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Pese a las denuncias Villalba está en carrera electoral

Martes, 05 de noviembre de 2013 01:24

Carlos Villalba fue el intendente más polémico de los últimos tiempos. Su nombre está en una causa en la que se investiga una red de trata de personas. En octubre fue procesado por el delito de peculado, acusado de sustraer caudales del Estado, y como si fuera poco, la AFIP sospecha que su forma de vida esconde un “enriquecimiento ilícito”.
Su mala fama es conocida desde este año a nivel nacional, después de que fuera apresado en un prostíbulo en agosto. Villalba no manejaba un municipio cualquiera. Era el intendente de Salvador Mazza, localidad fronteriza señalada como la puerta de entrada de la cocaína a la Argentina.
En su localidad, donde busca la reelección de la mano del gobernador Juan Manuel Urtubey, que le abrió las puertas del Partido Justicialista en el momento en que se le cerraban todos los espacios políticos, intentará recuperar la intendencia que declaró intervenida la Provincial luego del escándalo.
En las PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias) del seis de octubre el candidato a intendente de Juntos para la Victoria, Rubén Méndez, obtuvo el 37 por ciento de los votos. Carlos Villalba, de Seguimos Creciendo, consiguió el 23 por ciento, apenas un punto más que Francisco Ibáñez del Frente Salteño.
La carrera de Villalba no se agotó en las PASO ni en el episodio del cabaret: ese fue el último eslabón de una cadena de irregularidades que marcaron su gestión, plagada de denuncias y caracterizada por el aumento del narcotráfico con sus costumbres sangrientas.

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Carlos Villalba fue el intendente más polémico de los últimos tiempos. Su nombre está en una causa en la que se investiga una red de trata de personas. En octubre fue procesado por el delito de peculado, acusado de sustraer caudales del Estado, y como si fuera poco, la AFIP sospecha que su forma de vida esconde un “enriquecimiento ilícito”.
Su mala fama es conocida desde este año a nivel nacional, después de que fuera apresado en un prostíbulo en agosto. Villalba no manejaba un municipio cualquiera. Era el intendente de Salvador Mazza, localidad fronteriza señalada como la puerta de entrada de la cocaína a la Argentina.
En su localidad, donde busca la reelección de la mano del gobernador Juan Manuel Urtubey, que le abrió las puertas del Partido Justicialista en el momento en que se le cerraban todos los espacios políticos, intentará recuperar la intendencia que declaró intervenida la Provincial luego del escándalo.
En las PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias) del seis de octubre el candidato a intendente de Juntos para la Victoria, Rubén Méndez, obtuvo el 37 por ciento de los votos. Carlos Villalba, de Seguimos Creciendo, consiguió el 23 por ciento, apenas un punto más que Francisco Ibáñez del Frente Salteño.
La carrera de Villalba no se agotó en las PASO ni en el episodio del cabaret: ese fue el último eslabón de una cadena de irregularidades que marcaron su gestión, plagada de denuncias y caracterizada por el aumento del narcotráfico con sus costumbres sangrientas.

