En Güemes preocupa la cantidad de perros y gatos que son abandonados diariamente, en una ciudad donde la presencia de perros callejeros creció de manera alarmante en los últimos años.
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En Güemes preocupa la cantidad de perros y gatos que son abandonados diariamente, en una ciudad donde la presencia de perros callejeros creció de manera alarmante en los últimos años.
Las campañas de esterilización encaradas en la ciudad parecen no haber tenido aún los resultados deseados y en los últimos tiempos el abandono de cachorros en las puertas de las veterinarias locales se volvió una práctica habitual.
Esta situación se agravó en 2012 y en lo que va del 2013. Por ello, los veterinarios solicitan a la comunidad una actitud responsable en relación con la tenencia de mascotas y que se tomen las medidas necesarias para evitar su reproducción y posterior abandono de las crías.
“Es fundamental que se termine con esta costumbre y que se tome conciencia sobre el cuidado de las mascotas, en especial para evitar que tengan crías”, expresó el Dr. Néstor Salcedo, propietario de una veterinaria local.
Salcedo contó que hace una semana abandonaron varios perros recién nacidos en la puerta de su local, durante la madrugada.
“Regresaba del campo a eso de las 5, cuando vi a una persona que se subía a un auto que estaba estacionado en la puerta de mi casa. Había dejado una caja con 8 cachorros”, comentó Salcedo.
Actitud desaprensiva
Esta situación se vive en la mayoría de las veterinarias de la ciudad, lo que obligó a los propietarios de los negocios a realizar campañas de adopción de forma casi permanente.
“Por suerte siempre logro ubicar a los cachorros abandonados, pero esta actitud desaprensiva debe terminar”, dijo el profesional.
Agregó que, al contrario de lo que se cree, la mayoría de los que abandonan a las crías son personas con un buen pasar económico. “Según corroboramos con varios testigos, son autos nuevos los que se estacionan en las veterinarias para abandonar a los animales”, afirmó.
Problemas en el hospital
La falta de conciencia sobre la tenencia responsable de mascotas derivó en situaciones inusuales, como la que se vivió en hospital Joaquín Castellanos. Allí un centenar de perros vagabundos que habitaban en el predio ocasionaron no pocos problemas: varias veces intentaron morder a pacientes y trabajadores de la salud, a la par que correteaban las camillas y dificultaban el trabajo.
Todas las semanas eran abandonados varios cachorros en el lugar, algunos de los cuales eran alimentados por los residentes del geriátrico local.