La polémica por la ley de derribo de aviones del narcotráfico separó aguas en el kirchnerismo. A 25 días de que pierda estado parlamentario el único proyecto que se presentó en Diputados -y que nunca se trató ni siquiera en comisión-, el gobernador bonaerense Daniel Scioli consideró que esta ley “es un debate que hay que dar”, pero sus compañeros del gabinete nacional y del oficialismo legislativo le respondieron a viva voz que no están de acuerdo con él.
inicia sesión o regístrate.
La polémica por la ley de derribo de aviones del narcotráfico separó aguas en el kirchnerismo. A 25 días de que pierda estado parlamentario el único proyecto que se presentó en Diputados -y que nunca se trató ni siquiera en comisión-, el gobernador bonaerense Daniel Scioli consideró que esta ley “es un debate que hay que dar”, pero sus compañeros del gabinete nacional y del oficialismo legislativo le respondieron a viva voz que no están de acuerdo con él.
En medio de la discusión nacional que surgió por los reclamos de la Iglesia y de la Corte Suprema al Gobierno para que tome medidas urgentes frente al narcotráfico, ayer el gobernador Scioli sumó su voz al opinar a favor de contar con una legislación que cree el sistema y el protocolo a seguir para abatir a aquellos aviones que incursionen en el espacio aéreo argentino trayendo droga.
La lucha contra la droga “está en la agenda nacional, provincial y de la sociedad”, sostuvo Scioli, y agregó que la ley de derribo “es un debate que hay que dar”.
El mandatario recalcó que “no se trata de derribar aviones” sino de que se “desplieguen distintas medidas que hagan que los narcotraficantes tengan miedo”.
Su opinión es diametralmente opuesta a miembros del Gabinete nacional y a legisladores oficialistas.
De hecho, para el ministro de Defensa de la Nación, Agustín Rossi, una legislación que autorizara la eliminación de aeronaves implicadas con el tráfico de estupefacientes sería “pena de muerte sin juicio previo” y la “subversión” del Código Penal argentino, así como también “violaría los tratados internacionales” a los que suscribió el país.
Asimismo, consideró que esa medida, que también apoyan el Frente Renovador de Sergio Massa y el diputado Francisco De Narváez, brindaría una “cuota de tranquilidad” a los narcotraficantes, “porque derriban al piloto y termina muriendo”, mientras que si se logra apresarlo se podría “conseguir algún dato o información que permita desarmar todo el entramado”.
En la misma senda se pronunció el senador nacional Aníbal Fernández, quien ratificó que sancionar una ley de derribo de aviones es una “pena de muerte sin proceso previo” y opinó que “le hace un favor al narco derribándolo”.
Para el exjefe de Gabinete, los opositores “quieren hacer más grande” el tema del narcotráfico “para sacar ventajitas politiqueras”.