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Psy, el coreano que rompió el molde

Sabado, 05 de enero de 2013 23:50

 ¿Sabe usted que fue de la vida del grupo español “Los del Río”? ¿Cómo, no se acuerda? Son esos que pusieron a bailar al mundo al ritmo de “Macarena”, un tema simple y pegadizo que revolucionó al mundo discográfico hasta que dejó de hacerlo. Algo parecido le pasó a las también españolas Las Kepchup, un trío de chicas muy agraciadas que nos hicieron bailar y aprender el pasito del “Aserejé”, ¿se acuerda? Era también un ritmo pegadizo que no decía nada y del que ya nadie se acuerda.
El olimpo de los dioses de la música pegadiza y popular que recorre el mundo está ocupado hoy por un gordito cachetón de Corea del Sur. Se hace llamar PSY (Pi-es-ay, según la fonética de esas letras en inglés), y a diferencia de sus predecesores, que intentaron exprimir su éxito hasta que ya no dio más, este simpático coreano decidió romper el molde y anunció, en las primeras horas del año que acaba de comenzar, que no quiere seguir cantando el tema que lo catapultó al estrellato: el Gangnam Style, o como lo llama todo el mundo, el Baile del Caballo.
¿Porqué un hombre que ha alcanzado la cúspide de la popularidad se quiere bajar de ella tan rápidamente? Muy simple: quiere demostrar que lo suyo no es sólo el Baile del Caballo. De hecho, dijo que cuando sea convocado a nuevos conciertos pedirá cantar otras canciones de su repertorio, y que si no lo dejan, simplemente bajará la persiana del Gangnam Style y se dedicará a componer un nuevo disco.
Un repaso a la trayectoria de PSY muestra que este tipo de actitudes que ahora asombran a muchos, no son nuevas en la carrera del coreano. Park Jae-sang ese es su verdadero nombre- no es un artista convencional. Su formación musical no la obtuvo en Corea del Sur, donde nació, sino en Estados Unidos, donde estudió primero en la Universidad de Boston y luego en la Escuela de Música de Berklee, la universidad privada de música más grande del mundo. A diferencia de casi todas las escuelas de música de Estados Unidos, que están centradas en la música clásica, Berklee ofrece formación en jazz, rock y otros estilos de música contemporánea.
Tras completar su formación, PSY volvió a su país y, en febrero de 2001, lanzó su primer disco titulado Bird (Pájaro, en inglés). El trabajo revolucionó la escena coreana de la música pop, un enorme mercado discográfico conocido internacionalmente como el k-pop. Los críticos destacaron sus letras muy contundentes destinadas al público joven, sus movimientos peculiares de baile y su aspecto poco convencional. Con un estilo, rompió el estereotipo del k-pop, que establecía que los cantantes masculinos tenían que ser atractivos y bailar muy bien. El éxito también trajo polémica. El contenido de sus canciones hizo que varios grupos conservadores se organizaran para pedir que se prohiba la venta de su disco a menores porque podía ser “una influencia potencialmente negativa”. Y a solo 5 meses de su lanzamiento, lograron su objetivo. Para peor, algunos meses más tarde PSY fue detenido acusado de fumar marihuana, cargo por el que recibió una severa multa en enero de 2002.
Para capitalizar el escándalo, ese mismo mes lanzó su segundo álbum titulado “For adults” (Para adultos), cuya venta fue prohibida de inmediato a menores de 18 años.
En setiembre de 2002 lanzó su tercer álbum, pero para sortear la “censura comercial”, eligió venderlo a través de un sitio de música en Internet. La canción que daba título al disco, “Campeón”, se convirtió rápidamente en un éxito, ya que Corea del Sur acababa de ser sede del Mundial de Fútbol de ese año junto con Japón.