Faltantes millonarios y peculado

En 2010, la Auditoría General de la Provincia encontró 106 irregularidades en la gestión de Carlos Villalba. La increíble cantidad de observaciones nunca fue evaluada por los concejales del municipio, que impusieron la mayoría oficialista y evitaron que se creara una comisión investigadora. Entre las anomalías, se destacaba la ausencia de más de $5 millones, de los que no existen rastros en la intendencia. “No se le puede dar crédito a la información que se obtiene por internet. No es serio y puede ser adulterada”, argumentó la concejal oficialista Isaura de la Rosa, para desacreditar el informe de la Auditoría. El argumento fue suficiente para que nunca se rastreara el destino de esos fondos.
Según indican los datos del organismo público, Villalba no reglamentó el otorgamiento de adelantos de sueldo al personal que la Tesorería de la comuna y entregó, por ese concepto, un total de $505.502.
También se detectó que el municipio adquirió comestibles por $108.280 sin hacer una licitación pública. Por otra parte, la Auditoria advirtió que los fondos transferidos a Salvador Mazza en concepto de regalías de gas y petróleo, por $1.037.856, difieren del monto expuesto en la ejecución presupuestaria en $731.894.
El informe también destaca que hubo un número significativo de órdenes de pago pendientes de rendición, identificadas como “fondos con cargos a rendir”, cuyo importe ascendió a $2.804.093.
Los desmanejos administrativos llegaron a tal punto que el municipio se manejó sin el presupuesto aprobado por sus concejales, como ordena el sistema democrático republicano y federal, según denunció la Auditoría en la observación número nueve.
“No se elaboran Presupuestos por Programas o Cursos de Acción, ni se confeccionan indicadores, a efectos de gestionar los fondos públicos, con sujeción al ordenamiento jurídico, que establece la aplicación de los principios de legalidad, economía, eficiencia y eficacia”, remarca el documento público.
En los primeros días de octubre, Villalba fue procesado por el delito de peculado por el juez de Instrucción Formal de Primera Nominación de Tartagal, Nelso Aramayo. Además, el titular de la AFIP en Salta, Rafael Resnik Brenner, confirmó a mediados de septiembre que el exintendente de Salvador Mazza es investigado por enriquecimiento ilícito.
El organismo tributario quiere saber si los bienes y el dinero de Villalba se condicen con su nivel de ingresos o si tiene algún tipo de entrada de fondos no declarada.
El exintendente también desafió las normas al crear un “peaje” que deben pagar los vehículos que llegan a la localidad por la ruta 34. Con este cargo ilegal, Villalba violó reglas internas del municipio, incumplió deberes de funcionario, se apropió de competencias que sólo el fuero federal tiene sobre rutas nacionales y avasalló derechos y libertades constitucionalmente protegidos.

 

Resoluciones que se utilizaban como un cheque al portador


Una de las acciones más inauditas que se verificaron en Salvador Mazza es el pago de deudas del municipio por medio de resoluciones firmadas por el exintendente Carlos Villalba que se cobraban por ventanilla.
El concejal Alfredo Palacios comprobó que dichas resoluciones pasaban de mano a en mano y se endosaban, en una insólita reinvención de las órdenes (cheques) y compromisos de pago (pagarés) de curso legal.
“Resoluciones firmadas por el intendente se usaron como cheques al portador. Quienes las tuvieran en su poder podían cobrar por ventanilla de la Municipalidad, como si se tratara de un banco. Se libraron papeles por montos que superaron los 100.000 pesos. Hicimos pedidos de informes y denunciamos pero nadie respondió, ni la Auditoría General de la Provincia”, cuestionó Palacios.
El exjefe comunal de Salvador Mazza tenía también el récord de ser el intendente más impuntual en el pago de los salarios públicos. “Sin Villalba empezamos a olvidarnos de hacer paro”, sostuvo Rubén Moreno, delegado de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) en Salvador Mazza, tras recalcar que para los empleados municipales las protestas eran ineludibles cada comienzo de mes.
Desde 2007, cuando asumió Villalba, hasta meses atrás, la planta permanente cobraba sueldos con semanas de atraso. Entre los agentes estatales de esa localidad fronteriza, hay una categoría denominada “empleados de resolución”, quienes tampoco percibían sus remuneraciones en tiempo y forma.
“No había una administración. El exintendente estaba más en Salta capital o en Buenos Aires que en Salvador Mazza. Desde la intervención, los sueldos se pagan como corresponde, del uno al diez”, sostuvo Fermín Hoyos, secretario general de ATE del departamento San Martín. Sin embargo, Hoyos teme que las irregularidades vuelvan y sostiene que la interventora Mercedes Junco está apoyando la campaña de Villalba. “Es vergonzoso. Lo sacaron por el escándalo de la trata de personas. Además, durante la gestión del exintendente hubo serias irregularidades”, sostuvo el sindicalista.
Según los trabajadores de Salvador Mazza, quedó en evidencia que el Municipio sí contaba con recursos para hacer frente a las obligaciones salariales. “Cuando estaba Villalba ya entraba un millón y medio de pesos por el peaje que se les cobra a los conductores de camiones. También se disponía del dinero de la tasa de actividades varias que se les exigía a los comerciantes que introducían mercadería”, explicó Moreno. “Con esos impuestos, el intendente podría haber cubierto tranquilamente los sueldos, sin tocar la coparticipación o las regalías petroleras”, agregó Hoyos.
 

