbels, que fue excomulgado por haberse casado con una divorciada protestante, decidió obedecer al líder alemán, a quien le rendía un culto enfermizo.

El ministro se consideraba amigo personal y hombre de confianza del Fhrer, sin embargo es difícil creer que Hitler haya tenido amigos y, por otro lado, las grandes decisiones del tenebroso dictador que bañó al mundo de sangre se tomaron en ausencia de Goebbels.

Eva Braun, la mujer oculta 

Eva Braun siempre estuvo a la sombra del Fhrer y de Magda Goebbels. Fue la amante de Hitler durante 14 años y ambos se casaron la noche anterior a suicidarse. Pocas veces se lo vio juntos en público.

 

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