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La Iglesia aclaró que no forma parte del Gobierno

Domingo, 01 de diciembre de 2013 02:06

Por la designación del cura católico Juan Carlos Molina al frente de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción (Sedronar), la Iglesia aclaró que no fue consultada sobre el nombramiento y que no forma parte del Gobierno. El presidente de la Comisión de Pastoral Social, Jorge Lozano, aclaró que el nuevo funcionario aceptó el cargo a título personal y no en nombre ni en representación de la institución eclesiástica.

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Por la designación del cura católico Juan Carlos Molina al frente de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción (Sedronar), la Iglesia aclaró que no fue consultada sobre el nombramiento y que no forma parte del Gobierno. El presidente de la Comisión de Pastoral Social, Jorge Lozano, aclaró que el nuevo funcionario aceptó el cargo a título personal y no en nombre ni en representación de la institución eclesiástica.

Molina fue elegido por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para ocupar el lugar que Rafael Bielsa dejó vacante en marzo pasado. Muchos interpretan que se trata de un coletazo de las críticas fuertes que los obispos de todo el país hicieron directamente al Estado por su inacción frente al narcotráfico.

El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, dio a conocer el viernes la designación del sacerdote, con quien se reunió ayer en la Casa Rosada para conversar “sobre el trabajo que tenemos por delante”.

El presidente de la Comisión de Pastoral Social dijo que no conoce a Molina personalmente, aunque resaltó que “parece un hombre con sensibilidad, que conoce el problema de la calle y sabe qué implica que un chico adicto quiera recuperarse... las caídas, las idas, las vueltas”.

Lozano reconoció que era imperioso que alguien ocupara ese lugar, pero aclaró que la designación brotó del propio Poder Ejecutivo y no se “le ha pedido sugerencia, ni opinión, ni parecer a la Iglesia”.

El obispado de Río Gallegos, al cual pertenece Molina, aclaró que el sacerdote asumía a título personal. El padre designado se limitó a consultar con su obispo cómo continuaba su ejercicio sacerdotal y pidió que le retiren las licencias ministeriales para el ejercicio público del ministerio sacerdotal, a fin de poder asumir la titularidad de la Sedronar. “El retiro de las licencias ministeriales para un sacerdote significa que no puede celebrar los sacramentos ni presidir el culto público de la Iglesia”, detalló Lozano.

El obispado remarcó, además, que “el padre Molina, quien continúa perteneciendo a la diócesis de Río Gallegos y mantiene el vínculo con su obispo y su clero, asume esta tarea a título personal, por la larga experiencia que tiene en el campo del trabajo con jóvenes que han caído en el flagelo de la droga, pero no lo hace ni en nombre ni en representación de la Iglesia católica”.

El presidente de la Comisión de Pastoral Social resaltó que el párroco designado conoce las necesidades que hay en los centros de atención, de prevención y de educación, y que “tiene las cualidades de estar cerca del problema”.

Cambios

Lozano consideró que el nuevo nombramiento es una señal de parte del Gobierno de querer afrontar esta tarea (contra el narcotráfico) y seguir trabajando y agregó que “de parte de la Iglesia está colaborar en lo que haga falta”. El obispo indicó que “hay una ausencia en esta temática del Estado”, pero también manifestó que durante mucho tiempo “la sociedad miró para otro lado pensando que el problema no era tan grave”.

“Las tareas que tienen que ver con la seguridad y la persecución del delito son tareas irrenunciables del Gobierno y del Estado”, enfatizó.

 

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