“Era hermosa, frágil, su cabello ondulado y oscuro que se movía al compás de su caminar, esos ojos grandes que parecían que miraban el alma. Estrella inalcanzable para mi”.
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“Era hermosa, frágil, su cabello ondulado y oscuro que se movía al compás de su caminar, esos ojos grandes que parecían que miraban el alma. Estrella inalcanzable para mi”.
La descripción está cargada de emociones, pero lo que sigue es profundo y doloroso.
Pertenece al cuento “Primer amor”, escrito por Hernán Yulan, un niño de 13 años, alumno del séptimo grado de la escuela “General Juan José Valle” del barrio Libertad, en el sureste de la ciudad.
Su historia gira en torno del aborto, un tema con el que los chicos de la zona, como de tantas otras, conviven a diario y que se suma a otras tantas problemáticas como la violencia familiar, la pobreza y la marginalidad.
Fue llevada al cine en un cortometraje que ganó, el miércoles pasado, el concurso Imágenes del Bicentenario.
“Ana”, tal el nombre del filme, fue protagonizado por el propio autor del libro y por una compañera de escuela, María Belén Quiroga, de 11 años, y los chicos de la escuela fueron los “extras”.
A la pantalla
Dirigida por Agustín Giménez, un joven licenciado en cine y televisión de la Universidad de Córdoba, la filmación de esta historia fue una casualidad para él.
“Decidí presentarme este año en el concurso de realizadores y en el sorteo de las historias tuve la enorme suerte de que me tocara el cuento de Hernán. De inmediato, y en el poco tiempo que tenemos para todo el trabajo de pre y postproducción, lo primero que hice fue guionar el relato en dos etapas. Esto implica una adaptación a lo cinematográfico respetando la idea del autor. Es un relato bien escrito, con un hilo conductor muy fluido y una historia cerrada que ayudó en la adaptación”, explica Giménez a El Tribuno, tras haber recibido la noticia de que ganaron el primer premio.
La película
Este cortometraje dura unos 10 minutos y se filmó en el mismo barrio, en la escuela y en el hospital Papa Francisco. Para la realización, el director convocó a profesionales salteños, pero por la complejidad de la temática decidió, previamente, aprender y profundizarla con especialistas de la Secretaría de la Niñez y la Familia. En lo cinematográfico realizó un taller sobre principios básicos del ejercicio de filmar, del que participaron 12 chicos de quinto a séptimo grado, que tienen entre 10 y 15 años, y las docentes.
“En todo este proceso el acompañamiento de la maestra Zulma Prieto fue fundamental, con el apoyo de los directivos de la escuela”, resalta.
La historia, sencilla y desgarradora, muestra a Tomás (Hernán Yulan) enamorado de Ana (Belén Quiroga). Ella está embarazada y sus preocupaciones pasan solo por resolver y encarar un aborto. En la determinación, el adolescente es testigo del camino de la niña hasta la curandera.
“En este devenir de la historia hay vivencias y experiencia de los chicos porque ellos tienen contacto directo con esta problemática. Me gustaría que el corto dispare el debate y se hable del tema sin tapujos; es una realidad que hay que atender y que se sufre el triple en los niveles socioculturales más bajos”, dice el cineasta.
Para ambos chicos era su primera experiencia de actuación, y se hicieron cargo de los personajes con una seriedad y responsabilidad destacables. “Nunca le temieron a las cámaras, lo hicieron a la altura de las circunstancias. Quedamos sosprendidos con el desempeño e interés de todos y está muy claro que si a los adolescentes se les da la posibilidad de hacer cosas importantes, lo demuestran sobradamente”.
Solo por mencionar a algunos del staff, la música del cortometraje fue creada por Baltasar Oliver, quien interpretó la temática y le dio alma al corto y Paula Ferrer fue directora de Arte. “El director tiene ideas, pero el equipo técnico las hace valer y los talentos confluyen para generar la magia”, dice Agustín Giménez.
El realizador, más allá de su satisfacción por los resultados obtenidos con esta película, no dejó pasar aspectos negativos del concurso. “No recibimos los recursos económicos cuando se necesitan y el tiempo es muy acotado. Durante todo el proceso se provee la comida y el transporte, porque hay costosos equipos para trasladar a las locaciones. Probablemente en los próximos cuatro meses recibamos el dinero, porque entramos como proveedores del Estado. Hace cuatro años que se hace este concurso y creemos que debería haberse modificado y mejorado el sistema. Luego recibiremos 10 mil pesos, cifra que obviamente no cubre los gastos realizados que son muy superiores”, puntualiza.
