Las llamativas ampliaciones de viviendas que se hicieron en menos de cinco meses en Lomas de Medeiros desencadenaron duros cuestionamientos de los salteños. Las 76 casas, construidas con fondos públicos, fueron adjudicadas a familias con ingresos superiores a 15.000 pesos que supuestamente no podían edificar por su cuenta. Sin embargo, algunas propiedades ya ostentan grandes dimensiones, segundos pisos, salas de estar, nuevos dormitorios y otras costosas remodelaciones.
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Las llamativas ampliaciones de viviendas que se hicieron en menos de cinco meses en Lomas de Medeiros desencadenaron duros cuestionamientos de los salteños. Las 76 casas, construidas con fondos públicos, fueron adjudicadas a familias con ingresos superiores a 15.000 pesos que supuestamente no podían edificar por su cuenta. Sin embargo, algunas propiedades ya ostentan grandes dimensiones, segundos pisos, salas de estar, nuevos dormitorios y otras costosas remodelaciones.
El Tribuno publicó ayer un informe y fotos que muestran cómo viviendas sociales se transformaron en inmuebles de lujo. La noticia fue la que más visitas tuvo en la edición digital de este medio. Muchas personas manifestaron su indignación a través de Facebook, Twitter y en portales de internet, pero desde el Grand Bourg no se emitió ni una palabra. El silencio fue la respuesta al quedar bajo la lupa las políticas oficiales que se aplican ante el déficit habitacional la provincia.
En las redes sociales, los comentarios coincidieron en remarcar que es prioritario darles viviendas a las familias humildes y no a los que tienen una situación económica que permite hacer grandes obras en pocos meses.
Lomas de Medeiros no fue un plan estatal más. Semanas antes de la entrega del barrio, que se hizo en abril, se difundió la nómina de los beneficiarios. Entre ellos había funcionarios con propiedades y personas vinculadas a la actual gestión. El escándalo que se generó obligó al Gobierno a revocar 39 asignaciones y sortearlas a través de Enjasa.
Si bien se utilizaron fondos estatales para la urbanización, la inscripción no estuvo abierta a todos. El IPV, en una de las provincias más pobres, exigió garantizar una cuota inicial de 75.000 pesos y una capacidad económica para hacer frente a cuotas de 2.800 pesos durante 20 años.
“El IPV entregó estas casas a gente que puede adquirir su casa por otros medios porque tiene plata... ¿Ustedes piensan que una familia con ingresos de 5.000 pesos tendría semejante ampliación en 5 meses?... Qué injusto que habiendo tanta gente que realmente necesita un techo el IPV haga un barrio para gente de alto nivel adquisitivo, LAMENTABLE!”, dijo Taty Vargas, una lectora de El Tribuno, en Facebook.
“Las obras, bajo control “
La secretaria de Planeamiento Urbano de la intendencia, Fany Velarde, dijo que muchos de los adjudicatarios de Lomas de Medeiros pidieron permisos para hacer ampliaciones, si bien no pudo precisar el número. “Las obras se están haciendo bajo el control de la comuna”, señaló la funcionaria.
Consultados por este medio, desde el IPV respondieron que no hay ninguna norma que prohiba reformar las viviendas desde el momento en que se entregan pero que es necesaria una autorización municipal.
En una esquina del barrio, una casa ya tiene columnas para edificar una tercera planta. En otras propiedades, sumaron un piso. Sin embargo, el crecimiento es desparejo porque aún quedan propiedades sin medianeras.
Lo que se dijo en las redes