PSY se mantuvo en los meses siguientes como un artista de culto, adorado por sus fans por no seguir los caminos convencionales ni adherir a los moldes de la industria. En 2003 fue convocado para hacer el servicio militar obligatorio, que en Corea del Sur por su permanente conflicto con su vecina del Norte- dura dos años. En 2005, cuando completó ese trámite, se casó, fue papá y en 2006 presentó su cuarto álbum: Sa House (La casa de Sa). Pero apenas dos meses después del nacimiento de su segundo hijo, en 2007, surgió evidencia de que no había cumplido con su obligación militar como correspondía y volvió a ser reclutado por otros dos años. Recién retornó a la vida civil en 2009.
En 2010 volvió a subir a los escenarios, donde demostró que aún estaba vigente. Ese año presentó PSY Five (PSY Cinco), su quinto álbum de estudio, que no tuvo el éxito de los tres primeros. Y se tomó un descanso hasta el año pasado, cuando grabó y presentó PSY 6 - Six Rules (PSY 6 Seis reglas).
Lo que ocurrió después es historia. El video del tema Gangnam Style, que forma parte del álbum, se convirtió en un fenómeno de Internet, y entre julio y diciembre pasados fue visto más de 1.000 millones de veces en Youtube. El mundo globalizado hizo que la canción fuera un éxito no solo en Corea del Sur, sino en todo el globo. La web se llenó de miles de videos imitando el original, las discotecas, las radios y los canales de televisión lo repitieron hasta el cansancio, y sin quererlo, PSY alcanzó el rótulo de estrella universal de la música.
Pero PSY quiere más. Tras cantar frente a un millón de personas en la fiesta de Año Nuevo de Times Square, en Nueva York (donde además celebró su cumpleaños 35, ya que cumple años el 31 de diciembre), brindó una entrevista en la que sorprendió a todos diciendo que ya no quiere cantar el Baile del Caballo, y que “todo tiene un ciclo”. Luego reconoció que el Gangnam Style se hizo tan famoso que siente que no podrá hacer otra cosa y que trabajar en un tema diferente la va a resultar duro. Pero ya quiere comenzar a hacerlo. Aspira, dijo, a ser grande como algunas figuras con las que se identificó como Freddy Mercury-, que no tuvieron solo un gran éxito, sino varios. Y por ahora, el baile del caballo es un obstáculo para lograrlo.

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 ¿Sabe usted que fue de la vida del grupo español “Los del Río”? ¿Cómo, no se acuerda? Son esos que pusieron a bailar al mundo al ritmo de “Macarena”, un tema simple y pegadizo que revolucionó al mundo discográfico hasta que dejó de hacerlo. Algo parecido le pasó a las también españolas Las Kepchup, un trío de chicas muy agraciadas que nos hicieron bailar y aprender el pasito del “Aserejé”, ¿se acuerda? Era también un ritmo pegadizo que no decía nada y del que ya nadie se acuerda.
El olimpo de los dioses de la música pegadiza y popular que recorre el mundo está ocupado hoy por un gordito cachetón de Corea del Sur. Se hace llamar PSY (Pi-es-ay, según la fonética de esas letras en inglés), y a diferencia de sus predecesores, que intentaron exprimir su éxito hasta que ya no dio más, este simpático coreano decidió romper el molde y anunció, en las primeras horas del año que acaba de comenzar, que no quiere seguir cantando el tema que lo catapultó al estrellato: el Gangnam Style, o como lo llama todo el mundo, el Baile del Caballo.
¿Porqué un hombre que ha alcanzado la cúspide de la popularidad se quiere bajar de ella tan rápidamente? Muy simple: quiere demostrar que lo suyo no es sólo el Baile del Caballo. De hecho, dijo que cuando sea convocado a nuevos conciertos pedirá cantar otras canciones de su repertorio, y que si no lo dejan, simplemente bajará la persiana del Gangnam Style y se dedicará a componer un nuevo disco.
Un repaso a la trayectoria de PSY muestra que este tipo de actitudes que ahora asombran a muchos, no son nuevas en la carrera del coreano. Park Jae-sang ese es su verdadero nombre- no es un artista convencional. Su formación musical no la obtuvo en Corea del Sur, donde nació, sino en Estados Unidos, donde estudió primero en la Universidad de Boston y luego en la Escuela de Música de Berklee, la universidad privada de música más grande del mundo. A diferencia de casi todas las escuelas de música de Estados Unidos, que están centradas en la música clásica, Berklee ofrece formación en jazz, rock y otros estilos de música contemporánea.
