Si algo caracterizó siempre a la comunidad de Rosario de la Frontera es su sentido solidario hacia el que más lo necesita. Esta no fue la excepción, máxime teniendo en cuenta la gran necesidad que padece todo un pueblo como lo son los hermanos del Chaco Salteño, más precisamente los miembros de la comunidad Wichi de Las Vertientes, ubicada en el departamento Santa Victoria Este a solo 300 metros de Formosa y a 500 de la República del Paraguay.
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Si algo caracterizó siempre a la comunidad de Rosario de la Frontera es su sentido solidario hacia el que más lo necesita. Esta no fue la excepción, máxime teniendo en cuenta la gran necesidad que padece todo un pueblo como lo son los hermanos del Chaco Salteño, más precisamente los miembros de la comunidad Wichi de Las Vertientes, ubicada en el departamento Santa Victoria Este a solo 300 metros de Formosa y a 500 de la República del Paraguay.
Hasta la Ciudad Termal llegaron los caciques Andrés García y Andrés González, junto al dirigente de la comunidad Wichi Ubaldino Ceballos. Los mismos fueron invitados por los padrinos de la comunidad: el rosarino Juan Zenardo y la porteña Sara Morgari.
“Con Juan somos socios, ya conocíamos esta población del norte salteño y sabíamos de sus necesidades y de la falta de respuesta por parte de las autoridades provinciales, prácticamente nula, entonces dijimos ¿por qué no llevarlos a Rosario de la Frontera y apelar a la ayuda de esta maravillosa comunidad?”, manifestó a El Tribuno la madrina de la comunidad Wichi, Juana Morgari.
En tal sentido agradeció por este medio a todos los rosarinos por la ayuda recibida, en especial a la FM San Martín y al canal local de “Dos en la Noticia” por ceder sus espacios para la campaña solidaria, como así también a la Municipalidad local que puso el camión para trasladar todo lo donado hasta el Chaco Salteño, hecho que sucederá hoy a partir de las 3 de la madrugada cuando partan hacia el norte provincial.
Necesidades
En el paraje Las Vertientes del Chaco salteño viven 85 familias aborígenes de la etnia Wichi, junto al Pilcomayo, justo en el límite con Formosa. Están como a tres horas del pueblo de Santa Victoria Este, en el departamento Rivadavia. Cuenta con una población aproximada de 500 habitantes, la mayoría son niños y jóvenes, y en menor medida, los adultos y ancianos.
Por lo general viven de lo que la naturaleza les provee, puesto que no reciben ayuda ni del Gobierno nacional ni mucho menos del Gobierno provincial.
“El lugar está muy abandonado, no tenemos luz ni agua y la única escuela de la zona (N§ 4149) está muy deteriorada con sus chapas con agujeros, sin baño, tampoco dispone de útiles para que nuestros hijos aprendan. Por este medio solicito por favor a las autoridades de la provincia que se hagan presente en la zona y vean la manera indigna en que vivimos”, manifestó con lágrimas en su ojos el dirigente de la comunidad wichi, Ubaldino Ceballos.
En tal sentido dijo que hace tres años cursaron nota al Gobierno provincial solicitando ayuda, pero al día de la fecha no obtuvieron ninguna clase de repuesta. Por otra parte, expresó que el único puesto sanitario de la zona está totalmente abandonado, “no hay enfermeros ni mucho menos remedios para nuestros hijos y ancianos, y cada vez que alguien se enferma es una odisea poder sacarlos de Las Vertientes para llevarlos al centro asistencial más cercano porque no hay caminos en condiciones”. Otro de los problemas que debe afrontar una familia es la alimentación de sus hijos, “en mi caso particular, como el de otros vecinos, nos entristece y nos parte el alma ver a nuestros hijos llorar por hambre”, dijo Ceballos.