¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

18 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

La definición para saber quien es el campeón quedó abierta

Lunes, 02 de diciembre de 2013 01:21

Tenía el título servido en bandeja y el Nuevo Gasómetro estaba preparado para vivir una gran fiesta. Pero las vueltas que tiene el fútbol, sumado a la impericia de un equipo que le pesó demasiado la presión en un momento decisivo, hicieron que San Lorenzo dejara pasar la gran oportunidad de coronarse campeón ante su público.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Tenía el título servido en bandeja y el Nuevo Gasómetro estaba preparado para vivir una gran fiesta. Pero las vueltas que tiene el fútbol, sumado a la impericia de un equipo que le pesó demasiado la presión en un momento decisivo, hicieron que San Lorenzo dejara pasar la gran oportunidad de coronarse campeón ante su público.

Ahora deberá ir a buscar el título a Liniers, frente a Vélez Sarsfield (quedó a dos puntos), convertido últimamente en su clásico rival, que también quiere el mismo premio.

Con puntos bajos en todas sus líneas, el ciclón jugó por espasmos, a veces pareciendo relajado, como si ya fuera campeón y otras a puro nervio, viendo cómo se le escapaba la chance.

Con esta imagen San Lorenzo no hizo más que frustrar la fiesta que había preparado su público, que no podrá asistir al partido decisivo.

El partido fue mediocre, impreciso y de escasa claridad en la zona de definición. El azulgrana equivocó el camino, apurado, al no poder elaborar juego colectivo y sus individualidades estuvieron apagadas, salvo una jugada sobre el final del partido de Ignacio Piatti. Por su parte, Estudiantes intentó aprovechar un contraataque y terminó la etapa inicial con la mejor chance cuando un remate Alvaro Klusener dio en el travesaño.

San Lorenzo esta vez no le funcionó el tándem por izquierda entre Piatti y Walter Kannemann, ya que la marca escalonada que le presentó Estudiantes le impidió al local desequilibrar por ese sector. Además Leandro Romagnoli y Angel Correa estuvieron en bajo nivel. Lo más claro fue un remate de Héctor Villalba que Rulli controló.

En el segundo tiempo Estudiantes intentó aprovechar el letargo de San Lorenzo, que terminó a quince minutos del final, cuando retomó su ambición. A los 33m Alan Ruiz disparó desde fuera del área y el remate se fue cerca del palo derecho y tres minutos después un jugadón de Piatti por izquierda derivó en un centro atrás para Elizari pero volvió a salvar Rulli.

A los 39m todo San Lorenzo reclamó una clara infracción de Silva sobre Cavallaro en el área que el juez Lunati no concedió. En los últimos minutos la desesperación se apoderó de los hombres de Pizzi, que buscaron con pelotazos al área. El cero no se movió y la gente del ciclón quedó desilusionada, pero despidieron al equipo con aplausos y pidieron ganar en Liniers. De esta manera el torneo se definirá en la ultima fecha, que será electrizante, con cuatro equipos con chances de sa lir campeón.

“Podemos ganarle a cualquiera”

Golpeado por la chance desperdiciada el DT de San Lorenzo, Juan Antonio Pizzi, fiel a su costumbre, no puso excusas. “Para salir campeón, nosotros tenemos que ganar, independientemente de los otros resultados”, aseveró. Al analizar el resultado con Estudiantes, explicó: “Fue un poco el partido que esperábamos para ver si podíamos finalizar primero. Y el rival vino provocando algún error nuestro, tampoco logramos quebrar esa defensa. Por eso, fue lógico el 0 a 0”.

“Ahora tenemos que ganar la semana que viene. El plantel está como la gente, porque además de ser futbolistas somos responsables del ánimo de ellos. Como no se le pudo dar una alegría, uno se siente triste”, afirmó sobre la sensación de los jugadores en el cierre del encuentro. “Nosotros no encontramos esa frescura necesaria, que habitualmente la conseguimos. El rival tuvo buen orden, sobre todo en lo defensivo. Más allá de eso, cualquier resultado nos obliga a ganar a nosotros, y eso es lo único en lo que hay que centrarnos, porque tenemos capacidad para ganarle a cualquier equipo y en cualquier cancha”, afirmó intentando levantar la moral del equipo.

¿En Liniers sin público?

El partido con Vélez Sarsfield, en Liniers, será una verdadera final entre dos equipos que tienen una gran rivalidad. Al respecto, el presidente de San Lorenzo de Almagro, Matías Lammens, pidió que el cotejo en el Amalfitani se juegue sin público, por temor a que haya incidentes debido a que habrá hinchas del ciclón que querrán ir a Liniers.

“Ya hubo dos muertos (un hincha de Vélez en 2008 y otro de San Lorenzo en 2011). Lo mejor sería que se juegue sin público. Sí o sí va a haber gente de San Lorenzo que quiera ir, es lógico”, argumentó Lammens, en alusión a que los azulgranas en caso de imponerse obtendrán el campeonato.

