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16 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Un poderoso tifón sembró destrucción en las Filipinas

Viernes, 08 de noviembre de 2013 18:59

Una vez más la naturaleza se ensañó con Filipinas. El tifón más poderoso del año azotó ayer el centro del archipiélago, lo que generó deslizamientos de tierras y cortes del servicio eléctrico, así como en las comunicaciones en varias provincias, al menos cuatro muertos y más de 700.000 evacuados.
 
El tifón Haiyan barrió el archipiélago de este a oeste, especialmente las islas de Samar, Leyte, Cebú y Panay y castigó a las poblaciones costeras con vientos superiores a los 300 kilómetros por hora.

Casi 720.000 personas tuvieron que evacuar sus hogares y debido a la interrupción de las comunicaciones, hasta anoche fue imposible precisar la cifra exacta de víctimas y los daños totales.

Por lo menos dos personas murieron electrocutadas en accidentes causados por la tormenta, mientras que otra falleció al ser alcanzada por un árbol caído, dijeron las informaciones oficiales y una cuarta bajo un deslave.
El gobernador de Leyte del Sur, Roger Mercado, dijo que el tifón causó deslizamientos de tierra que bloquearon carreteras, arrancó árboles y dejó sin tejado muchas de las viviendas cerca de su residencia.

El día se volvió noche

“La copiosa nubosidad y torrenciales lluvias hicieron que el día se tornara casi tan oscuro como la noche”, agregó.

“Ante semejante escenario, sólo se puede rezar, rezar y rezar”, dijo Mercado por teléfono, y agregó que los alcaldes de la provincia no habían llamado para reportar los daños todavía. “Espero que eso signifique que no les pasó nada y no al revés”, insistió Mercado.

“Mi peor temor es que haya una pérdida masiva de vidas y bienes”, agregó el gobernador.
Los meteorólogos dijeron que Haiyan tenía vientos sostenidos de 235 kph y ráfagas de 275 kph cuando tocó tierra.

Eso lo convierte en el tifón más poderoso en lo que va del año, indicó Aldczar Aurelio, de la oficina meteorológica gubernamental.

Temor por posibles víctimas

Eduardo del Rosario, director de la agencia de respuesta a emergencias, dijo que un tifón de fuerza similar que azotó las Filipinas en 1990 provocó la muerte de 508 personas y dejó a 246 desaparecidas, pero esta vez las autoridades ordenaron evacuaciones cautelares y otras medidas para minimizar la pérdida de vidas.
Las autoridades de las Filipinas, país que suele ser castigado por unos 20 tifones y tormentas tropicales al año, han realizado en los últimos tiempos más preparativos para reducir las muertes.

Los anuncios de los servicios públicos son más frecuentes, al igual que las advertencias del presidente y funcionarios de alto rango, transmitidas regularmente por radio, televisión y las redes sociales.
Los gobernadores provinciales y alcaldes han adoptado una participación directa durante la crisis, en las que supervisan evacuaciones e inspeccionan refugios, así como las gestiones para la acumulación de alimentos básicos y de los suministros de socorro.

Para las 5 de la tarde de ayer, el tifón, uno de los más potentes hasta ahora, estaba centrado al oeste de la provincia de Aklan, en la isla de Panay, a 320 kilómetros al sur de Manila, tras barrer la isla de Boracay.
Los meteorólogos dijeron que se adentró anoche en mar abierto y hoy tomará dirección a Vietnam.

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Una vez más la naturaleza se ensañó con Filipinas. El tifón más poderoso del año azotó ayer el centro del archipiélago, lo que generó deslizamientos de tierras y cortes del servicio eléctrico, así como en las comunicaciones en varias provincias, al menos cuatro muertos y más de 700.000 evacuados.
 
El tifón Haiyan barrió el archipiélago de este a oeste, especialmente las islas de Samar, Leyte, Cebú y Panay y castigó a las poblaciones costeras con vientos superiores a los 300 kilómetros por hora.

Casi 720.000 personas tuvieron que evacuar sus hogares y debido a la interrupción de las comunicaciones, hasta anoche fue imposible precisar la cifra exacta de víctimas y los daños totales.

Por lo menos dos personas murieron electrocutadas en accidentes causados por la tormenta, mientras que otra falleció al ser alcanzada por un árbol caído, dijeron las informaciones oficiales y una cuarta bajo un deslave.
El gobernador de Leyte del Sur, Roger Mercado, dijo que el tifón causó deslizamientos de tierra que bloquearon carreteras, arrancó árboles y dejó sin tejado muchas de las viviendas cerca de su residencia.

El día se volvió noche

“La copiosa nubosidad y torrenciales lluvias hicieron que el día se tornara casi tan oscuro como la noche”, agregó.

“Ante semejante escenario, sólo se puede rezar, rezar y rezar”, dijo Mercado por teléfono, y agregó que los alcaldes de la provincia no habían llamado para reportar los daños todavía. “Espero que eso signifique que no les pasó nada y no al revés”, insistió Mercado.

“Mi peor temor es que haya una pérdida masiva de vidas y bienes”, agregó el gobernador.
Los meteorólogos dijeron que Haiyan tenía vientos sostenidos de 235 kph y ráfagas de 275 kph cuando tocó tierra.

Eso lo convierte en el tifón más poderoso en lo que va del año, indicó Aldczar Aurelio, de la oficina meteorológica gubernamental.

Temor por posibles víctimas

Eduardo del Rosario, director de la agencia de respuesta a emergencias, dijo que un tifón de fuerza similar que azotó las Filipinas en 1990 provocó la muerte de 508 personas y dejó a 246 desaparecidas, pero esta vez las autoridades ordenaron evacuaciones cautelares y otras medidas para minimizar la pérdida de vidas.
Las autoridades de las Filipinas, país que suele ser castigado por unos 20 tifones y tormentas tropicales al año, han realizado en los últimos tiempos más preparativos para reducir las muertes.

Los anuncios de los servicios públicos son más frecuentes, al igual que las advertencias del presidente y funcionarios de alto rango, transmitidas regularmente por radio, televisión y las redes sociales.
Los gobernadores provinciales y alcaldes han adoptado una participación directa durante la crisis, en las que supervisan evacuaciones e inspeccionan refugios, así como las gestiones para la acumulación de alimentos básicos y de los suministros de socorro.

Para las 5 de la tarde de ayer, el tifón, uno de los más potentes hasta ahora, estaba centrado al oeste de la provincia de Aklan, en la isla de Panay, a 320 kilómetros al sur de Manila, tras barrer la isla de Boracay.
Los meteorólogos dijeron que se adentró anoche en mar abierto y hoy tomará dirección a Vietnam.

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