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Fue infernal y se le escapó de las manos

Domingo, 17 de febrero de 2013 23:23

Agónico, para el infarto y de película. Con el último suspiro, y luego de haber regalado un tiempo completo, River de Embarcación pudo remontar un marcador adverso y terminó empatando 3 a 3 con Sportivo Fernández, de Santiago del Estero.
Durante el primer tiempo, River no funcionó ni para atrás ni para adelante: el esquema ofensivo que propuso el DT Zingariello no lograba su objetivo y, al contrario, permitía a los rivales atacar. El único delantero, Mauro Herman, estaba muy solo y la pelota no le llegaba casi nunca.
Ante este panorama, Sportivo Fernández capitalizó todos los errores del tripero, aprovechó todos los espacios, dominó el mediocampo gracias a Diego Gómez, y no perdonó. Matías De Marco lastimó a los 15’ del primer tiempo desde los doce pasos; Luis Leguizamón aumentó el marcador y, antes del final, nuevamente De Marco anotó el tercero.
 

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Agónico, para el infarto y de película. Con el último suspiro, y luego de haber regalado un tiempo completo, River de Embarcación pudo remontar un marcador adverso y terminó empatando 3 a 3 con Sportivo Fernández, de Santiago del Estero.
Durante el primer tiempo, River no funcionó ni para atrás ni para adelante: el esquema ofensivo que propuso el DT Zingariello no lograba su objetivo y, al contrario, permitía a los rivales atacar. El único delantero, Mauro Herman, estaba muy solo y la pelota no le llegaba casi nunca.
Ante este panorama, Sportivo Fernández capitalizó todos los errores del tripero, aprovechó todos los espacios, dominó el mediocampo gracias a Diego Gómez, y no perdonó. Matías De Marco lastimó a los 15’ del primer tiempo desde los doce pasos; Luis Leguizamón aumentó el marcador y, antes del final, nuevamente De Marco anotó el tercero.
 

Todo parecía perdido y se presagiaba “la” goleada de Sportivo Fernández. Pero no fue así. En el segundo tiempo, River salió a la cancha con otra actitud, con más temperamento y un mejor orden en el campo de juego. El tripero dominó de punta a punta durante los últimos 45 minutos y mostró la contracara de lo que había sido en el primer tiempo. Fue un cambio impensado.
Sportivo Fernández sintió el cansancio y más aún su conductor, Diego Gómez: esto hizo que el equipo se debilite y pierda terreno. Y fue entonces que Mauro Herman comenzó a achicar el marcador para River, a través de un penal. Luego, el recién ingresado Matías Carlés hizo lo propio y, finalmente, a los 40 minutos del segundo tiempo, Herman volvió a lastimar para el delirio de toda la pueblada tripera.
Sobre el final, Juan Quiroga mandó una pelota magnífica, directo al arco, pero el “uno” Rafael Santillán sacó fuerzas de donde no tenía para despejar ese balón. Y lo logró. De no haber sido por el guardavallas y porque ya el tiempo se había cumplido, River podría haber ganado.
 

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