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Orgías y desenfreno en cárceles de Uruguay

Viernes, 08 de noviembre de 2013 01:43

En Uruguay, operadores penitenciarios han denunciado numerosas falencias en el sistema de las cárceles de ese país. Guardiacárceles embarazadas de reclusos, sexo sin control e ingreso de celulares y droga para los presos son algunas de las denuncias que dio a conocer el diario montevideano El País en su edición de ayer.

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En Uruguay, operadores penitenciarios han denunciado numerosas falencias en el sistema de las cárceles de ese país. Guardiacárceles embarazadas de reclusos, sexo sin control e ingreso de celulares y droga para los presos son algunas de las denuncias que dio a conocer el diario montevideano El País en su edición de ayer.

Según consigna ese medio, 45 de 350 operarios fueron dados de baja después de 18 meses de prueba. ¿Los motivos? La mayoría presentaba graves faltas como el ingreso de celulares y drogas, otros se vincularon sentimentalmente con los reclusos, mientras que en ciertos casos habían aplicado para el puesto por tener familiares en prisión. A partir de esto surgen varios interrogantes en base al fácil acceso al trabajo, que debería sortear varios filtros previos a su designación. Pero los únicos requisitos que se necesitaba cumplir para acceder a estos puestos eran tener los estudios primarios completos y no poseer antecedentes.

Si bien los operadores que fueron dados de baja reconocieron estas irregularidades, también denunciaron que muchas veces “no había motivos” para el despido.

“Yo sé que hay gente que está bien dada de baja, como el caso de un exdirigente sindical que entraba celulares. Yo no defiendo a los malos”, expresó Néstor Netto, integrante del sindicato de guardiacárceles. “Entró una que tenía antecedentes por hurto. Otra tenía al esposo preso y cuando se dieron cuenta la echaron, pero tenía seis meses de embarazo”, agregó Netto.

Pasaba de todo en la cárcel

“A mí me pasó de entrar a hacer el conteo y que las reclusas se empiecen a desnudar. No entré más, porque si a alguna se le ocurre decir que yo la manoseo, estoy frito. Yo vi con mis propios ojos a una Grado 3 bailándole a los reclusos, y a otro compañero que hacía el turno de la noche conmigo teniendo relaciones sexuales en un baño”, relató el sindicalista.

Asimismo, Netto manifestó que, a pesar de querer ser reincorporado, las condiciones laborales no son para nada buenas. “Si se arma un motín no hay cómo sacarnos de ahí adentro, porque nosotros no tenemos armas, los policías están afuera y no hay guardia de represión”, narró Netto.

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