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Rafecas quedó a cargo de la denuncia contra Moreno

Miércoles, 26 de septiembre de 2012 22:20

Otra vez parece que el remedio fue peor que la enfermedad. Luego del “cacerolazo” que recibió anteanoche el juez Norberto Oyarbide, quien había sido sorteado para investigar una denuncia contra el secretario de Comercio Guillermo Moreno, el magistrado decidió renunciar y la causa recayó sobre su colega Daniel Rafecas, separado este año de la causa Ciccone que involucra al vicepresidente Amado Boudou.

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Otra vez parece que el remedio fue peor que la enfermedad. Luego del “cacerolazo” que recibió anteanoche el juez Norberto Oyarbide, quien había sido sorteado para investigar una denuncia contra el secretario de Comercio Guillermo Moreno, el magistrado decidió renunciar y la causa recayó sobre su colega Daniel Rafecas, separado este año de la causa Ciccone que involucra al vicepresidente Amado Boudou.

Cabe destacar que por Rafecas, quien llegó a la justicia federal de la mano del, expresidente Néstor Kirchner, en octubre de 2004, pasaron causas como el escándalo por las supuestas coimas en el Senado, la causa Papel Prensa, la exCiccone Calcográfica y la megacausa del Primer Cuerpo de Ejercito, entre otras.

En este caso, deberá investigar al polémico secretario de Comercio Interior por supuestas amenazas contra la despachante de aduanas, Adriana Paula De Conto, que lo denunció por “abuso de autoridad”, “violencia de género” y “amenazas”.

Lo cierto es que ayer mismo, durante un “sorteo” realizado por la Cámara Federal, resultó determinado el Juzgado Federal número 3 de Rafecas. ¿Quién será el fiscal? Ni más ni menos que Carlos Rívolo, el fiscal separado de la causa Ciccone.

Muy temprano, y en las puertas de su domicilio en el barrio porteño de Recoleta, Oyarbide anunciaba que dejaba el caso.

“La causa ya no es más mía. Me aparté por la violencia moral y por la garantía del juez imparcial”, informaba el magistrado a la prensa.

En los últimos años a Oyarbide le vienen tocando investigaciones por supuestos delitos, que resultan sensibles para la Casa Rosada: enriquecimiento ilícito del matrimonio Kirchner, desvío de fondos públicos en la Fundación Madres de Plaza de Mayo, enriquecimiento ilícito de Ricardo Jaime, coimas por la empresa Skanska, escuchas ilegales contra Mauricio Macri, negociaciones incompatibles de Enrique Albistur y “mafia de los medicamentos” contra Hugo Moyano y otras.

Por su parte, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, repudió ayer los escraches que se organizaron contra el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y el juez federal Norberto Oyarbide.

“Todo tipo de escrache es repudiable. Es una práctica que no compartimos nunca y que atenta contra las normas de convivencia de una democracia”, afirmó el funcionario.

“Me gritaba que trabajaba para una empresa fantasma”

La despachante de Aduanas, Adriana Paula De Conto, quien denunció al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, por “abuso de autoridad”, “violencia de género” y “amenazas” reveló la causa.

De Conto aseguró que tiene como pruebas “los llamados telefónicos (de Moreno) y las testigos”, que son las mujeres empresarias brasileñas que la acompañaron a una reunión con el funcionario donde dijo que fue maltratada.

De Conto había revelado que recibió un llamado intimidante de Moreno y luego fue a la Secretaría de Comercio con otras dos mujeres empresarias, ocasión en la que, insistió, fue maltratada y amenazada.

Relató además que hizo la denuncia inicial en la Fiscalía 4 que conduce Carlos Stornelli.

La mujer reveló que en el llamado Moreno le “gritaba” y le comentó que “me llamaba porque yo trabajaba para una empresa fantasma. Es una empresa brasileña, muy grande en Brasil, que acá está instalada hace once años o doce. Yo soy despachante de Aduana de esa empresa”.

“Me gritaba que yo trabajaba para una empresa fantasma, que él no lo iba a tolerar. Que por eso yo no iba a poder trabajar más. Le dije que era una empresa inscripta en la Inspección General de Justicia, en la Afip. Está inscripta en la Afip como importador de teléfonos de línea”, añadió. Después, en las oficinas de Moreno, también, según su versión, fueron maltratadas las tres mujeres.

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