Sin ejecución presupuestaria



El concejal opositor Alfredo Palacios expuso que el exintendente de Salvador Mazza Carlos Villalba se fue de la Municipalidad sin presentar la ejecución presupuestaria de 2012. “La interventora, Mercedes Junco, aclaró que no se hacía cargo porque no era parte de su gestión, pero que finalmente iba a enviar los documentos. Aún no recibimos nada”, enfatizó.
El edil de Salvador Mazza remarcó: “Junco prometió que a los 15 días de asumir iba a dar un panorama sobre la situación financiera y patrimonial del municipio. Hasta la fecha no tenemos novedades”.
“Sobre la intendencia de Villalba hay infinidad de irregularidades para marcar. Los libros contables nunca estuvieron al día. También hubo asesores que se quedaron con 58.000 pesos cobrados a contribuyentes en un juicio: recibieron la plata, pero los fondos nunca ingresaron al Municipio”, denunció el concejal.
Palacios hizo notar que la Auditoría General de la Provincia les dio la razón en muchas de las denuncias realizadas desde el cuerpo legislativo. Sin embargo, lamentó que todo haya quedado en un informe subido a internet. “Ni siquiera nos enviaron el documento como concejales”, dijo.

Peaje ilegal

En Salvador Mazza muchos vecinos esperan que Villalba rinda cuentas, ante la Justicia, por las millonarias sumas recaudadas con las tasas de actividades varias (cobrada a comerciantes por el ingreso de mercaderías a Salvador Mazza) y de reconstrucción de pavimento (aplicada a todos los vehículos que entran a esa localidad por la ruta nacional 34).
El exjefe comunal que aspira a ser reelecto el próximo domingo instrumentó el controvertido peaje a comienzos de 2009, por medio de una ordenanza “ad referendum” que dictó durante el receso del Concejo Deliberante. La imposición del tributo desató denuncias y acciones de inconstitucionalidad, pese a las cuales sigue siendo cobrado, a rajatabla, por la gestión interventora.
 

La millonaria remodelación de una plaza que nunca se terminó


El 5 de marzo de 2012 se cerró la Plaza 9 de Julio de Salvador Mazza para iniciar una costosa remodelación que lleva 18 meses. Tendría que haberse inaugurado en agosto pasado, pero los trabajos están paralizados y alguien se llevó la luz.
El proyecto tenía un presupuesto inicial de $5.800.000, pero Mercedes Junco, la interventora designada por el Gobierno de la Provincia, manifestó al corresponsal de El Tribuno que no había plata para terminar las obras de la plaza.
Hace algunos días, todas las luminarias desaparecieron misteriosamente. Hasta ahora nadie supo aclarar si se trató de un descontento del contratista responsable o de un robo.
Las luces y el sistema lumínico fueron probados los primeros días de septiembre. Entonces, muchos vecinos empezaron a imaginar, maravillados, cómo sería ese espacio público una vez terminado, pero ya no quedó ni un foco.

Vecinos reclaman

La plaza está cercada con una lona verde desde hace 18 meses. Se encuentra a oscuras, con los postes vacíos y los cables a la vista. El lunes 28 de octubre cerca de 200 vecinos se manifestaron en el lugar en reclamo de soluciones.
Rubén Garzón, de 35 años, estuvo en esa marcha. “Pedimos que la obra se termine de una vez. Es la cuarta vez que empiezan y no terminan”, precisó ante El Tribuno. El concejal Alfredo Palacios, por su parte, comentó que “hace unos días vino la empresa que supuestamente había provisto las luminarias y se las habría llevado por no poder cobrar unos cheques.
La interventora, Mercedes Junco, dice que no puede hacerse cargo de una deuda que va a superar su gestión. Desde el Concejo Deliberante hicimos numerosos pedidos de informes pero no tenemos la más pálida idea de lo que se gastó, ni sabemos quién es el proveedor del material. En realidad fue así en todas las obras municipales. La plaza, a todo esto, sigue cercada”, puntualizó el edil en diálogo con este medio.
 

 

 

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