Un despedida conmovedora. Sudáfrica se prepara para la llegada de gran cantidad de líderes mundiales que participarán en el funeral de Nelson Mandela, mientras miles de dolientes siguen acudiendo a sitios vinculados al líder antiapartheid en todo el país, para rendir homenaje al ícono de la lucha por la libertad.
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Un despedida conmovedora. Sudáfrica se prepara para la llegada de gran cantidad de líderes mundiales que participarán en el funeral de Nelson Mandela, mientras miles de dolientes siguen acudiendo a sitios vinculados al líder antiapartheid en todo el país, para rendir homenaje al ícono de la lucha por la libertad.
En la casa de Mandela en el barrio de Houghton, en Johannesburgo, más de 100 personas se reunieron para cantar y rendirle homenaje.
Entre quienes ya confirmaron su asistencia para rendir honor a Mandela se encuentran el presidente estadounidense Barack Obama y sus dos predecesores, George W. Bush y Bill Clinton, al igual que la presidenta brasileña Dilma Rousseff.
Mandela falleció en su hogar en Johannesburgo el jueves a los 95 años.
El Gobierno sudafricano ha ordenado una semana de duelo en la que se realizarán varios eventos. Hoy fue declarado día nacional de oraciones y reflexión, mientras que pasado mañana se realizará un servicio conmemorativo nacional en el estadio en Johannesburgo en el que Mandela hizo su última presentación pública, para la ceremonia de clausura de la Copa Mundial de Fútbol del 2010.
Servicios memoriales oficiales serán realizados también en toda Sudáfrica. El cuerpo de Mandela yacerá en capilla ardiente desde el miércoles hasta el viernes en los edificios gubernamentales de Pretoria, la capital de Sudáfrica. El féretro con los restos del expresidente sudafricano recorrerá la semana próxima las calles de Pretoria.
Finalmente, el 15 de diciembre, se realizará el funeral de Estado en Qunu, su pueblo natal.
La aerolínea estatal, South African Airways, estableció vuelos fletados especiales para transportar a los dignatarios invitados a los funerales.
Qunu, el pueblo que espera al líder
En Qunu, el pueblo sudafricano donde Mandela pasó su infancia, los habitantes se preparan para el regreso de su hijo más ilustre, que será sepultado el 15 de diciembre en la tierra de sus ancestros. Los ancianos de esta aldea de chozas caminan cabizbajos y bajan la voz para hablar de Madiba. “Estamos de duelo, merece todo nuestro respeto”, dice el jefe Mfundo Mtirara, sobrino de Mandela.
Aquí, en estas aldeas escondidas entre las colinas de la provincia Oriental del Cabo, el pudor prohíbe la expresión ruidosa de las emociones. Nada de cantos ni bailes para recordar al ícono de la libertad sudafricana.