El esencial trabajo
de las maestras
Zulma Prieto es docente del quinto grado de la escuela “Gral. Juan José Valle” del barrio Libertad, moderno establecimiento inaugurado en 2006 en la zona sureste. La prioridad educativa es la comprensión lectora, el cálculo numérico y un proyecto contra el bullying, porque a través de las herramientas y habilidades desarrolladas los chicos se pueden expresar con la palabra.
La película “Ana” nació a partir de un trabajo previo que hicieron en el marco del proyecto nacional Piie - Programa Integral para la Igualdad Educativa-. “En este caso el tema es una realidad que para los alumnos no es ajena. En la primaria hay alumnas embarazadas y hay abortos. Está de más decir que no estoy generalizando, pero es necesario hablar con los chicos porque lo ven y lo sufren”, cuenta la docente a El Tribuno en una extensa charla.
Aunque se trata de quinto grado, en la clase hay chicos con sobreedad, conviven niños de 10 a 15 años. Esta situación generó que, durante todo el año y para todos los grados, se realicen talleres de lectura y debate sobre los intereses y conflictos de los adolescentes y preadolescentes.
“Los alumnos traen una mochila muy pesada de sus hogares que deriva en problemas de conducta. Por eso acepté el desafío y aunque primero solamente dos chicos se interesaron, fueron ganando confianza y decidimos trabajar sobre el cuento con ciertas consignas como las palabras enamoramiento, novio, sexualidad, embarazo y aborto. De esta manera, el libro Primer Amor se fue armando. Primero con algunos problemas de ortografía, sintaxis, en la concordancia, pero se fueron limando con lectura, diccionario, borradores... hasta que estuvo listo”.
Al concurso
“Primer amor”, llegó al Ministerio de Cultura sobre la hora y los sorprendió haber sido seleccionados. Luego recibieron al director del corto, Agustín Giménez, quien transformó el cuento al lenguaje audiovisual. “Le impactó la historia y con los talleres previos la conducta de los chicos mejoró, se integraron a mi grado alumnos de otros años y se formó un interesante grupo de trabajo. Pero lo más importante es que nació una amistad”, concluye.
Quién es Hernán
Hernán Yulan tiene 13 años, vive en Solidaridad, frente a la escuela y está en séptimo grado.
Un día lo llamaron de la Dirección, pensó que había cometido una falta y le llamarían la atención. Era para anunciarle que su cuento había sido elegido para ser adaptado a un cortometraje. Lloró de emoción.
“Para hacer el cuento pensé en las adolescentes del barrio que se embarazan. Son muy chicas y ya sea porque no saben o no les importa, no se cuidan, se embarazan y buscan abortar”, nos explica Hernán. Para hacer el cuento lo ayudaron su señorita Sandra y Zulma.
“De vez en cuando me gusta escribir, pero muchas cosas las guardo para mí”, dice. Ahora empezará el secundario en la Técnica 8 y, aunque le gusta la electrónica, no aprobó para la Einstein. Hernán es el mayor de tres hermanos, su papá es albañil y su mamá ama de casa.
“Estaba enojado el día de la premiación porque creí que no habíamos ganado nada. Cuando dijeron nuestro nombre no me di cuenta. Mis compañeros me dieron un cocacho para que reaccione y me sentí refeliz al entender que ganamos el primer premio”. Ahí lloró por segunda vez.
Detalles del concurso de cortos
Cerca de 420 escolares de la provincia que participaron ya vieron, en la Casa de la Cultura, los cortos.
El primer premio fue para “Ana”, de la escuela “Gral. Juan José Valle” de Capital. Dirigida por Agustín Giménez. Ganaron un viaje en el Tren a las Nubes, una cámara filmadora, una computadora y entradas para el Cine Hoyts.
El segundo premio se lo llevó “Amaru”, dirigida por Mercedes Moreno. Basada en el cuento “Pica o no Pica” de la escuela “Carlos Xamena” de Palomitas. Ganaron una computadora, una impresora, una cámara fotográfica y entradas para el Cine Hoyts.
El tercer premio fue para “Buscando a Natasha, dirigido por Santiago Alvarez. Basado en el cuento “Un extraño rosario” de la escuela Camino del Inca, de Vaqueros. Recibieron una impresora, una cámara fotográfica y entradas para el Cine Hoyts.
Los jueces fueron Rodrigo Moscoso, Jorge Barbatti, Carolina Beltrán y Daniela Seggiaro.
El Premio del Público fue para “Pata i’ cabra”, dirigido por Alvaro Sanmillán Roberts, basado en el cuento homónimo de la escuela “Gral. Manuel Belgrano” de Metán.
Hubo dos menciones para “Súper Juan” de la escuela 4817 de Capital, y “La coca, un alimento andino” de Santa Victoria Oeste.