El ciclón, único líder del torneo con 32 puntos, visitará a Vélez, que con 30 unidades también cuenta con chances de ser campeón.

Boca, afuera; Lanús, de pie

Con una producción acorde a los últimos partidos, Boca le dijo adiós a la última esperanza que le quedaba frente a los suplentes de Lanús.

Expuesto a una derrota amplia en la primera parte y con muchas oportunidades en la etapa final, pero sin alterar su imagen global de equipo caótico y sin respuestas, el xeneize cerrará un año magro en todos los aspectos.

Desde el comienzo el granate superó claramente al xeneize en dinámica, ahogándolo en la salida y recuperando la pelota con rapidez, frente a un adversario que por momentos pareció parado en la cancha.

La ventaja para Lanús llegó a los 22 minutos, cuando luego de una pelota cruzada por Fernando Barrientos desde la izquierda, Astina quedó solo frente a Orión y definió con cara interna, junto al palo izquierdo.

Cinco minutos más tarde, una chilena de Ismael Blanco en el área demandó gran esfuerzo de Orión para rechazar y en segunda instancia Facundo Monteseirín remató por encima del travesaño. En los últimos diez minutos Lanús bajó el ritmo, Boca tuvo algo más la pelota y llegó con profundidad recién en el minuto 45, con un remate de Emmanuel Gigliotti que obligó a una eficaz intervención de Agustín Marchersin.

En la segunda etapa cambió por completo el juego, porque Lanús retrocedió, Boca se plantó en campo rival y en su primera llegada, a los 5 minutos, Blandi cabeceó un centro de Insúa y marcó el empate.

De inmediato se fue expulsado Jorge Ortiz, que se ganó la segunda amonestación y el partido quedó servido para el equipo de Carlos Bianchi.

Blandi pudo haber roto la paridad a los 13, cuando remató por encima del travesaño después de un desborde de Juan Manuel Martínez. Pero en el mejor momento de Boca, sobre los 16 llegó el segundo del granate. Luego de un grave error de Orión al salir desde el fondo, Ayala la cruzó hacia el medio y Benítez la empujó.

El propio Benítez, el mejor jugador del partido, pudo haber aumentado dos minutos más tarde, luego de una gran jugada individual que terminó con su remate desviado.

Sin embargo, Boca continuó buscando y alcanzó el empate a los 20 por medio de Sánchez Miño, con un potente remate cruzado.

Desde entonces creció el dominio xeneize, aunque los contraataques de Lanús lo encontraba muy expuesto. La visita tuvo las mejores chances pero no pudo definirlo. Todo empeoró a los 36' para Lanús, ya que Ayala se fue expulsado por un pisotón a Pablo Ledesma. Boca siguió buscando, aunque sin ideas ni convicción, y Lanús aguantó con nueve y sigue vivo.

Calentura y autocrítica

Tras el empate 2-2 ante Boca, el técnico de Lanús, Guillermo Barros Schelotto, descargó toda su bronca en pleno campo de juego. El Mellizo hizo su descargo contra la organización que tuvo la AFA para poner a su equipo a jugar apenas dos días y medio después de haber jugado la semifinal de la Copa Sudamericana y cargó contra el árbitro Diego Ceballos. “Nos ponen a la hora que quieren. No importó que habíamos jugado el jueves a la noche por la Copa”, fue lo primero que expresó. Y luego también manifestó toda su ira contra el arbitraje: “Además, también nos ponen el árbitro que quieren. Nos predispone mal a todos: técnicos, dirigentes, jugadores e hinchas. Quiero que esta persona no dirija más a Lanús”, exclamó. A su vez, y luego de resaltar la actitud de los juveniles que puso ante el xeneize, el DT también se refirió a la última fecha, ya que su equipo aún tiene chances matemáticas de ser campeón (en un desempate, no directamente). “Nos ajustamos al reglamento y vamos a pedir la postergación de la última fecha”, explicó (ver página 14).

“Era ilógico...”

Con gestos serios y con muestras de disconformidad por el empate ante Lanús, con dos hombres de más, el DT Carlos Bianchi fue autocrítico. “Si Boca salía campeón era ilógico. No lo merecíamos, fuimos irregulares y cometimos errores a lo largo del todo el torneo, pero tampoco me olvido de las veces que tuve que cambiar el equipo por la cantidad de lesionados”, reconoció Bianchi. “Me voy triste y con bronca. Se acabó, empieza otra historia, nos duele a todos, pero ya no hay más nada que hacer en este torneo. Me duele que otra vez regalamos un tiempo, parece que tenemos que venir al vestuario para despertarnos”, dijo.
 

 

Temas de la nota

PUBLICIDAD