La segunda señal explícita a la Iglesia en solo una semana. La primera fue la aprobación en el Senado del Código Civil con modificaciones propuestas por el Episcopado y la segunda fue ayer.
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La segunda señal explícita a la Iglesia en solo una semana. La primera fue la aprobación en el Senado del Código Civil con modificaciones propuestas por el Episcopado y la segunda fue ayer.
El cura Juan Carlos Molina se ocupará de programar acciones de prevención contra la drogadicción y la lucha contra el narcotráfico.
La designación del creador de la Fundación Valdocco al frente de la Sedronar es considerada una reacción a las advertencias que la Iglesia católica hizo al Gobierno porque los traficantes pusieron al país “en una situación de desborde”.
El comunicado de la Conferencia Episcopal se conoció a principio de este mes. Y golpeó duró a la administración kirchnerista.
La Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar) estaba acéfala desde marzo, por la renuncia de Rafael Bielsa.
Cuando anunció la designación dispuesta por la Presidenta, el jefe de Gabinete Jorge Capitanich indicó que Molina realizará una amplia convocatoria a todas las organizaciones no gubernamentales y a otras iglesias para diseñar un plan de trabajo conjunto. Dijo que el narcotráfico será abordado en base a un despliegue territorial y con participación ciudadana.
Molina no es ajeno al Gobierno (asesora a la ministra Alicia Kirchner), se lo conoce por su trabajo en Haití y en la India.
Trabajo destacado
El presidente de la fundación Valdocco, Carlos Belvedere, destacó ayer el trabajo realizado por el designado titular del Sedronar, Juan Carlos Molina, con jóvenes con adicciones en el Chaco y en Haití.
“Juan Carlos es fundador de Valdocco y viene desarrollando desde sus jóvenes años de sacerdote un trabajo intenso en la Patagonia que después se extendió al Chaco, al Impenetrable donde trabajamos fundamentalmente con población de niños, adolescentes y jóvenes en situación de riesgo y particularmente con chicos en situaciones de adicciones”, remarcó Belvedere.
“Padre coraje” con vasta experiencia
Tiene llegada directa a la familia Kirchner, es amigo y confidente de Alicia, la cuñada presidencial, y cuenta con años de experiencia en la Patagonia.
El padre Juan Carlos Molina, tuvo un rol importante en Santa Cruz desde que Néstor Kirchner asumió la presidencia de la Nación. Su paso por esa provincia aún es recordado. En el año 2003 dirigió el Hogar Valdocco evocando un barrio italiano donde Don Bosco patrono de la Patagonia- tenía una casa para chicos. El hogar, que después se bautizó como “Pibes de la Patagonia”, se levantó en un predio donado por Repsol-YPF y dirigida por Molina.
La Fundación fue conocida por su trabajo con niños, niñas y jóvenes en situaciones de abandono no judicializados. Se les enseñaba oficios y ayudaban a que finalicen sus estudios. La casa hogar en la que trabajó Molina fue un espacio educativo terapeuta, con escuelas y talleres, granja y vivero. La prensa santacruceña lo bautizó “Padre Coraje” por su estilo descontracturado y su perfil informal.