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Gases vacunos, una fuente de energía

Jueves, 17 de octubre de 2013 02:19

Las vacas ofrecen una doble solución: generar energía de manera eficiente y sustentable y evitar la acumulación de GEI.

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Las vacas ofrecen una doble solución: generar energía de manera eficiente y sustentable y evitar la acumulación de GEI.

Generó gran curiosidad en los productores ganaderos del interior, los resultados de una investigación del INTA que asegura que los gases que emiten las vacas pueden alimentar de energía a un motor y hacerlo funcionar.

Ya hay tamberos en el Valle de Lerma interesados en indagar y aplicar este novedoso sistema de generación de bioenergía.

Según el organismo nacional, el biometano purificado y comprimido puede ser utilizado para generar energía calórica, lumínica y motriz. Los sistemas para hacer esto posible ya existen y están en pleno funcionamiento.

Ricardo Bualo, técnico del INTA, quien participa de el proyecto explicó: “Una vaca emite alrededor de 300 litros de metano por día, que pueden ser utilizados para poner en funcionamiento una heladera de 100 litros de capacidad a una temperatura entre 2§ y 6§ durante un día completo”.

Buano manifestó, además, que ahora se hace necesario transferir ese conocimiento a los productores para que su utilización se multiplique. “Luz, calor, heladeras y hasta un automóvil pueden funcionar con este biocombustible”, explicó.

Esto implica que, además de ser una importante fuente de alimento los bovinos emiten gases que pueden proveer energía alternativa para uso doméstico. “Como los bovinos liberan gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera, proponemos una forma económica y práctica de secuestrar esas emisiones y utilizarlas como sustituto energético”, contó el coordinador del grupo de Fisiología Animal del INTA Castelar Buenos Aires, Guillermo Berra.

Hacia 2050, se prevé que disminuyan las reservas petroleras y aumente la necesidad de dar con fuentes de energía alternativas y renovables. “Ante ese panorama, el uso de gas natural comprimido podría suplirse con este logro. La energía obtenida de las vacas serviría para que, en aquellos lugares donde no llega la convencional, los productores tengan una alternativa para cocinar, iluminar sus viviendas e, incluso, manejar sus autos”, indicó el investigador. Con una analogía casi humorística, se trataría de pensar a la vaca como un “biodigestor con patas”.

Además de brindar respuesta a la falta o escasez de fuente energética, esta iniciativa busca disminuir la cantidad de GEI que se emanan al ambiente.

 

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