Oscar Peña Devito, de 60 años, declaró en las últimas horas en la causa por el cuádruple crimen de La Plata y ratificó su testimonio previo, que deja más complicado aún a Javier La Hiena Quiroga, el único detenido que tiene hoy la causa y quien, según se comprobó con las pericias de ADN, estuvo en la casa que Susana De Bártole compartía con su hija, Bárbara Santos, y su nieta, Micaela Galle, antes de ser asesinadas.
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Oscar Peña Devito, de 60 años, declaró en las últimas horas en la causa por el cuádruple crimen de La Plata y ratificó su testimonio previo, que deja más complicado aún a Javier La Hiena Quiroga, el único detenido que tiene hoy la causa y quien, según se comprobó con las pericias de ADN, estuvo en la casa que Susana De Bártole compartía con su hija, Bárbara Santos, y su nieta, Micaela Galle, antes de ser asesinadas.
Devito, quien cumple una condena en la Unidad carcelaria 4 de Melchor Romero, aseguró que durante cinco meses compartió “ranchada” con Quiroga, es decir, vivieron en el mismo pabellón, y que éste no sólo le confesó ser el autor de los homicidios, sino que le especificó detalles de lo que sucedió esa tarde.
El escalofriante relato del testigo
Según el relato que brindó el testigo ante la fiscal Ana Medina, Quiroga, quien se desempeñaba como albañil y ya había realizado varios trabajos en el domicilio de De Bártole, concurrió en aquella oportunidad con intenciones de robo.
“(Quiroga) se presentó el sábado 26 de noviembre de 2011 las 20.30 en el departamento de Susana De Bártole, donde es recibido por la misma propietaria. Ya había hecho varios trabajos en el domicilio en vistas de que se desempeñaba como albañil, techista, pintor, plomero y otros oficios”, declaró Devito.
Y continuó: “Quiroga se iba a encontrar con la señora a solas, para robar plata”, pero “estaban la hija y la nieta de Susana, Bárbara Santos y Micaela Galle. Quiroga nunca me dijo que estaba drogado”, señaló el testigo. “El estaba tomando mate y charlando con Susana y Bárbara, fumaron entre tres y cuatro cigarrillos, también estaba Micaela y esperó el momento que se dispersen. Se da ese momento en que queda solo con Susana porque Bárbara se va a duchar y Micaela se va a su cuarto”, relató.
“Quiroga tomó el palo de amasar y le asestó dos golpes a Susana en la cabeza”, luego agarró “una cuchilla de la misma mesada y se dirigió al baño. Allí Santos se defendió”, le sacó el arma blanca y “llegó a cortarlo”.
El testigo asegura que el propio acusado fue quien le contó a él fríamente la forma en que dio muerte a cada una de las mujeres: “Después le saqué la cuchilla y la re cagué a puñaladas”.
Y Sigue el declarante: “Cuando Quiroga ingresó a la habitación de Susana, la niña estaba intentando comunicarse con alguien. Ahí es que le corta el cuello primero y le da varias puñaladas”. en ese momento ingresó a la casa Carlos Daniel Videla, un ex vecino de La Hiena que lo acompañó para robar al departamento.
Según la versión del detenido, Videla ayudó a rematar a las víctimas y es quien le abrió la puerta a Marisol Pereyra (35), amiga de la familia, quien llegó a la casa y fue asesinada.
Para Peña Devito, afuera del departamento se encontraba “el cómplice” y cree que fue él “quien revisó toda la casa buscando plata. Quiroga me dijo que se llevó $1700 y el otro se tiene que haber llevado la misma cantidad”, concluyó.
Investigación de falso testimonio
La declaración del testigo se dio en el marco de la investigación por presunto falso testimonio que se abrió en 2012 tras la denuncia formulada por la defensa del otro imputado, Osvaldo Karateca Martínez, contra el remisero Marcelo Tagliaferro, quien había dicho haberlo visto salir de la casa el día del crimen.
El vocero dijo que según esa versión, sería Videla quien salió a decirle a Tagliaferro con el torso desnudo que se vaya porque Marisol se quedaba y no el Karateca Martínez, tal como declaró el remisero en la causa. Martínez y Quiroga serán juzgados por el Tribunal Oral en lo Criminal 3 de La Plata, integrado por los jueces Ernesto Domenech, Florencia Butiérrez y Andrés Vitali y se prevé que declaren más de 170 testigos.
En la investigación, el fiscal Alvaro Garganta consideró probado que el 27 de noviembre de 2011 “por lo menos dos hombres, conocidos de la familia, mediante múltiples golpes y heridas de arma blanca, le dan muerte a Bárbara Santos, a Susana de Bártole y a Micaela Yamila Galle Santos con el fin de lograr su impunidad”.
Precisó además que “en dichas circunstancias, ante la llegada imprevista de Marisol Pereyra, el primero (Martínez) la recibe y el segundo (Quiroga) la ultima por idéntico motivo”. El fiscal imputó del cuádruple crimen a Martínez, pareja de Bárbara Santos, y a La Hiena Quiroga, un albañil conocido de la familia y cuyo ADN coincide con rastros genéticos encontrados en la escena de los homicidios.
Sin embargo, el único que continúa en prisión es Quiroga, ya que la Cámara Penal platense consideró que no había suficientes pruebas para mantener detenido a Martínez, quien siempre dijo ser inocente.