Tras completar su formación, PSY volvió a su país y, en febrero de 2001, lanzó su primer disco titulado Bird (Pájaro, en inglés). El trabajo revolucionó la escena coreana de la música pop, un enorme mercado discográfico conocido internacionalmente como el k-pop. Los críticos destacaron sus letras muy contundentes destinadas al público joven, sus movimientos peculiares de baile y su aspecto poco convencional. Con un estilo, rompió el estereotipo del k-pop, que establecía que los cantantes masculinos tenían que ser atractivos y bailar muy bien. El éxito también trajo polémica. El contenido de sus canciones hizo que varios grupos conservadores se organizaran para pedir que se prohiba la venta de su disco a menores porque podía ser “una influencia potencialmente negativa”. Y a solo 5 meses de su lanzamiento, lograron su objetivo. Para peor, algunos meses más tarde PSY fue detenido acusado de fumar marihuana, cargo por el que recibió una severa multa en enero de 2002.
Para capitalizar el escándalo, ese mismo mes lanzó su segundo álbum titulado “For adults” (Para adultos), cuya venta fue prohibida de inmediato a menores de 18 años.
En setiembre de 2002 lanzó su tercer álbum, pero para sortear la “censura comercial”, eligió venderlo a través de un sitio de música en Internet. La canción que daba título al disco, “Campeón”, se convirtió rápidamente en un éxito, ya que Corea del Sur acababa de ser sede del Mundial de Fútbol de ese año junto con Japón.
PSY se mantuvo en los meses siguientes como un artista de culto, adorado por sus fans por no seguir los caminos convencionales ni adherir a los moldes de la industria. En 2003 fue convocado para hacer el servicio militar obligatorio, que en Corea del Sur por su permanente conflicto con su vecina del Norte- dura dos años. En 2005, cuando completó ese trámite, se casó, fue papá y en 2006 presentó su cuarto álbum: Sa House (La casa de Sa). Pero apenas dos meses después del nacimiento de su segundo hijo, en 2007, surgió evidencia de que no había cumplido con su obligación militar como correspondía y volvió a ser reclutado por otros dos años. Recién retornó a la vida civil en 2009.
En 2010 volvió a subir a los escenarios, donde demostró que aún estaba vigente. Ese año presentó PSY Five (PSY Cinco), su quinto álbum de estudio, que no tuvo el éxito de los tres primeros. Y se tomó un descanso hasta el año pasado, cuando grabó y presentó PSY 6 - Six Rules (PSY 6 Seis reglas).
Lo que ocurrió después es historia. El video del tema Gangnam Style, que forma parte del álbum, se convirtió en un fenómeno de Internet, y entre julio y diciembre pasados fue visto más de 1.000 millones de veces en Youtube. El mundo globalizado hizo que la canción fuera un éxito no solo en Corea del Sur, sino en todo el globo. La web se llenó de miles de videos imitando el original, las discotecas, las radios y los canales de televisión lo repitieron hasta el cansancio, y sin quererlo, PSY alcanzó el rótulo de estrella universal de la música.
Pero PSY quiere más. Tras cantar frente a un millón de personas en la fiesta de Año Nuevo de Times Square, en Nueva York (donde además celebró su cumpleaños 35, ya que cumple años el 31 de diciembre), brindó una entrevista en la que sorprendió a todos diciendo que ya no quiere cantar el Baile del Caballo, y que “todo tiene un ciclo”. Luego reconoció que el Gangnam Style se hizo tan famoso que siente que no podrá hacer otra cosa y que trabajar en un tema diferente la va a resultar duro. Pero ya quiere comenzar a hacerlo. Aspira, dijo, a ser grande como algunas figuras con las que se identificó como Freddy Mercury-, que no tuvieron solo un gran éxito, sino varios. Y por ahora, el baile del caballo es un obstáculo para lograrlo.

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