En la última sesión de la Cámara baja salteña, el oficialismo se identificó con el mecanismo de empresa social y el modelo político y militante que practica Milagro Salas en Jujuy.
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En la última sesión de la Cámara baja salteña, el oficialismo se identificó con el mecanismo de empresa social y el modelo político y militante que practica Milagro Salas en Jujuy.
El esquema de la Tupac Amaru, que recibe millones de pesos por año para construir casas y captar seguidores, surgió durante el tratamiento del proyecto que envió el Ejecutivo para incluir a las empresas sociales en el régimen de compra directa que fija la ley de contrataciones.
Desde la oposición plantearon dudas y relacionaron la contratación directa con el uso político.
En esta línea, Javier David advirtió que se otorga un “cheque en blanco” en ese sentido. En tanto, Guillermo Durand Cornejo señaló al sistema de contrataciones como “amañado” y dudó que vaya a haber un cambio.
El oficialismo aplicó el número y le dio media sanción a la propuesta del Ejecutivo, a partir de sostener, con Manuel Godoy y Antonio Hucena a la cabeza, que el kirchnerismo es partidario de incorporar a los trabajadores a un sistema de capitalismo social y se identificaron con el modelo de Milagro Salas.
En medio del crispado debate, se dio un fuerte cruce de opiniones en torno a los modelos de gobierno: el neoliberal anterior y el progresista actual.
“Si el que se quiere instaurar es el de Schoklender y el de Milagro Salas, sigan con esos modelos que nosotros vamos a defender otra manera de pensar”, sostuvo David.
Ante la crítica a la actitud del Gobierno nacional y el pedido de que también en Salta se escuche las “cacerolas”, Pablo Viel respondió con poesía a la gestión de Cristina.