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Cameron desestimó hoy el pedido de la Presidenta

Jueves, 03 de enero de 2013 18:48

Por Claudia Rahola

El primer ministro británico David Cameron desestimó hoy el nuevo llamamiento de la  presidenta argentina Cristina Kirchner para que ponga "fin al  colonialismo" y devuelva las disputadas islas Malvinas, insistiendo en el derecho de autodeterminación de sus habitantes.
Cameron afirmó que la población de las islas que los británicos denominan Falklands desea seguir ligada al Reino Unido y tendrá la oportunidad de expresar su opinión en el referéndum previsto para principios de marzo.
"El futuro de las Falklands debe ser determinado por los propios isleños, la gente que vive allá. Cuando se les ha pedido su opinión han dicho que quieren mantener su actual estatus con el Reino Unido", declaró el Premier conservador en un acto con jóvenes empresarios en Preston (noroeste de Inglaterra).
"Celebran un referéndum este año y espero que la presidenta de Argentina escuche ese referéndum y reconozca que corresponde a los isleños elegir su propio futuro, y mientras elijan permanecer con el Reino Unido tendrán mi respaldo al 100%", agregó.
En una carta abierta publicada el jueves como anuncio publicitario en los diarios The Guardian y The Independent, Kirchner denuncia que Argentina fue "despojada por la fuerza" del archipiélago situado a "14.000 kilómetros" de Londres hace 180 años "en un ejercicio flagrante de colonialismo del siglo XIX".
Desde entonces, "Gran Bretaña, la potencia colonial" se ha negado a devolver ese territorio, impidiendo a Argentina "restablecer su integridad territorial", escribe en su texto dirigido a Cameron, con copia al secretario general de Naciones Unidas Ban Ki-moon.
La mandataria sudamericana recuerda que la ONU decretó en 1960 la necesidad de "poner fin al colonialismo en todas sus formas y manifestaciones" y que su Asamblea General adoptó en 1965 "una resolución que consideraba las islas como un caso de colonialismo e invitaba a los dos países a negociar una solución a su disputa de soberanía", que ha sido seguida de otras en la misma dirección.
"En nombre del pueblo argentino, reitero nuestra invitación a que acatemos las resoluciones de las Naciones Unidas", concluye la presidenta argentina quien destaca contar con el apoyo de América Latina y numerosos gobiernos en el mundo.
Las autoridades de las islas, cuyo estatuto es actualmente el de territorio británico de ultramar, también consideraron "decepcionante" que Cristina Kirchner haga caso omiso tanto a sus derechos como a sus deseos.
"No somos una colonia del Reino Unido. Somos un territorio británico de ultramar por elección, lo cual es totalmente diferente", declaró Dick Sawle, uno de los ocho miembros de la asamblea legislativa del archipiélago.
Según él, el gobierno argentino les "niega el derecho a existir como pueblo, y el derecho a vivir en nuestra casa" al ignorar "el derecho fundamental" que les otorga la Carta de Naciones Unidas a decidir sobre su propio futuro.
Un portavoz del gobierno de las islas confirmó por su parte que los casi 3.000 habitantes de las Malvinas, en su mayoría británicos, están convocados a las urnas los 10 y 11 de marzo para pronunciarse sobre su estatus político.
Argentina rechaza este referéndum porque considera a los malvinenses "población implantada" por el Reino Unido. 
El gobierno argentino suele reivindicar la soberanía de las Malvinas cada 3 de enero, día del aniversario del desembarco de tropas británicas en el archipiélago en 1833.
La disputa entre los dos países dio lugar en 1982 a una guerra de 74 días que dejó 649 argentinos y 255 británicos muertos, aunque desde entonces Argentina canaliza sus reivindicaciones por la vía diplomática.
El 30º aniversario del conflicto estuvo marcado el año pasado por una escalada verbal entre Buenos Aires y Londres, y denuncias argentinas sobre una "militarización" británica de la zona y la exploración de posibles recursos petroleros, uno de los puntos de fricción.
En su reciente mensaje navideño a los malvinenses, Cameron denunció los intentos argentinos para "aislarlos, bloquear su comercio y socavar sus industrias pesquera, de hidrocarburos y turística legítimas".
AFP/NA

