Alejandra Maglietti fue de las privilegiadas argentinas que estuvo el sábado 15 en Las Vegas cuando Sergio Maravilla Martínez se coronó campeón. Celebró y brindó, y no se arrepiente, pero sí reconoce que por ese viaje no pudo rendir una de las últimas materias para recibirse de abogada. Contó detalles del viaje y se esmera en demostrar que ella no forma parte del estereotipo de la típica modelo linda, rubia y tonta. Por esta razón, hace varios años está estudiando abogacía y este año espera poder dar su última materia y recibirse.
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Alejandra Maglietti fue de las privilegiadas argentinas que estuvo el sábado 15 en Las Vegas cuando Sergio Maravilla Martínez se coronó campeón. Celebró y brindó, y no se arrepiente, pero sí reconoce que por ese viaje no pudo rendir una de las últimas materias para recibirse de abogada. Contó detalles del viaje y se esmera en demostrar que ella no forma parte del estereotipo de la típica modelo linda, rubia y tonta. Por esta razón, hace varios años está estudiando abogacía y este año espera poder dar su última materia y recibirse.
Pero no es la primera vez que la blonda se encarga de aclarar que es estudiante de Derecho. Cada vez que necesita defenderse de algún ataque, saca a relucir su “libreta universitaria”.
“No voy a hacer teatro (cuando tenga el título). Quiero hacer una fiesta grande y celebrar que me recibí”, anticipó y adelantó que ya tuvo muchas ofertas de trabajo de estudios de abogados.
Dijo también que no va a dejar de trabajar en los medios, y que tratará de compatibilizar ambas responsabilidades. “Me hicieron propuestas en un bufete a la mañana dos o tres días y a la tarde puedo dedicarme a todo lo relacionado con los medios”, sintetizó.
Alejandra también se refirió a las críticas que recibió por no recibirse todavía. “Muchos me preguntan hace cuándo estás estudiando. Pero abogacía insume mucho compromiso. Primero tendrían que trabajar al nivel que yo hago. Yo trabajo todos los días y siempre me hice un espacio de seguir estudiando. Siempre me fue bien. Nunca me bocharon. Todos se llenan la boca hablando”, destacó.
“Muchas dicen que soy hueca y que no sé hablar, pero con todos los años que llevo estudiando y el esfuerzo que hice, nada deberían decir. Quiero ver si ellas se levantan a las 7 y leen hasta las 10 de la noche. Algunas estudian dos veces por semana en un curso, eso no es estudiar. Estudiar es estar 8 horas por día”, remató.