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Por Claudia Rahola

El primer ministro británico David Cameron desestimó hoy el nuevo llamamiento de la  presidenta argentina Cristina Kirchner para que ponga "fin al  colonialismo" y devuelva las disputadas islas Malvinas, insistiendo en el derecho de autodeterminación de sus habitantes.
Cameron afirmó que la población de las islas que los británicos denominan Falklands desea seguir ligada al Reino Unido y tendrá la oportunidad de expresar su opinión en el referéndum previsto para principios de marzo.
"El futuro de las Falklands debe ser determinado por los propios isleños, la gente que vive allá. Cuando se les ha pedido su opinión han dicho que quieren mantener su actual estatus con el Reino Unido", declaró el Premier conservador en un acto con jóvenes empresarios en Preston (noroeste de Inglaterra).
"Celebran un referéndum este año y espero que la presidenta de Argentina escuche ese referéndum y reconozca que corresponde a los isleños elegir su propio futuro, y mientras elijan permanecer con el Reino Unido tendrán mi respaldo al 100%", agregó.
En una carta abierta publicada el jueves como anuncio publicitario en los diarios The Guardian y The Independent, Kirchner denuncia que Argentina fue "despojada por la fuerza" del archipiélago situado a "14.000 kilómetros" de Londres hace 180 años "en un ejercicio flagrante de colonialismo del siglo XIX".
Desde entonces, "Gran Bretaña, la potencia colonial" se ha negado a devolver ese territorio, impidiendo a Argentina "restablecer su integridad territorial", escribe en su texto dirigido a Cameron, con copia al secretario general de Naciones Unidas Ban Ki-moon.
La mandataria sudamericana recuerda que la ONU decretó en 1960 la necesidad de "poner fin al colonialismo en todas sus formas y manifestaciones" y que su Asamblea General adoptó en 1965 "una resolución que consideraba las islas como un caso de colonialismo e invitaba a los dos países a negociar una solución a su disputa de soberanía", que ha sido seguida de otras en la misma dirección.
"En nombre del pueblo argentino, reitero nuestra invitación a que acatemos las resoluciones de las Naciones Unidas", concluye la presidenta argentina quien destaca contar con el apoyo de América Latina y numerosos gobiernos en el mundo.
Las autoridades de las islas, cuyo estatuto es actualmente el de territorio británico de ultramar, también consideraron "decepcionante" que Cristina Kirchner haga caso omiso tanto a sus derechos como a sus deseos.
"No somos una colonia del Reino Unido. Somos un territorio británico de ultramar por elección, lo cual es totalmente diferente", declaró Dick Sawle, uno de los ocho miembros de la asamblea legislativa del archipiélago.
Según él, el gobierno argentino les "niega el derecho a existir como pueblo, y el derecho a vivir en nuestra casa" al ignorar "el derecho fundamental" que les otorga la Carta de Naciones Unidas a decidir sobre su propio futuro.
Un portavoz del gobierno de las islas confirmó por su parte que los casi 3.000 habitantes de las Malvinas, en su mayoría británicos, están convocados a las urnas los 10 y 11 de marzo para pronunciarse sobre su estatus político.
Argentina rechaza este referéndum porque considera a los malvinenses "población implantada" por el Reino Unido. 
El gobierno argentino suele reivindicar la soberanía de las Malvinas cada 3 de enero, día del aniversario del desembarco de tropas británicas en el archipiélago en 1833.
La disputa entre los dos países dio lugar en 1982 a una guerra de 74 días que dejó 649 argentinos y 255 británicos muertos, aunque desde entonces Argentina canaliza sus reivindicaciones por la vía diplomática.
El 30º aniversario del conflicto estuvo marcado el año pasado por una escalada verbal entre Buenos Aires y Londres, y denuncias argentinas sobre una "militarización" británica de la zona y la exploración de posibles recursos petroleros, uno de los puntos de fricción.
En su reciente mensaje navideño a los malvinenses, Cameron denunció los intentos argentinos para "aislarlos, bloquear su comercio y socavar sus industrias pesquera, de hidrocarburos y turística legítimas".
AFP/NA

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